Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Prepárense para sufrir

.

Paco Merino

0

Se avecina una temporada para adultos. Olvídense de las charlas sobre el estilo, las propuestas estéticas y todo ese tipo de historias que aderezan la actualidad cuando los servicios mínimos están garantizados y hay que ilusionar al personal. Este curso no va de buscar el placer. Se trata de huir del dolor. El Córdoba estrenó técnico y se notó. Pareció más equipo. Fue más equipo. Con sus taras de siempre, pero bien solapadas. Hay argumentos para quien desee consolarse. El equipo fue rival, lo que no es poco dado su historial reciente. Desde su victoria en Albacete en la jornada segunda fue un títere en manos de sus adversarios, coleccionando goleadas y derrotas merecidas en sus viajes. Esta vez hizo más. El Oviedo tuvo que sudar para tumbar a un Córdoba al que se le cayó todo en una jugada plena de infortunio. La desgracia no se entrena. Su mejor goleador, Sergi Guardiola, marcó en propia puerta. A partir de ahí todo fue un no parar para recomponer un partido roto. Llegaron los cambios, hubo alguna ocasión... y todo tuvo su reverso tenebroso. En pleno desmelene, el Oviedo hizo el segundo. El Córdoba sigue en puesto de descenso tras sumar su octava derrota en once jornadas. Lo dicho: pellejo duro, mente fría y decisiones firmes. Es lo que hay si el equipo pretende salir de esta dinámica horrible.

Merino metió mano desde primera hora. Sin Javi Lara, referencia absoluta hasta ahora en la creación y monopolizador de las acciones a balón parado. Con dos delanteros, rescatando a un Jona Mejía que no rascaba bola desde el desastre de Zorrilla. Javi Galán y Jaime Romero en los extremos. Directo y al choque. El entrenadorha llegado al Córdoba para dar solución a un problema grave. Las circunstancias lo condicionan todo. El equipo no empieza desde cero, sino desde bastante más atrás. En fútbol y en crédito. Siendo el más goleado de la categoría y soportando las chanzas del entorno por haber arrastrado tan pronto su etiqueta de candidato no va a ningún lado. El entrenador linense, de momento, ya ha resuelto la segunda cuestión. No hay que preguntarse nada. El objetivo está claro: salir del descenso. Punto. Especular con cualquier otra meta es, a día de hoy, torturarse sin motivo y desviar la atención de la tarea prioritaria. Lo del frenar la hemorragia atrás lo quiere arreglar Merino retocando arriba. “El primer defensa es el delantero centro”, deslizó en la sala de prensa en las vísperas de la visita al Tartiere. No fue un farol.

Con las líneas pegadas, basculaciones en bloque y mucha concentración, el Córdoba mostró empaque en el arranque del partido. El Oviedo, que no atraviesa precisamente una etapa de inspiración, se dio cuenta al instante de que le esperaba una mañana complicada. Los de Merino combinaban bien la pelota, sin perderla, con pases en corto y buscando la opción más sensata. Nada de balones rifados a los puntas. Tanto Jona como Guardiola ayudaron a mantener a los cordobesistas en una situación de orden, lo que no era poco en una formación habituada a verse en metida en líos en los primeros minutos de los partidos. De hecho, el Oviedo no era capaz ni siquiera de llegar con el balón jugado a las inmediaciones de Kieszek, Una cabalgada de Toché que terminó el delantero carbayón con un furioso latigazo que se fue alto resultó la mejor oportunidad de los de Anquela en la primera media hora. El Córdoba se presentó más en el área local.

El meta Juan Carlos sacó con apuros un tiro bombeado de Jona a los tres minutos. El delantero hondureño la volvió a tener un minuto después, tras revolverse dentro del área pequeña y tirar con peligro después de recibir en una falta ensayada con Jaime Romero. Al cuarto de hora, de nuevo el ariete se encontró con una situación favorable. Juan Carlos se pasó de listo en una salida del área y el balón llegó a los pies del Jona, que trató de superar con un tiro lejano la decoloración del meta. Sin embargo, el disparo le salió demasiado flojo y bajo. Juan Carlos capturó finalmente. Un trallazo de Aguza desde la frontal del área que despejó el meta ovetense acrecentó la sensación de control del Córdoba, que se iba sintiendo más fuerte a medida que avanzaban los minutos.

El Oviedo dio un paso adelante en el tramo final. Toché aprovechó un excelente pase de Saúl Berjón para meterse entre los defensas y plantarse ante Pawel, al que dribló antes de quedarse muy escorado y terminar la acción con un disparo que dio en el lateral de la red. El Córdoba aguantó bien. Los planes le salían y esto reforzó la actitud de todos, aunque en ciertas fases -especialmente cuando más apretaba el Oviedo- le asomaron las costuras en defensa.

Salió con fogosidad el Oviedo tras el paso por los vestuarios, pero el Córdoba no tembló. Prepararse para sufrir manteniendo la entereza es una de sus tareas pendientes. Supo hacerlo cuando los azulones tuvieron más la pelota en su poder y, además, salió con sentido en las contras. Un jugadón de Jaime Romero en el minuto 53 terminó con un pase atrás a Jona, que estaba en una posición ideal para haber hecho algo distinto a lo que hizo: su deficiente remate se perdió lejos de la portería mientras sus compañeros se echaban las manos a la cabeza. Un minuto después, Javi Galán lanzó un duro disparo que salió pegado a la cruceta.

Y justo cuando el Córdoba comenzaba a mandar, llegó una acción que define con crudeza la espiral de desgracias en la que están inmersos los blanquiverdes. Aarón Ñíguez sacó un córner muy cerrado y Sergi Guardiola, en el primer palo, peinó hacia atrás. La jugada despistó a todo el mundo. La pelota terminó dentro del marco ante la desesperación general. El Córdoba trató de recomponerse. Merino introdujo en el campo a Alejandro Alfaro en lugar de Jaime Romero. El Oviedo, por su parte, nadaba a favor de corriente. Mariga la tuvo en el 70, pero Pawel realizó un paradón sensacional con una mano ante el potente trallazo del keniata.

A quince del final, Merino metió en escena a Sasa Markovic. El serbio, habitual talismán para situaciones críticas. Suplió a Dani Pinillos, quedando la banda izquierda como carril para Javi Galán. El Córdoba no se rindió. Javi Lara salió por Edu Ramos y Merino se jugó la última carta. El montoreño lanzó un pase milimetrado a Jona en el minuto 89, pero el paleño añadió un capítulo más a su mala racha y su disparo lo desvió Juan Carlos. Mientras tanto, Anquela consumía sus cambios en los últimos instantes para perder tiempo y ganar los puntos. Moreno Aragón dio cinco minutos de alargue y ahí llegó la puntilla. Johannesson, en una contra, batió a Pawel y firmó un 2-0 excesivo pero real. El fútbol no es cuestión de méritos. Que se lo cuenten al Córdoba.

FICHA TÉCNICA

REAL OVIEDO, 2: Juan Carlos, Cotugno, Carlos Hernández, Valentini, Mossa, Ramón Folch, Mariga, David Rocha, Aarón Ñíguez (Johanneson, 79'), Saúl Berjón (Yeboah, 88') y Toché (Forlín, 90').

CÓRDOBA, 0: Kieszek, Fernández, Caro, Joao Afonso, Pinillos (Sasa Markovic, 75'), Edu Ramos (Javi Lara, 81'), Aguza, Jaime Romero (Alfaro, 67'), Javi Galán, Sergi Guardiola y Jona.

ÁRBITRO: Moreno Aragón (Comité Madrileño). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Carlos Hernández, Mariga y David Rocha y a los cordobesistas Edu Ramos, Sergi Guardiola, Aguza, Javi Galán y Joao Afonso

GOLES: 1-0 (59') Sergi Guardiola, en propia puerta. 2-0 (90+) Johanesson.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la undécima jornada del campeonato nacional de LaLiga 1|2|3, disputado en el Estadio Carlos Tartiere de Oviedo ante 13.440 espectadores.

Etiquetas
stats