El Hospital Reina Sofía aplica la técnica HIFU a un centenar de pacientes con temblor esencial
El equipo multidisciplinar implicado en el abordaje del temblor esencial mediante la técnica HIFU en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba ha superado el centenar de pacientes, un hito que ha supuesto un reto para las tres especialidades implicadas en el abordaje de esta patología, ya que el hospital cordobés es el único centro de Andalucía que ofrece este tratamiento y, por tanto, recibe a pacientes de las diferentes provincias para aplicar esta terapia.
Tal y como ha indicado la Junta de Andalucía en una nota, para conmemorar esta cifra, el equipo implicado en el abordaje (Neurocirugía, Neurorradiología y Neurología) ha organizado un encuentro para evaluar el camino recorrido y establecer los siguientes pasos a dar.
El HIFU utiliza ultrasonidos de alta intensidad, que pueden penetrar el cráneo y focalizarse en un objetivo cerebral previamente seleccionado, provocando una lesión mediante calor. Este tratamiento se realiza en la resonancia, a fin de controlar en el mismo momento mediante imagen, la temperatura y el impacto beneficioso que está experimentando el paciente.
Desde que en noviembre de 2022 el hospital lo incorporara a su cartera de servicios, se han realizado un total de 116 procedimientos. El 43 por ciento de los pacientes tratados proceden de otras provincias de Andalucía y, los especialistas apuntan que la desaparición de temblor en los pacientes se observa de forma inmediata durante el procedimiento en la práctica totalidad de los casos. Además, en el 80 por ciento la mejoría se mantiene de forma significativa al cabo de un año.
Estos resultados son “muy esperanzadores” para las personas que sufren esta patología, que afecta a casi el cinco por ciento de los mayores de 65 años.
Para la jefa de Neurología, Maite Cáceres, “esto es un aspecto de la técnica muy emocionante porque vemos cómo el paciente llega a la resonancia con un temblor muy pronunciado, que le impide comer o escribir en muchos casos, y sale del equipo de resonancia pudiendo escribir su nombre con normalidad”.
El neurorradiólogo Manuel Ramos es una de las figuras profesionales clave de este equipo multidisciplinar y ha señalado que “el camino recorrido ha sido apasionante. No sólo desde el punto de vista personal, también porque el trabajo en equipo de las tres especialidades nos ha llevado a crear una Unidad Funcional multidisciplinar de Trastornos del Movimiento, que nos permite sistematizar la recogida de datos sobre el tratamiento”.
En esta línea, el doctor Ramos ha explicado la importancia de incorporar la innovación tecnológica a la práctica clínica “que evita, en casos como este, que los pacientes tengan que someterse a procedimientos más invasivos, y además permite ampliar las indicaciones en la población de edad avanzada que es precisamente la más afectada y la que tiene más limitación para la cirugía”.
Para el jefe de Neurocirugía, Juan Solivera, “emplear esta técnica está suponiendo un gran reto desde el punto de vista científico, ya que se trata de una innovación tecnológica muy prometedora que nos abre muchas oportunidades en Neurocirugía Funcional y nos llevará a extender las indicaciones del procedimiento a un mayor número de personas con otras patologías diferentes del temblor esencial, como son la enfermedad de Parkinson, el dolor o los trastornos psiquiátricos”.
En el encuentro, los asistentes han visualizado también un vídeo en el que se recogen imágenes descriptivas del proceso, de los participantes y del paciente, que está disponible en el canal de 'YouTube' del hospital ('https://www.youtube.com/watch?v=H2AtFANP_3o').
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