I+D+i= 'Córdoba', el primer robot cirujano español
El proyecto Broca está dirigido y coordinado por la Universidad de Córdoba y el Imibic
Córdoba es el nombre del primer prototipo de robot quirúrgico con visión 3D para intervenciones laparoscópica que se diseña en España. Es fruto del proyecto Broca, en el que han intervenido los responsables de las unidades de gestión clínica de Cirugía General y Digestiva, Cirugía Torácica, Cirugía Cardiovascular, Ginecología, Cirugía Pediátrica y Urología del hospital Reina Sofía. En relación al desarrollo técnico del robot, la Universidad de Córdoba adjudicó el proyecto al centro de investigación aplicada Tecnalia que, junto con el grupo de Robótica Médica de la Universidad de Málaga e ingenieros de la Universidad de Córdoba, se ha encargado del desarrollo técnico.
El proyecto Broca está dirigido y coordinado por la Universidad de Córdoba y el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic). El proyecto fue concedido por el Ministerio de Economía y Competitividad en 2012 a la Universidad de Córdoba a través del procedimiento de Compra Pública Precomercial y su financiación asciende a 3,2 millones de euros. Estos fondos proceden en un 80% de los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER) y en un 20% del Ministerio. De esta forma, se convirtió en el primer proyecto de biomedicina desarrollado por esta modalidad contractual por el Gobierno y los FEDER. Su fin es favorecer el desarrollo de nuevos productos tecnológicos en colaboración con la empresa privada para reforzar el papel de las administraciones públicas como impulsoras de la innovación empresarial.
“Desde el punto de vista de la Universidad de Córdoba, este proyecto es un éxito y un orgullo porque podemos transmitir que también en la UCO somos capaces de desarrollar tecnología punta”, explica Rafael Medina, catedrático de Ciencia de la Computación y la Inteligencia Artificial de la UCO, encargado de dirigir al equipo que ha puesto los ojos al robot. “Nosotros hemos desarrollado la visión 3D por la que el cirujano, con unas simples gafas puede ver en el monitor de la misma forma que lo haría si estuviese operando en el interior del cuerpo. Eso les proporciona una seguridad tremenda al operar, más rapidez y muchísima más comodidad”, prosigue el catedrático. “Además, desde el punto de vista del aprendizaje de nuevas técnicas de intervención es mucho más rápido con el 3D porque su visión real es mucho más cercana que la de dos dimensiones de un monitor”.
Para la UCO, los años de trabajo en el proyecto Broca han abierto un enorme abanico de posibilidades en la investigación y en el desarrollo. A través de la imagen se puede intentar hacer muchas más cosas para ayudar al cirujano. “Como por ejemplo que la cámara se mueva automáticamente siguiendo a el instrumental quirúrgico sin necesidad de que alguien lo esté controlando; establecer mecanismos de seguridad en el interior del cuerpo humano para que el robo jamás pueda traspasar tejidos no deseados; reconocimiento de elementos anatómicos para que el propio aparato las distinga solo”, termina Medina.
Broca ha generado 21 puestos de trabajo directos desde 2012 y el correspondiente desarrollo de empleo indirecto. El proyecto está previsto que finalice en diciembre de este año. A partir de ese momento, el prototipo será entregado a la Universidad de Córdoba –entidad adjudicataria del Proyecto- para que el robot pueda ser certificado y posteriormente validado.
Córdoba es un robot de tres brazos inalámbricos alimentados por baterías, independientes (se puede trabajar con dos o con tres, según se necesite) ideales para cirugía laparoscópica, aquella por que accede al interior del cuerpo -al tórax o al abdomen, fundamentalmente- a través de pequeños orificios. Por esas aberturas se introducen tubos de muy pequeño diámetro a los que van incorporados el material quirúrgico y cámaras. “El cirujano mueve los brazos robot aportando precisión, limpieza y más gama de movimientos, limpieza, comodidad”, apunta Maria Josçe Requena, jefa del servicio de Urología del Reina Sofía y una de las responsables del proyecto. En el caso del robot español la cámara que lleva adosada es 3D, lo que permite un gran realismo al facultativo que maneja el mecanismo con unos joysticks (mandos) que cuentan con un programa informático que garantizan toda la sensibilidad que un cirujano requiere. “El 3D facilita también el aprendizaje del manejo del material, da sensación de profundidad a la hora de hacer incisiones de precisión, algo clave en este tipo de intervenciones”. añade Requena.
Este prototipo va a ser ahora probado con animales, dentro del desarrollo experimental requerido por todos los organismos internacionales que que lo validarán antes de permitir su uso en los humanos. Este periodo puede durar tres años. “Entonces dejará de ser un prototipo, será un robot comercial que se podrá vender para cirugía abdominal o torácica compleja por laparoscopia”, prosigue Requena. En el mercado solo existe otro robot similar, el Da Vinci. “Pero es muy caro y utiliza un material propio y patentado con una obsolescencia programada que limita su uso. El Córdoba, en cambio, usará un material común en cualquier quirófano sin necesidad de comprar equipo específico más caro”, destaca la jefa de servicio de Urología. “Es como la diferencia entre Windows y Linux. Nuestro sistema es como el segundo: abierto. El Córdoba podemos ir ampliándolo, modificándolo abriendo muchísimo las posibilidades. Este proyecto tiene un futuro de cambios y posibilidades enormes”,acaba Requena.
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