La Unidad de Cirugía Pediátrica del Reina Sofía realiza unos 150 estudios del tracto urinario inferior al año
La Unidad de Cirugía Pediátrica del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba puso en marcha hace algo más de un año una unidad específica dedicada a la urodinámica para población infantil, dirigida a la realización de estudios del tracto urinario, en los que se valora el funcionamiento de la vejiga, uretra, la forma de miccionar, la anatomía o funcionalidad, entre otros, de este perfil de pacientes, realizando ya unos 150 estudios.
Así lo ha indicado la Junta de Andalucía en una nota en la que ha puesto de manifiesto que, en este primer año de funcionamiento, “los resultados no han podido ser mejores, ya que se ha pasado de realizar una quincena de estudios a superar los 150 al año”.
Según ha explicado la directora de este servicio, Rosa María Paredes, “es una unidad que nos permite ofrecer calidad a nuestros niños y niñas, dedicarles el tiempo que necesitan, en un ambiente que facilite la eficacia de las pruebas y que les aporte confianza y tranquilidad. Todo ello, además, dando una respuesta asistencial más rápida e integral, ya que en la medida de nuestras posibilidades intentamos atender a la familia en acto único”.
Hasta ahora, este perfil de pacientes era atendidos por profesionales de Urología de adulto, pero desde la puesta en marcha de esta unidad no sólo cuentan con un espacio propio y adaptado, también con profesionales especializados en este grupo de patologías en niños.
Concretamente, el especialista en Cirugía Urológica Pediátrica, Alberto Parente, ha señalado que la mayoría de las pacientes son niñas, con patología funcional de uretra o vejiga. También atendemos a niños y niñas con secuelas de intervenciones quirúrgicas, patología obstructiva del tracto urinario inferior y casos de vejiga neurógena, entre otras.
Gracias a esta unidad “podemos ofrecerle un seguimiento estrecho a nuestros niños y niñas, continuidad asistencial, una atención más individualizada, en un entorno más adaptado a sus necesidades y con la intimidad que necesita, que es clave para realizar la educación sanitaria con cada paciente y sus familias”, ha explicado el experto.
En esta línea precisamente, la enfermera Pepa Román, ha destacado la importancia de la valoración del paciente. “Cada niño, cada niña, es un mundo y de tratarlo bien depende en muchos casos que vayan o no al quirófano. En nuestra consulta intentamos darles a pacientes y familia, una educación sanitaria adaptada a sus necesidades, teniendo en cuenta no sólo sus características clínicas, también las personales o las sociales de su entono”.
La información, el conocimiento de su enfermedad y de cómo controlarla, entre otros factores, es imprescindible para estas familias, ya que se trata de patologías que tienen un fuerte impacto en la calidad de vida y pueden llegar a generar estigma en el menor que la sufre.
En este contexto, los especialistas han apuntado que el tratamiento funcional es el más efectivo y, a veces, el único posible, ya que la mayor parte de fármacos no se puede utilizar en menores por efectos secundarios o porque no tienen aún los suficientes estudios de seguridad. Así pues, la reeducación, como el 'biofeedback' (técnica que permite aprender a modificar la actividad fisiológica), o una buena historia clínica son claves y pueden tener la misma efectividad que un tratamiento químico o quirúrgico. De hecho, la enfermera señala que una buena urodinamia suele conllevar una media de dos horas.
Tras un año de funcionamiento, el equipo de Cirugía Pediatría muestra su absoluta satisfacción “no sólo por las mejoras cuantitativas que son obvias, sino también por la mejora de la autoestima de muchas pacientes, por la tranquilidad de las familias que al tener más información se implican más en el tratamiento y, por supuesto, porque en muchos casos los pacientes nos trasladan la alegría que supone el cambio de vida cuando adquieren autonomía”, ha apostillado la doctora Paredes.
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