El Foro de los Catetos

Ustedes son muy jóvenes y seguro que no lo recuerdan, pero a principios de siglo hubo una tremenda escisión en el PP de Córdoba. Enrique Bellido ganó, gracias al apoyo de los concejales de la provincia, unas elecciones internas a Salvador Fuentes y se convirtió en presidente provincial del PP, para disgusto de Javier Arenas, que entonces dirigía a los populares andaluces con mano de hierro. Bellido (Enrique, no José María) duró poco en el puesto. Arenas disolvió la ejecutiva provincial en 2002 y creó una gestora, aunque Bellido dio la batalla.

Enrique Bellido, un político de otro tiempo, moderado, educado y con un fino sentido del humor, creó una corriente interna y la bautizó como El Foro de los Catetos. Así, como el Foro de los Catetos, fue como interna y despectivamente se dirigían los opositores de Córdoba capital a los que apoyaban a Enrique Bellido, aquellos concejales que tenía el PP en los años en los que todo el poder municipal, o casi todo, estaba copado por el PSOE. Ser concejal del PP en la provincia era estar condenado a ejercer la oposición con escaso apoyo y recursos. Los catetos. Los de pueblo.

Hace 20 años, insisto, el PP apenas tenía alcaldías en Córdoba. Su poder local era escaso. El músculo del PSOE estaba en la Andalucía rural, donde arrasaba, salvo en la Campiña Roja, donde se batía el cobre con Izquierda Unida. Los populares, en estos casos, o eran espectadores o ponían y quitaban alcaldes, apoyando circunstancialmente al PSOE o a IU. Pero poco más. Donde crecían, y mucho, era en las grandes ciudades, en los núcleos urbanos.

Hoy se le ha dado la vuelta a la tortilla. Y es el PP el que poco a poco ha ido conquistando poder rural y el PSOE dando pasos atrás. Una agrociudad antaño gobernada por grandes mayorías absolutas por el PSOE es Pozoblanco. Ahora es el PP el que obtiene grandes resultados, con cómodas mayorías absolutas.

Esta semana hemos asistido a cómo los populares han orillado al que se presentó como su número tres a las últimas elecciones, un concejal de Personal que ha sido el que ha descubierto que un joven estaba cobrando del Ayuntamiento sin ir a trabajar. El joven es el hijo de la secretaria personal del alcalde. Y el alcalde le ha pedido tres veces a su concejal que dimita.

Haciendo memoria, no recuerdo desde aquel Foro de los Catetos que no fue a ningún sitio (bueno, se forjó Unide que gobernó en Villa del Río) que el PP haya vivido situaciones internas tensas que se hayan hecho públicas. Ha habido expulsiones, crisis locales, gestoras, pero ningún episodio mediático como el de 2002. Hasta ahora en Pozoblanco, donde el concejal de Personal parece que resiste, solo públicamente aunque arropado internamente.

Esta semana, el alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello, dio una rueda de prensa rodeado por casi todos sus concejales. Al de Personal no le avisaron, se presentó y cuando llegó solo pudo sentarse en un escalón cerca del escenario. Fue la prueba visual de lo que están intentando: que se vaya él y no que lo echen. Pero ya sabemos cómo acaban estas cosas.

El PP de Córdoba, tarde o temprano, tendrá que tomar una decisión en Pozoblanco, que vaya más allá que esperar acontecimientos. Y revisar si lo que ha ocurrido en el pueblo está bien o mal.