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Más trampas y otro laboratorio de referencia: las nuevas medidas para hacer frente al virus del Nilo en 2025

Un operario inician las labores de fumigación y el tratamiento de imbornales contra el mosquito para prevenir el virus del Nilo.

Redacción Cordópolis

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La Junta de Andalucía ha trazado un nuevo plan para hacer frente al Virus del Nilo Occidental (VNO) en la nueva temporada de este año 2025, que comienza el próximo mes de mayo. Respecto ha ello, la Administración andlauza ha aumentado la vigilancia entomológica, con más trampas para el mosquito portador (Cúlex) y la creación de un segundo laboratorio de referencia en Andalucía, en el Hospital Universitario Virgen del Rocío.

En un mayor detalle, se amplía la vigilancia entomológica, tanto en número de trampas como en territorio cubierto y en tiempo, basada en trampeo de mosquitos y búsqueda de virus mediante PCR. De este modo, se pasa de 27 a 120 trampas. Además, se incluyen todas las provincias andaluzas y se empieza en mayo, un mes antes que en 2024 y dos antes que en 2023.

Asimismo, se amplia la vigilancia humana para la búsqueda de casos leves, con formas no neuroinvasivas, en las Comarcas de Especial Seguimiento --La Janda, en Cadiz, y Bajo Guadalquivir, en Sevilla-- y en las áreas en alerta, con PCR a las personas que acuden a las urgencias hospitalarias.

Por otro lado, se ha confirmado la creación de un segundo laboratorio de referencia en Andalucía, en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, que se suma al del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, para una mayor capacidad y rapidez en la respuesta diagnóstica.

El Servicio de Microbiología del Hospital Virgen de las Nieves de Granada es el Laboratorio de Referencia de Salud Pública para enfermedades con sospecha de etiología vírica en Andalucía y ha realizado entre 2020 y 2024 3.920 pruebas de VNO a 1.054 pacientes y 1.870 muestras. De esas, en 2024 se han hecho 1.257 pruebas a 406 pacientes y 670 muestras.

El 80% de las infecciones en humanos son asintomáticas, y aproximadamente un 20% de las personas infectadas presentan un cuadro con síntomas similares a la gripe caracterizado por fiebre, cefalea, fatiga, mialgia, malestar general, nauseas, vómitos y, a veces, exantema maculopapular y adenopatias. Menos del 1% de los infectados enferman gravemente con afectación neurológica (meningitis, encefalitis o parálisis flaccida).

Por ello, en este ciclo la evaluación de la temporada será en otoño, la preparación de la nueva temporada en invierno, la realización de los primeros tratamientos larvarios y puesta de trampas en invierno-primavera y el refuerzo de la vigilancia desde finales de primavera y durante todo el verano.

En otro orden, la Consejería ha trabajado en la simplificación de la clasificación del riesgo a principios de temporada en tres niveles --bajo, medio y alto--, que afecta a todos los municipios de Andalucía.

De este modo, los municipios en nivel de riesgo bajo se sitúan en 369; en riesgo medio son 313; y en nivel de riesgo alto se encuentran un total de 103. El objetivo de esta medida es “aumentar la asistencia a los ayuntamientos y diputaciones a prepararse para el control de vectores; identificar precozmente la llegada del virus; movilizar a otros actores de la salud y comunicar y acompañar mejor a la población en caso de situación de alerta”.

A raíz de estos niveles, las poblaciones con riesgo bajo tienen que incorporar en sus programas de control de plagas existentes (roedores, cucarachas, procesionaria) los mosquitos, además de realizar un diagnóstico de potenciales focos larvarios dentro de los núcleos de población para poder intervenir si fuera necesario. Los municipios de riesgo medio centrarán sus actuaciones de vigilancia y control sobre los focos larvarios o adultos en los núcleos de población. Y los municipios de riesgo alto deberán ampliar las mismas medidas a todo el territorio municipal.

Otra de las novedades se basa en la introducción de la noción de 'área en alerta', de carácter temporal (mínimo cuatro semanas), en los casos de evidencia del virus cercano a núcleos de población, a menos de 1,5 kilómetros de distancia, durante la temporada en curso. Durante el tiempo en el que esté vigente el área en alerta habrá una intensificación de las medidas.

Así, desde el Ejecutivo andaluz han considerado esencial la coordinación con las otras administraciones a través de mesas de trabajo de preparación de la temporada desde el invierno; y el apoyo a los ayuntamientos a través de más visitas de los agentes de salud pública a los municipios afectados desde marzo.

De igual forma, se mejorará el plan de comunicación a la población, para que sea una parte activa de la vigilancia y del control de vectores.

Por último, la Consejería del ramo ha movilizado 1,2 millones de euros para la ampliación de la vigilancia y control de vectores, a lo que hay que añadir otras partidas presupuestarias, destinadas a la creación del segundo laboratorio, la movilización de agentes de salud pública o la movilización de profesionales sanitarios y no sanitarios.

Medio millón de euros de la Diputación

La Diputación de Córdoba prestará asistencia técnica a los ayuntamientos para la prevención, vigilancia y control del virus del Nilo. El presidente de la institución provincial, Salvador Fuentes, afirma que “el objetivo es actuar de forma coordinada y adelantarnos a posibles situaciones de emergencia” y recuerda que se han incluido 500.000 euros en el presupuesto para las actuaciones que sean necesarias

Este encuentro, en el que también han estado presentes el delegado de Infraestructuras, Sostenibilidad y Agricultura de la Diputación, Andrés Lorite; la Junta de Andalucía y el Colegio de Veterinarios y la directora de la Unidad de Investigación Competitiva en Zoonosis y Enfermedades Emergentes (ENZOEM) de la Universidad de Córdoba; ha permitido conocer y analizar el Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental para 2025, desarrollado por el Gobierno autonómico.

Durante su intervención, Fuentes ha hecho hincapié en que “la Diputación prestará asistencia técnica a todos los ayuntamientos para la elaboración de sus propios planes que deberán ir en consonancia con su situación particular, además de establecer un seguimiento de la evolución del virus del Nilo en los distintos municipios”. En este sentido, ha destacado que se ha previsto una partida de 500.000 euros en el presupuesto para poner en marcha las actuaciones que sean necesarias o se requieran en los distintos municipios. 

En este sentido, el máximo responsable de la institución provincial ha recordado que “ya tenemos en marcha un grupo de trabajo con el Colegio de Veterinarios y con la Unidad de Investigación Competitiva en Zoonosis y Enfermedades Emergentes (ENZOEM) de la Universidad de Córdoba, para poner en marcha un Programa Integral de Vigilancia y Control de Vectores del Virus del Nilo Occidental en nuestra provincia”.

Esto, ha continuado Fuentes, “permitirá que todas las decisiones que se tengan que tomar en función de la evolución del virus en nuestros pueblos estén basadas en datos científicos y en lo que establezca la Universidad de Córdoba y el Área de Salud de la Junta de Andalucía”. 

“El objetivo es aumentar la asistencia a los ayuntamientos para prepararse para el control de vectores, identificar precozmente la llegada del virus, movilizar a otros actores de la salud y comunicar y acompañar mejor a la población en caso de situación de alerta”, ha apostillado Fuentes.

Planes específicos según el nivel de riesgo

En cuanto a los planes de control de mosquitos, el presidente de la Diputación ha remarcado que “todos los ayuntamientos de riesgo bajo deberían contar con un Plan de Control de Mosquitos a nivel local, que debe incluirse dentro de los programas locales de Desratización, Desinsectación y Desinfección (DDD), basados en la estrategia de control integral de plagas”.

Estos municipios realizarán un diagnóstico de los potenciales focos larvarios dentro de los núcleos de población o muy cerca de ellos y tenerlos vigilados, preparándose para intervenir si fuera necesario.

En cuanto a los municipios cuyo riesgo sea medio, las actuaciones de vigilancia y control sobre los focos larvarios o adultos se centrarán en los núcleos de población o muy cercanos. 

En el caso de los municipios con riesgo alto, se ampliarán las mismas medidas a todo el territorio municipal, con especial atención a los focos larvarios o de refugio de adultos a una distancia de 1,5 kilómetros de las poblaciones. 

Además, las localidades en riesgo alto deberán tener un Plan Municipal de Vigilancia y Control Vectorial que incluya en su ámbito de actuación: zonas pobladas + 1.5 km de perímetro de protección, zonas rurales transitadas y aquellos otros focos potenciales/reales de larvas situados en el resto del término municipal que puedan suponer un riesgo para la población. 

También debe tener en cuenta la vigilancia entomológica debe basarse en la densidad poblacional de los focos larvarios y presencia de adulto potencialmente transmisoras de VNO. 

Por último, también se debe contemplar un plan de comunicación y sensibilización de los ayuntamientos a la ciudadanía con las medidas preventivas y de protección a realizar durante todo el año. Este plan se intensificará a partir de mayo e incluirá zonas rurales privadas.

Para Fuentes, “medidas que se hacen necesarias para estar preparados ante posibles situaciones sobrevenidas, una vez que suban las temperaturas en la provincia y en las que la Diputación estará presente y atenta a las posibles necesidades que se nos planteen por parte de nuestros alcaldes y alcaldesas”. 

Mapa de situación de la provincia de Córdoba 

Actualmente, 11 municipios de Córdoba se encuentran en riesgo alto, siendo estos Alcaracejos, Montalbán, Peñarroya-Pueblonuevo, Fernán Núñez, Fuente Obejuna, La Rambla, Lucena, Palma del Río, Puente Genil, Villanueva de Córdoba y Villanueva del Rey.

En riesgo medio están un total de 41 pueblos. Se trata de Adamuz, Aguilar de la Frontera, Almedinilla, Almodóvar del Río, Baena, Benamejí, Bujalance, Cabra, Cañete de las Torres, Carcabuey, Castro del Río, Córdoba capital, El Carpio, Encinas Reales, Espejo, Fuente Carreteros, Fuente Palmera, Fuente-Tojar, Guadalcázar, Hornachuelos, Iznájar, La Carlota, La Guijarrosa, La Granjuela, La Victoria, Luque, Montemayor, Montilla, Montoro, Monturque, Moriles, Nueva Carteya, Obejo, Palenciana, Pedro Abad, Posadas, San Sebastián de los Ballesteros, Santaella, Valenzuela, Villa del Río y Villafranca de Córdoba. 

Todos los demás, un total de 25, se encuentran en riesgo bajo, aunque no por ello pueden desentenderse del problema. Este grupo lo forman Añora, Belalcázar, Belmez, Cardeña, Conquista, Doña Mencía, Dos Torres, El Guijo, El Viso, Espiel, Fuente La Lancha, Hinojosa del Duque, Los Blázquez, Pedroche, Pozoblanco, Priego de Córdoba, Rute, Santa Eufemia, Torrecampo, Valsequillo, Villaharta, Villanueva del Duque, Villaralto, Villaviciosa y Zuheros.

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