Mujeres de Ciencia: Carmen Galán
Si ya paseábais por este blog hace aproximadamente un año, me oiríais hablar de Aerobiología y alergia al polen en “La primavera, (los niveles de IgE en) la sangre altera”. La Aerobiología es la ciencia que estudia las partículas de origen biológico suspendidas en la atmósfera, entre ellas el polen. La investigadora Carmen Galán Soldevilla ha tenido un papel clave en el desarrollo de esta ciencia que ha tenido una expansión muy rápida dado el incremento en el número de afectados de alergia y la consiguiente demanda de información que esto genera.
Quizá es buena ocasión para recomendar de nuevo este enlace de la Red Española de Aerobiología, coordinada por esta investigadora desde Córdoba y dónde se puede encontrar información actualizada de los niveles de polen en el aire en toda la península, muy útil para evitar salidas al campo o considerar el uso de una mascarilla si sois alérgicos a un determinado tipo de polen. Me parece también destacable, dada la temática de estas entrevistas, que en el año 2010, esta Mujer de Ciencia recibió la Medalla de Andalucía, una distinción que reconoce el trabajo de la mujer científica.
Carmen es una persona muy trabajadora, incansable, siempre disponible en su trabajo para un nuevo proyecto, una conferencia, una entrevista,…dar una negativa a una propuesta es algo que no entra en sus esquemas, sea cual sea su carga de trabajo. Siempre está llena de ilusión para abordar nuevos proyectos, nuevas ideas. Cuando viajas con ella te das cuenta de que es un referente a nivel internacional, todo el mundo la conoce y admira. Es además una persona sensible, comprometida, siempre tiende una mano a quién lo necesita. Por eso, pese a sus cargos y su dilatada carrera investigadora, tiene tiempo también para la solidaridad dando apoyo a la inmigración, personas necesitadas o visitando a ese familiar que la espera.
Purificación Alcázar Tena, Profesora Contratada Doctora
¿Por qué una carrera de Ciencias?
Desde siempre me he visto más cercana a las Ciencias Experimentales. Durante el bachiller descubrí mi interés por la Física, sin embargo, al no impartirse en esos momentos esta disciplina en la Universidad de Córdoba, opté por Biología. Muy pronto comencé mi investigación en la Botánica, dentro de la especialidad de Aerobiología. Recientemente me siento más cercana a las Ciencias Sociales, y estoy convencida que deben de ir de la mano para tener un mejor conocimiento de la Ciencia.
¿En algún momento sentiste más obstáculos por el hecho de ser mujer?
Hay pequeños momentos, que se hacen “invisibles” y que se viven en el día a día. Sin embargo, el obstáculo visible más llamativo en mi caso fue el acceso a la cátedra de botánica. Participé en todas las convocatorias dentro del proceso de habilitación nacional donde no llegaba a pasar el primer ejercicio con la evaluación del curriculum vitae. Es verdad que en aquellos tiempos pocas botánicas nos atrevimos a presentarnos a cátedra pero para mí fue un reto apostar por ello e “investigar” que es lo que estaba pasando. A la vista de los curricula del profesorado que iba pasando el primer ejercicio me animé a calcular el de todo el profesorado, tanto Titular como Cátedra, a nivel nacional. Fue entonces cuando me fui dando cuenta de que nuestra línea de investigación (la Aerobiología, que estudia la composición del aire, incluido el contenido de polen) no era considerada como una ciencia básica dentro de la Botánica. Los propios botánicos, la mayoría como solemos decir “botánicos de campo o de bota”, consideraban que la Aerobiología pertenecía a loa botánicos “de bata”.Fue durante la última convocatoria de habilitación cuando presenté los datos de mi investigación con cifras, demostrando que nuestras publicaciones tenían los más altos índices de calidad a nivel nacional de la botánica entre el profesorado universitario en España. Fue en la última convocatoria del 2007 cuando, a través de este índice, y algunos más, conseguí el acceso a una plaza de Catedrática de Botánica. En numerosas ocasiones se pone de manifiesto que las mujeres científicas estamos demostrando continuamente que podemos. Esto nos supone dedicar un tiempo y esfuerzo extra, y este ha sido solo un “caso práctico”.
El año pasado por estas fechas La Editorial de la revista científica Nature reflexionaba sobre el sexismo en nuestra profesión. Ponían como ejemplo el cuidado de los hijos, un tema que sería fácilmente solucionable con políticas adecuadas pero que sin embargo se encuentra con un obstáculo más difícil de salvar: los prejuicios subconscientes de los líderes, hombres y mujeres, de la ciencia. Como mujer al frente de un grupo de investigación, ¿dónde te sitúas tú en todo esto?
Aunque recientemente se han venido viviendo cambios profundos en políticas de igualdad, creo que no se está avanzando con suficiente rapidez. En cuanto a este artículo de la revista Nature sobre el sexismo en nuestra profesión, es cierto que seguimos estando sujetas a unos estereotipos sociales que tienen mucho que ver con esos “prejuicios, subconscientes, de los líderes, hombres y mujeres, de la ciencia”. Durante mucho tiempo se ha venido presentando la Ciencia a través de científicos sin horarios, algo que dificulta la conciliación de la vida laboral y familiar. Sin embargo, independientemente de tratar de llegar a una igualdad en las tareas domésticas, que ojalá se consiga, las científicas hemos encontrado en las nuevas tecnologías una herramienta que nos permite llevar a cabo la investigación con éxito sin que tenga que afectar a la vida familiar.
Las mujeres todavía son muy poco visibles en los niveles más altos de toma de decisiones que afectan a la carrera científica desde consejos editoriales de revistas hasta consejos de entidades financiadoras o consejos de asesoramiento científico para la creación de nuevas empresas. Esto tiene manifestaciones tan ridículas como que “una conferencia científica en la que la mitad de los ponentes principales son mujeres ya destaca simplemente por eso” (Nature, Science for all, 2013). Todo esto, señala la editorial de Nature, ayuda a fijar la idea más o menos subconsciente de que la ciencia pertenece a los hombres. ¿Qué ganará la Ciencia cuando consigamos desterrar del todo esta idea, cuando consigamos ser tan visibles como ellos?
Aunque continuamente se manifiesta que, dado que la mujer se ha incorporado más tarde a la universidad, vamos contando con un mayor porcentaje de mujeres en cargos de responsabilidad, y que con el tiempo se logrará la paridad, sin embargo, esto no se evidencia cuando se habla en cifras, debido a que los estereotipos han cambiado poco. Se trata de “un estereotipo sutil”, de ahí que sean necesarias las políticas de igualdad. Sin embargo, en cuanto a las “manifestaciones ridículas” a las que hace referencia la revista Nature, es triste que en ocasiones tengamos que soportar esta ridiculez, aún cuando contamos con un gran número de mujeres científicas, mujeres de ciencia que normalmente no se presentan. De ahí que a través de la Asociación de Mujeres Científicas y Tecnológicas (AMIT) tratamos no solo de presentarlas a ellas, sino de transmitir que siempre que se sigan sistemas de evaluación que sean objetivos y transparentes se beneficia a las mujeres, mujeres de ciencia que apelamos por la CALIDAD y no por la CARIDAD.
¿Qué cualidades te definen como científica?
La ciencia siempre me ha transmitido mucha curiosidad por las cosas. Pongo ilusión y entusiasmo en nuevos proyectos, cuando aún no se han finalizado los presentes. En numerosas ocasiones me presentan como una persona que no sabe decir que NO, aun cuando en realidad se trata de que no esté interesada en decir que NO… Esto me lo permito porque en este momento soy responsable de un grupo de investigación muy activo, con jóvenes profesoras, además de investigadoras e investigadores posdoctorales y de doctorado, que hacen posible que nos iniciemos en distintas ramas de la ciencia a través de diferentes aplicaciones de la Aerobiología, y recientemente en la Paleopalinología. Este entusiasmo e ilusión me lo ha transmitido Eugenio Dominguez Vilches, quien para mí ha sido y sigue siendo un gran Maestro en la Ciencia.
Alguien que haya influido en tu carrera
En mi carrera científica ha influido de manera muy especial Eugenio Dominguez Vilches, a quien, como he comentado anteriormente, lo considero como un Maestro. Estoy trabajando con él desde que cursaba el segundo curso de Biología y a lo largo de todo este tiempo me ha ido enseñado a valorar y apostar siempre por la Ciencia. Por otro lado, estoy segura de que todas las personas que forman parte de nuestro grupo de investigación, además de otros grupos de investigación de diferentes universidades, tanto españolas como extranjeras, con las que nos sentimos colegas, han influido mucho en mi carrera científica.
Alguna página histórica en tu Cuaderno de Laboratorio
Una nube de polen de cannabis…
1996. Nota de prensa: 58 El Mundo/Sociedad. El viento ha traído hasta Andalucía el polen de Cannabis marroquí. El polen de cannabis que estos días flota en el sur de España no tiene efectos alucinógenos ni, lo que es verdaderamente importante, consecuencias para los alérgicos…
Desde la Red Española de Aerobiología y la Red Andaluza de Aerobiología, facilitamos a los medios de comunicación datos sobre el contenido de polen en el aire, tratando de que los pacientes de alergia puedan planificar mejor sus actividades. En 1996 se publicaron varias notas de alarma en diferentes periódicos, tanto a nivel nacional como internacional, sobre altas concentraciones de polen de Cannabis en Andalucía. Se llegó a publicar un chiste en el diario francés “Libération”, pero lo peor fueron las numerosas llamadas de teléfono por parte de personas interesadas en conocer si el contenido de polen en el aire podía provocar efectos alucinógenos… ;-)
Tus prioridades
Cada vez valoro más el tiempo, quizás sea celosa del tiempo. Un tiempo al que doy mucha prioridad a la lectura.
¿Qué otra profesión te hubiera gustado ejercer?
Tengo la suerte de ejercer la profesión que más me gusta, como profesora de universidad. Nunca he pensado en otra posibilidad.
Un lugar del mundo, una película, una canción.
Un libro: El Desarrollo Sostenible: su Dimensión Ambiental y Educativa. María Novo, 2006.
“… el mundo cambiaría radicalmente si, con lo que sabemos en la actualidad, actuáramos con cordura.”
Otras entrevistas de esta segunda entrega de Mujeres de Ciencia aquí.
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Carmen Galán Soldevilla es Catedrática del Departamento de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal e Investigadora Principal del grupo Botánica Sistemática y Aplicada de la Universidad de Córdoba. Actualmente es además Vicerrectora de Internacionalización y Cooperación, cargo que compagina con su labor investigadora y docente. Es además, Coordinadora de la Red Andaluza de Aerobiología (RAA) y de la Red Española de Aerobiología (REA) y ostenta otros cargos directivos en entidades científicas de prestigio a nivel nacional e internacional. En 2010, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía le concedió la Medalla de Andalucía. Esta mención se concede a las personas que son un “ejemplo de compromiso y espíritu de superación”, y que constituyen una muestra de una “Andalucía dispuesta a asumir nuevos retos y conquistar horizontes a través de la formación y la excelencia”.
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