Una muralla con poca reserva de pólvora
Ser bueno en defensa pero pobre en ataque. Salvar muchos goles pero anotar pocos. Ser un coche blindado en la zaga pero ser un escarabajo arriba. Es el contexto de situaciones contrapuestas con el que está lidiando el Córdoba Patrimonio de la Humanidad en su segunda temporada en la élite. A pesar de haber mejorado las estadísticas defensivas respecto a su campaña de debut en Primera División, ha habido cierto progreso en cuanto a táctica ofensiva -gracias a los pívots- pero los goles, aunque pocos, siguen alejando a los cordobeses del descenso por el momento.
Las estadísticas están para todo el mundo. El conjunto de Josan González es el séptimo menos goleado de Primera División. Por delante suya, las zagas que se fortalecieron mejor estadísticamente hablando son las de Jaén Paraíso Interior, Valdepeñas, FC Barcelona, Inter Movistar, Jimbee Cartagena y Palma Futsal. Al ser un candidato en la lucha por la permanencia, este dato adquiere un gran valor. Las buenas actuaciones en la portería de Alfonso Prieto y en la defensa en pista de Pablo Del Moral, Cordero y compañía han sido los nombres más destacable de una muralla defensiva que, sin embargo, se encomienda más al rendimiento coral que al rendimiento individual, al menos, de los jugadores de campo.
Aun así, el debe de este Córdoba Patrimonio está, sin duda, en la parte de arriba. Más allá de que se pueda depender o no de un solo jugador para anotar goles -no es el caso de los blanquiverdes-, la producción ofensiva del Córdoba Patrimonio es, cuanto menos, escasa. Solo Alberto Saura ha anotado más de cinco goles esta temporada (seis); por el retrovisor se encuentran Pablo Del Moral y Jesulito, con cuatro tantos en la presente campaña. A partir de ahí, pocos jugadores hay que sean realmente un apoyo anotador en los partidos: Zequi suma tres tantos, Shimizu tiene dos y el resto se reparte a partes iguales entre Ricardo Mayor y un tanto en propia meta.
En total, 24 goles son los que ha anotado el cuadro califa en 11 partidos, lo que resulta una media de 2,18 goles por partido. Si bien no es tanto descuidar la defensa para acumular mayor potencial ofensivo, también es cierto es que Josan González deberá encontrar el equilibrio en su equipo a partir de ahora con el fin de dar más responsabilidades en ciertas tareas a jugadores concretos. Exceptuando a David Leal -ausente por motivos laborales-, son hasta cinco los jugadores que aún no se han estrenado como anotadores en esta temporada. No es tanto quiénes, sino cuántos. El curso demandará, tarde o temprano, que esos jugadores e incluso los que no llevan tantos que den un paso adelante en ese sentido para ayudar al equipo a sumar puntos para conseguir cuanto antes la permanencia.
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