Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.
Terapia constante
Hola, me llamo Juanjo Fernández Palomo y no soy feminista. Que ya quisiera yo, pero aún me falta.
Vengo aquí despojado de todo a confesarlo, porque es bueno decirlo y también es bueno reconocerlo y ser tratado y es bueno también que me enseñen y me marquen lo correcto.
Yo jamás le he pegado una hostia a ninguna novia, perdonad, que os hable así, eso nunca me ha parecido correcto, nunca lo entendí. No tiene sentido. Perdonad si creéis que estoy frivolizando.
Yo vivo en pareja y quiero a una mujer y también quiero a otras un poquillo y entiendo, como no puede ser de otra manera, la necesidad de una habitación propia y un porche y un jardín y una calle y una avenida y una ciudad propias.
Y una escuela. Y una oficina.
Yo, que me llamo Juanjo, ya saben, no soy feminista porque me faltan lecturas, consejos, directrices y por eso escucho a mis amigas y brindo con ellas y las invito a las risas y a mojama de Barbate.
Y creo en el combate de la lucha de clases y de género y a mí me verán ahí siempre porque no me entiendo en otro lugar.
Yo, que me llamo Juan José, que vengo de donde vengo, con mi barrio, mi cole, mi instituto a cuestas, no soy aún feminista.
Yo, Juan José Fernández, no seré feminista; pero puedo ya deciros que no soy machista. Sigo y seguiré en ello.
Buenos días, señoras. Gracias por su atención. Nos vemos en la plaza, en el balcón, en el patio, en la calle, en la alcoba y en la cocina. Con la sonrisa puesta.
Aquí hay un tío. Uno de los vuestros.
Sobre este blog
Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.
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