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La selección del Concurso Nacional de Flamenco entra en la recta final con el cante

Raúl Alcántara El Troya | TONI BLANCO

David Hornillo

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En la tarde de este lunes daba comienzo con la última parte en lo que a la fase selectiva de cante se refiere. Una vez finalizada ésta, dará lugar la de opción a premio que tendrá lugar entre los días 17 y 20 de noviembre, ambos inclusive. Un total de 16 aspirantes se daban cita anoche, para poner toda la carne en el asador, en el primero de los tres días que ocupará dicha fase. La representación andaluza fue casi del 100%, a excepción de uno de los aspirantes, venido de Extremadura. Desde la soleá a los tangos, de la malagueña al martinete o las cantiñas entre muchos estilos, todos ellos, fueron interpretados con un nivel de aceptación entre el público bastante bueno. En esta ocasión, como no podía ser menos, nuevamente un jurado de categoría y renombre; Mayte Martín, Vicente Soto Sordera y Arcángel. También, como para el resto de los componentes del jurado de las otras dos modalidades, podemos imaginar cuán difícil lo tendrán éstos para escoger, de entre todos los aspirantes, a los 4 que pasarán a la última fase.

Cada concursante debe escoger tres cantes entre 1 de los 4 grupos establecidos en las bases como, a su vez, un segundo grupo de donde el jurado puede solicitar al concursante un cante, si lo estima oportuno. éste puede, además de todo esto, dar por finalizada la actuación cuando estime que tiene suficiente juicio para la valoración del artista. Así pues, anoche pudimos comprobar como el jurado ejercía este derecho con gran parte de los artistas.

Comenzaba la cordobesa María José Abad con un cante por malagueñas de la artista cartagenera Concha la Peñaranda, rematado con un cante de Frasquito Yerbabuena. En segundo lugar, de Málaga, Mercedes Abenza que nos dejaba un bonito cante por soleá apolá, abriendo la tanda con el estilo de José Lorente que inmortalizara para siempre el genial José Monge Cruz, Camarón de la Isla, con la conocidísima letra “el espejo donde te miras” en el año 1971, y junto a la colaboración de otro coloso, Paco de lucía. De todos es conocido, que éstos han formado una de las parejas artísticas más trascendentales de la historia del flamenco, como en su día lo fueron Don Antonio Chacón y Ramón Montoya. En raras ocasiones ocurre una simbiosis tan perfecta entre cantaor y guitarrista, pero cuando esto sucede es realmente mágico. Turno ahora para otro Cordobés, Raúl Alcántara el Troya que nos dejaba un cante por tonás y otro por guajiras. Y de Córdoba al rincocito levantino del sur de Andalucía, Almería, con una joven cantaora llamada Judit Alférez que nos dejaba únicamente un cante por siguiriyas al estilo de Francisco la Perla y Manuel Molina. De Granada vuelta a Córdoba con Rafael Almazán que nos interpretaba unas granaína y media granaína. Llegaba ahora el turno de un artista gaditano, concretamente de Trebujena, Enrique Afanador.

El jurado solicita a éste después de su primer cante por malagueñas un cante por bulerías y posteriormente cuando finaliza y después de otro por siguiriyas, nuevamente vuelve a pedirle el jurado la interpretación de otro cante, que en este caso fue soleá. En el primer cante se acuerda de Tomás Pabón para interpretarnos la letra que el genio de la alameda de hércules sevillana nos dejara grabada al estilo de la Serneta, “tengo el gusto tan colmao”. Seguidamente interpreta ligándola a ésta un estilo de Enrique El Mellizo para volver a un tercero de la artista jerezana, aunque afincada en Utrera, Mercé La Serneta. El cante por soleá es rematado con un estilo del alcalareño Joaquín de la Paula. Hay que mencionar que, Enrique Afanador, dejó buen sabor de boca y expectativas para la segunda parte de la noche que llegaba tras 15 minutos de descanso.

Esta segunda parte abría con un artista malagueño, Joaquín Cabello, que nos interpretaba un cante por soleá de Córdoba. Y desde la Córdoba Califal a Cádiz, concretamente San Fernando, pegadito a la tacita de Plata. De esta ciudad venía el cantaor Jesús Castilla para dejarnos un cante por soleá al estilo de Joaquín el de la Paula y la Andonda. Finalizada ésta, el jurado pide al artista que realice un cante por tangos, donde Jesús abre la tanda acordándose del artista jerezano Frijones y los aires extremeños ente otros. Tras el gaditano, otro gran cantaor de Huelva en este caso, del pueblo de Beas. Su nombre Sebastián Cruz. Abre con una malagueña al estilo de Manuel Torre con una sentida letra que registrara el maestro de los alcores, Antonio Mairena, con la letra “Encontrar quien me quisiera”, para seguirle un segundo estilo de Chacón, ejecutado con buen gusto y profundidad. Finalizado éste, el jurado vuelve a pronunciarse para pedir otro cante. En este caso, a Sebastián, le pedían un cante por bulerías. Tras el onubense, otra artista cordobesa, Rocío Luna quien cantó realmente bien, consiguiendo la aprobación del público. Abre con dos cantes de Joaquín el de la Paula al aire nuevamente del maestro sevillano Tomás Pabón, con buen gusto y sentimiento y bastante fiel a la personal forma que de estos cantes tenía Tomás.

Un recuerdo en sus letras para una de las más imponentes cantaoras por soleá que haya dado la historia, Fernanda de Utrera. Para ello viaja de Alcalá hacia Triana para interpretarnos el estilo del Machango. En los tangos un recuerdo también para otra grande de nuestro género como fue Juana La del Revuelo. Como cierre a su actuación, el jurado pide a ésta que realice un estilo por cantiñas. La noche avanzaba y todavía quedaba mucho y bueno. Manuel Cribaño Niño de Peñaflor abría su participación con una soleá de Triana en la línea del maestro Paco Taranto. De segundo el jurado le pide un cante por tangos, dando con éstos, concluida su actuación. Seguidamente otra onubense del pueblo de Almonte, Rocío Belén. Rocío levantó los vítores y jaleos del público en varias ocasiones. Esta joven posee una voz bonita, bien timbrada, con velocidad y muy melismática, dándole un toque muy barroco y personal a sus cantes. Vidalita del maestro Pepe Marchena, fandangos de Huelva y un cante solicitado por el jurado por tangos con aires extremeños nos interpretaba sin dejar indiferente a nadie. Nuevamente de la provincia de Sevilla, desde el pueblo de Osuna, Evaristo Cuevas que nos interpretaba fabulosamente bien un cante por solea del Mellizo, Joaniquí y La Serneta. Desde Córdoba un cantaor veterano y curtido como Curro Díaz. Éste nos hacía la cartagenera chica y la grande o clásica de Chacón. Tras los aires levantinos el jurado le pide un cante perteneciente al grupo A, tangos, finalizando con éstos su actuación.

Se aproximaba el final con el único cantaor no andaluz. Francisco Escudero El Perrete, artista extremeño de voz laína y potente, como personal y de giros rápidos. El Perrete nos interpretaba unos sentidos aires de levante por taranta y levantica. Seguidamente nos hacía unos cantes por soleá para finalizar con la serrana solicitada por el jurado. El público estaba completamente volcado con este joven artista. Finalmente, la noche era clausurada con el granadino Antonio Fernández que comenzaba con siguiriyas de Joaquín Lacherna rematados por la cabal del Pena. Como cierre unas malagueñas de Don Antonio Chacón y El Canario.

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