Mujeres de Ciencia: María del Mar Malagón
Recuerdo las clases de de María del Mar Malagón en primero de Biología como una verdadera delicia y me consta que no soy la única persona que pensaba así. Supongo que ayudaba ese acento suyo madrileño tan encantador para alguien del sur (bueno, para mi desde luego) pero sobre todo la recuerdo como una excelente docente y comunicadora, cercana y accesible, que me lo puso muy fácil para entusiasmarme con la biología molecular de la célula.
Hace de esto un montón de años y por entonces María del Mar comenzaba a dar clase en la Universidad de Córdoba. Hoy es catedrática y dirige un equipo de investigación en el Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la Universidad de Córdoba. Su investigación se centra en el estudio de los mecanismos celulares y moleculares que controlan la actividad del tejido adiposo (o tejido graso), principalmente en el contexto de enfermedades humanas como la obesidad (exceso de tejido adiposo) o la lipodistrofia (carencia extrema de tejido adiposo) y de su tratamiento (cirugía, dieta).
Jeff Buckley - “Lilac Wine”
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“Sabia mujer, lista, astuta e inteligente, cabal y tenaz donde las haya. Durante mi tiempo en su grupo pude observar cada día su asombrosa disciplina y control del reloj. Virtudes que le hacían aprovechar cada segundo del segundo y le permitían hacer de manera cuidadosa meticulosa y metódica mil cosas a la vez y hacerlas bien. Excepcional capacidad de decidir el camino correcto, comprometida con la ciencia y con quien la hace. Y aquí es donde añado que me encantaba cuando yo hacía cenas en casa o salíamos a comer en las fiestas, era María del Mar en estado puro, disfrutando de nosotros y nosotros de ella sintiéndose y sintiéndola amiga y cercana, dejándonos su mejor sonrisa y todo su cariño”.
Paqui Rodríguez, investigadora predoctoral en el grupo de María del Mar durante 2001-2007
¿Por qué una carrera de Ciencias?
Me sentía cómoda aprendiendo y entendiendo las materias de Ciencias. Me resultaba más retador y también más divertido afrontar problemas o planteamientos experimentales que de otro tipo, más allá de que no tenía (ni tengo!) aptitudes creativas. No tenía en principio un interés claramente definido por ser científica de pequeña (aunque gané un microscopio en un concurso de la tele…), quizás porque la carrera científica tampoco estaba entonces muy definida, pero ya antes de empezar la Licenciatura de Biología tuve claro que era eso exactamente lo que quería hacer. No me equivoqué; me gusta mucho mi profesión, esto es una enorme suerte.
¿En algún momento sentiste más obstáculos por el hecho de ser mujer?
No especialmente; he conseguido avanzar en mi profesión afrontando y superando los mismos obstáculos que mis compañeros masculinos. Ha habido obviamente momentos en los que he interaccionado con gente con limitada capacidad mental en ese aspecto pero, en cualquier caso, no ha sido en circunstancias o con personas que pudieran ser muy relevantes en mi carrera o para mí. Quizás el ámbito científico es algo más razonable que otros en este aspecto, a pesar de lo muy competitivo que es.
El año pasado por estas fechas La Editorial de la revista científica Nature reflexionaba sobre el sexismo en nuestra profesión. Ponían como ejemplo el cuidado de los hijos, un tema que sería fácilmente solucionable con políticas adecuadas pero que sin embargo se encuentra con un obstáculo más dificil de salvar: los prejuicios subconscientes de los líderes, hombres y mujeres, de la ciencia. Como mujer al frente de un grupo de investigación, ¿dónde te sitúas tú en todo esto?
Es obvio que debe haber políticas más favorables en particular para las mujeres con hijos, pero esto aplica a cualquier profesión. Sí es cierto que hay tanta presión (aunque quizás no más que en una gran empresa) que eso puede imponer en la práctica un sesgo negativo en la selección de mujeres. Sinceramente prefieres tener a gente con total disponibilidad, lo que no siempre será el caso con una mujer con hijos, pero quizás esta mujer sepa aprovechar el tiempo del que dispone mejor que un colega masculino con todo el tiempo a su favor. Finalmente lo que cuentan son las personas. Dicho esto, como he dicho antes, la carrera científica es muy competitiva y te exige estar al 100%, lo cual no es fácil cuando tienes otras responsabilidades importantes.
Las mujeres todavía son muy poco visibles en los niveles más altos de toma de decisiones que afectan a la carrera científica desde consejos editoriales de revistas hasta consejos de entidades financiadoras o consejos de asesoramiento científico para la creación de nuevas empresas. Esto tiene manifestaciones tan ridículas como que “una conferencia científica en la que la mitad de los ponentes principales son mujeres ya destaca simplemente por eso” (Nature, Science for all, 2013). Todo esto, señala la editorial de Nature, ayuda a fijar la idea más o menos subconsciente de que la ciencia pertenece a los hombres. ¿Qué ganará la Ciencia cuando consigamos desterrar del todo esta idea, cuando consigamos ser tan visibles como ellos?
Cada vez hay más mujeres con responsabilidad en todos los ámbitos y desde luego me cuesta asumir la percepción de que la ciencia pertenece a los hombres. Sí que a veces queda la impresión de que algunos hombres se sienten aún en general más cómodos entre ellos en la toma de decisiones y prefieren contar con colegas masculinos, más allá de los cretinos que viven todavía en el siglo XIX. También es cierto que, a medida que se asciende en ésta o en cualquier carrera, se requiere mayor disponibilidad y eso es incompatible con llevar la responsabilidad de una famila (que reside aún fundamentalmente en las mujeres), lo que hace que algunas de ellas, aunque tengan capacidad sobrada para hacerlo, renuncien (consciente o inconscientemente) a aceptar puestos de responsabilidad. No sé lo que ganará la ciencia cuando se destierre esa idea; la ciencia es de las personas, aportan tanto los hombres como las mujeres. Aunque teniendo en cuenta de que somos capaces de hacer más de una cosa a la vez, es probable que avanzara más rápido! (o quizás tengamos que dejar alguna vez de hacer tantas cosas al mismo tiempo?)
¿Qué cualidades te definen como científica?
Creo que una gran curiosidad y capacidad de obervación, tenacidad, capacidad (y ganas) para asumir riesgos, y también capacidad de ejecución.
Alguien que haya influido en tu carrera
Ha habido varias personas que han sido muy importantes en mi carrera, por lo mucho que he aprendido de ellas y por lo que me han apoyado. Mis varios jefes en las diferentes actividades que he ejercido dentro de mi profesión, en investigación propiamente dicha y en gestión de la investigación, y otros grandes científicos, la mayoría amigos además, con los que tengo la suerte de colaborar. Fuera del ámbito científico, mi familia y amigos tienen un lugar especial, más que por influir de forma directa, por apoyarme a pesar de soportar mi escasa dedicación y disponibilidad.
Alguna página histórica en tu Cuaderno de Laboratorio
Quizás tenga más páginas históricas en los cuadernos de laboratorio de la gente a la que he dirigido que en mi propio cuaderno. Aparte de porque he tenido a buenos investigadores jóvenes trabajando conmigo, con ellos he podido abordar además temáticas que me resultaban muy interesantes. Los mejores momentos son siempre cuando, una vez superadas las posibles dificultades técnicas, vas consiguiendo paso a paso demostrar de forma sólida que tu hipótesis era buena o, al contrario, de pronto descubres algo totalmente inesperado que te lleva por un camino nuevo y excitante. En estos últimos años, en los que estamos trabajando en investigación traslacional, lo que más satisfacción me da sin duda es descubrir algo que pueda ayudar a conocer o a prevenir o tratar una enfermedad.
Tus prioridades
A nivel profesional, conseguir aportar algo nuevo y útil en investigación traslacional. A otro nivel, y en nuestro ámbito de influencia, creo que es imprescindible y es también nuestra responsabilidad favorecer y conseguir que los investigadores jóvenes puedan tener una carrera científica.
¿Qué otra profesión te hubiera gustado ejercer?
Por cercanía, quizás Medicina. Por lejanía, algo que ver con la aviación (ingeniero aeronáutico o comandante de vuelo!).
Un lugar del mundo, una película, una canción
Esta pregunta sí que es difícil…
No estoy muy cinéfila ahora, así que “tiro” de clásicos: nacional, El verdugo; internacional, La vida de Brian o, en el polo opuesto, Ciudad de Dios.
Me gusta mucho viajar y hay muchos sitios que me encantan, por el sitio en sí y/o por las circunstancias particulares de ese viaje. Imposible elegir uno solo! De naturaleza, las islas Galápagos, los parques nacionales del oeste de Estados Unidos o de Nueva Zelanda, las dunas del desierto de Namibia en Sossusvlei, o las cataratas Victoria. De monumentos, los templos de Bagan en Myanmar o Machu Picchu.
Dejo para el final lo que casi es más dificil elegir para mí. Por decir algo, de clásicos nacionales, alguna de Los Planetas (Segundo premio o Un buen día), y de internacionales, Lilac Wine de Jeff Buckley o algo más gamberro de The Clash. De lo último, por poner un poco más de ritmo, La Palabra de León Benavente, y Get Lucky de Daft Punk.
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María del Mar Malagón Poyato es investigadora del Grupo de Endocrinología Celular y Molecular y Catedrática del Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la Universidad de Córdoba. Además integra un equipo propio (Grupo Metabolismo y Diferenciación Adipocitaria) dentro del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (IMIBIC), donde es Coordinadora del Área de Nutrición, Metabolismo y Neuroendocrinología. Es también miembro del comité editorial de varias revistas científicas y de numerosos comités de sociedades científicas a nivel nacional e internacional.
María del Mar Malagón PoyatoGrupo Metabolismo y Diferenciación Adipocitaria
Otras entrevistas de esta serie Mujeres de Ciencia aquí.
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