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Alejandro Jiménez

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Las jóvenes deportistas de Córdoba siguen destacando en sus diferentes disciplinas, y el salto con pértiga no es una excepción. Una disciplina olímpica que parece no tener mucho recorrido en la provincia pero que, sin embargo, tiene a una de las perlas más relucientes del panorama nacional en Palma del Río. Una perla que, pronto, comenzó a destacar por su capacidad atlética, pero que tuvo siempre claras sus miras. Siempre más allá, siempre más alto, siempre mejor y siempre un paso por delante. El futuro es prometedor, pero el presente, ya, es todo un logro para su club, para Palma del Río, para Córdoba, para Andalucía y para España.

Ana María Chacón (Córdoba, 2001) es una de las atletas más destacadas en la actualidad de la provincia. Con tan solo 22 años, la cordobesa ya ha logrado alzarse con el título de campeona de España de salto con pértiga sub 23 en la modalidad de pista cubierta. Un logro que no hace más que poner en relieve el incansable trabajo realizado tanto por ella como por su club, el Club Palmathlón, que la ha llevado a ser lo que hoy en día es. Sin embargo, sus objetivos no están, ni mucho menos, cumplidos. Su ambición va mucho más allá, ya que esta va acorde a la proyección que presenta. Una proyección ilimitada con las miras puestas en los Juegos Olímpicos.

Ana Chacón siempre ha sido una deportista nata. Desde la natación al fútbol, pasando por la natación sincronizada o el baloncesto, entre otros deportes, coparon gran parte de su juventud. Prácticamente no hay deporte por el que ella no se haya interesando. Sin embargo, pronto encontraría su verdadera pasión: el salto con pértiga. Tal y como explica en su entrevista a CORDÓPOLIS, realizada en el mismo sitio donde trabaja sus saltos a diario, la pasión por la pértiga proviene de su entrenador, Javier. “Él antes era pertiguista, y a día de hoy sigue haciéndolo a modo de hobby”, explica. Así, ella, cuando era más pequeña, entrenaba en la pista de atletismo, y cuando vio estos saltos de Javier, supo que eso sería lo suyo. “Siempre he sido una chica que le ha gustado todo lo que daba adrenalina por lo que, en el momento en el que vi eso, supe que quería hacerlo. Lo probé, se me daba bien y, además, me enamoró”, añade con orgullo en sus ojos.

Desde ese momento ,sabría que la pértiga y ella serían uno por el resto de su vida. En el momento en el que la probó por primera vez, se percató de que le “gustaba mucho”, así como de que “era la especialidad del atletismo que más me atraía, no solo practicándolo”, por lo que no había marcha atrás. Los inicios fueron un pleno gozo, total disfrute. Lo recuerda con cariño, ya que “disfrutaba mucho”. “Saltaba a poco metros de la colchoneta, y, cuando eres pequeña, piensas que estás saltando muy alto cuando literalmente estás a ras de la colchoneta. Lo recuerdo con esa chispa de disfrute y de creer que estaba saltando por los aires”, rememora.

Así, pronto llegaron sus primeras competiciones oficiales, aunque los nervios no lograron apoderarse nunca de ella. “Lo que más tenía era ilusión y orgullo de que Javier y yo hubiésemos conseguido ciertas competencias en las que los dos trabajábamos, y trabajamos también en la actualidad. Lo deseaba, pero obviamente tenía que alcanzarlas. Una vez llegas, sientes mucho orgullo y alegría”, relata. Y es que, precisamente, esos objetivos son el alimento a su motivación diaria. Y el conseguirlos supone un chute de ilusión y ganas de seguir progresando. “Obviamente tiene que gustarte lo que haces, porque sino no puedes desarrollarte en el deporte que te gusta”, explica Chacón, pero también añade que “no solo me da motivación afrontar los objetivos, sino el hecho de tener diariamente una oportunidad de cambiar errores deportivos y, sobre todo, de mi misma a nivel personal. Te enfrentas constantemente a tu peor error y eso es un motivo muy grande para ser mejor persona y, con ello, mejor deportista”.

Te enfrentas constantemente a tu peor error y eso es un motivo muy grande para ser mejor persona

Ana Chacón

Un deporte exigente donde la mente juega un papel fundamental

La persona más exigente con Ana Chacón es la propia Ana Chacón. Consciente de sus fallos, ambiciona cada día a seguir mejorando para no encontrar los límites, puestos que estos avanzan conforme a su progreso. Para ella, el salto con pértiga supone “mucha responsabilidad, disciplina y sacrificio, pero también vínculos personales, como mi grupo de pértiga”. Este grupo forma parte de su día a día, y destaca “el compañerismo que tenemos todos con todos, que es magnífico”. Además, también quiere aprovechar para “agradecerle mucho a Gema -Tamarit, compañera del Club Palmathlón- que pasa gran perte de los entrenos junto a mí, y es una pertiguista y compañera muy trabajadora, algo que me ayuda muchísimo a seguir entrenando”.

Pero es consciente de que debe de ser exigente consigo misma. “Soy muy exigente y no debería serlo tanto, porque hay días malos en los que estás bien y no salen las cosas, y eso duele”, reflexiona, explicando que “ser tan exigente duele más, porque hace que te vayas a casa derrumbada, o incluso llegues a pensar que no vales”. Es por ello que uno de los factores que más se ha focalizado en entrenar es su mente, junto a su psicólogo Luis. “El factor psicológico tiene mucha importancia”, analiza Chacón, a la vez que subraya que Luis le ha “enseñado a entrenar mi mente, cosa que creo que es muy importante, y no solo aquí, en el salto con pértiga, sino en cualquier deporte. Hay que tener la mente bien entrenada. No es solo salud mental, sino el saber controlar tu mente, saber manejar tus pensamientos y tus emociones”.

El sacrificio de la preparación

Siempre es complicado, además, lograr el equilibrio necesario para poder seguir avanzando académicamente a la vez que rindes a nivel profesional en el deporte. En el caso de Ana Chacón, la cordobesa ha optado por la opción de cursar en la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia) el grado de psicología, a la vez que trata de compaginarlo con el salto con pértiga. “Me mantengo en un horario de estudiar por la mañana y entrenar por la tarde. Es duro porque tienes que admitir y tienes que llevar y aceptar esa vida pero, si quieres lo que quieres, lo aceptas, y, si te comprometes, hay que tirar para adelante”

Además de ello, su vida social se centra, sobre todo, en su hermana gemela, con la que pasa la mayor parte del tiempo. Mientras tanto, sigue su camino de preparación diario, en el que entrena “a diario”, y se dedica a “entrenar para cumplir ciertos objetivos”, explicando que “no tienes una preparación específica en la que, en los días antes, sepas que tienes que preparar ciertas cosas, sino que vas entrenando de forma continuada”. Así, poco a poco, se van superando marcas y alturas, en una pelea contra la gravedad donde la pértiga es la encargada de hacer la magia.

Por otro lado, en dicha preparación también supone un pilar fundamental la figura de Javier, su entrenador. “Tiene toda la importancia en mi vida porque es el único que me conoce más que incluso yo misma”, confiesa Ana, añadiendo que “es muy difícil verse a sí mismo sus propios errores, y él me los sabe destacar y ver, y obviamente, si no fuese por él, yo hubiese perdido mucho tiempo en ciertos aspectos que, a día de hoy, tengo bastante controlados y manejados gracias a él”. Además de ello, también apunta que se trata de un pilar “no solo a nivel personal, ya que es muy importante en cada uno de mis entrenos. Los dos trabajamos y luchamos juntos”.

El Campeonato de España, un paso más en su escalada hacia lo más alto

De esta manera, con el esfuerzo y la constancia por bandera, Ana Chacón fue batiendo marcas hasta que, el pasado mes de febrero, se proclamó campeona de España en la competencia sub 23 en pista cubierta, realizado en el Centro de Alto Rendimiento de Antequera. “Claro que es una alegría muy grande serlo”, explica, pero también recalca que “no quiero conseguir ser solo campeona de España”. “Tengo los pies en la tierra y soy de mente fría en este aspecto, porque no crea que lo tenga todo alcanzado”, añade, también subrayando que para ella, ese título no supone ninguna presión, ya que le da “igual si quedar primera de España supone algo social”. Para Chacón, “el objetivo no es ser campeona de España. No es presión, sino saber que todavía no has llegado a lo que quieres”.

Pese a ello, recuerda el torneo con cariño, con una sensación “muy cercana gracias a mi gente”. “Para mí, mi familia y mi entrenador son el mayor apoyo que tengo, además de mi grupo de pértiga, y estaban todos viéndome a través de la retransmisión”, explica. Además, para ella fue “un punto y aparte a una crisis personal bastante difícil”, lo que le hace ahora recordar cómo se sentía “muy orgullosa” de sí misma “por haber defendido el título, aunque los resultados no fuesen realmente los que me hubiesen gustado. Pero, en aquél momento de mi vida, no podía pedir más”.

“Estar en los Juegos Olímpicos es mi máximo sueño, y quiero conseguirlo”

Así, con el hambre de la juventud, pero las ganas y la experiencia de una veterana, Ana Chacón no se sacia con ser la mejor de España. Las metas son claras: “dar el máximo de mí”. Así, el punto más próximo de competición lo encuentra en el Campeonato de España Universitario, que se celebrará en León el próximo mes de abril. Supondrá la primera competencia de aire libre y, tras ello, comenzará la liga donde “estaremos continuamente con los controles que vayan saliendo y las competiciones a nivel nacional que tendremos”, tal y como relata la propia pertiguista.

Tengo muy claro que quiero ser pertiguista profesional

Sin embargo, a nivel personal, sus metas son claras. “De aquí a cinco años, me veo bastante madura, no solo en la pista, sino que creo que me falta mucho por crecer como persona, y eso me va a llevar a mejorar muchos aspectos de mi vida, y en el deporte, obviamente, me va a hacer crecer muchísimo”, afirma rotundamente. Así, esta madurez, en el plano deportivo, le hará que, pese a que no sepa hasta donde pueda llegar, sí que va a tener claro que dará lo mejor de sí y, si lo logra, llegará alto. “Tengo muy claro que quiero ser pertiguista profesional. Sé que es una decisión dura porque ello conlleva mucho sacrificio en la vida diaria y mucho aprendizaje de uno mismo sobre todo. Pero es algo que llevo teniendo claro desde que tenía diez años, y no tengo ninguna duda por ello”, puntualiza.

Por último, Ana Chacón cierra la entrevista de manera contundente. Clara. Concisa. Ambiciosa. Cuestionada sobre los Juegos Olímpicos, un brillo especial nace en sus ojos. “Claro que es mi máximo sueño, y quiero conseguirlo”, dice decidida. “Ese es mi objetivo”, culmina.

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