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REPORTAJE

Cronología de la investigación tardía de una intoxicación alimentaria masiva

Montadito de pringá

Juan Velasco

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Días antes del pasado miércoles 15 de enero por la tarde, cuando la Delegación de Salud en Córdoba confirmó que investigaba una intoxicación alimentaria que había afectado a no menos de 44 personas, la noticia ya llevaba varios días corriendo por la calle.

El rumor no era muy distinto a lo que está bajo investigación: que en un restaurante del centro de Córdoba se había servido algo que había mandado al hospital a varias personas y afectado a decenas más, que había acabado la Navidad con diarreas y vómitos.

Pero, hasta el 15 de enero, el presunto brote causado por los montaditos de pringá era sólo un rumor. A partir del 15 de enero, se convirtió públicamente en una investigación en curso cuyos resultados seguramente ya no van a satisfacer a todas las partes implicadas, dado que, para cuando los responsables de Salud intervinieron, habían pasado casi diez días desde que se produjo la ingesta que, presuntamente, podría haber causado enfermedades estomacales, vómitos y diarreas a casi medio centenar de cordobeses.

La cronología de la investigación que, desde este viernes, tiene visos de acabar judicializada, tras la entrada en juego de la Fiscalía, es la siguiente:

Sábado 4 de enero

El 4 de enero, el día de la Cabalgata de los Reyes Magos adelantada por lluvias en Córdoba, la taberna La Sacristía, ubicada a escasos metros de la Iglesia de Santa Marina, habilita un local anexo, propiedad de una hermandad, para la celebración de un cumpleaños al que asisten 56 comensales.

Es la hora del almuerzo y en el menú, según los asistentes, se incluían papas aliñás, queso, chicharrones de Cádiz, arroz con carrillera y montaditos de pringá, servido todo ello por el restaurante La Sacristía, pese a que la celebración tuviera lugar en un local situado a escasos metros del establecimiento. Adicionalmente, los asistentes tomaron dos tartas en cuya elaboración no estuvo implicado el restaurante.

Asimismo, sin conexión con este cumpleaños, según ha denunciado la Asociación de Consumidores Facua, también hay el 4 de enero un almuerzo en el local La Sacristía a la que asisten seis comensales. De ellos, cinco consumen montadito de pringá, y los cinco que lo hacen se ponen enfermos en los días siguientes. El único comensal que lo rechaza, no enferma.

Ese mismo día, por la noche, hay una cena en La Sacristía que la Consejería de Salud también investiga porque algunos de los asistentes mostraron síntomas compatibles con una intoxicación. Según Salud, en el menú también había montaditos de pringá.

Domingo 5 de enero

El 5 de enero comienzan los primeros síntomas de intoxicación, que afectan, en las horas siguientes, a hasta 44 de los asistentes al cumpleaños. De ellos, cuatro tienen que ingresar en centros sanitarios. Uno de ellos lo hace en un centro de la Comunidad de Madrid -por el momento, no se han facilitado datos al respecto-, y el resto, acude a hospitales privados de Córdoba. 

La más grave es una mujer de 63 años que acude al Hospital de la Cruz Roja, donde permanece ingresada 36 horas con un cuadro de infección bacteariana. Fuentes familiares indican que no se le llegaron a hacer coprocultivos biológicos de heces, vómitos y orines en el centro, aunque sí pruebas hematológicas.

Por su parte, otros dos asistentes a la comida acuden al Hospital San Juan de Dios, donde son atendidos y, en los partes médicos de alta, se indica que sus síntomas son compatibles con una intoxicación, según se traslada con posterioridad a la asociación de consumidores Facua.

Esta asociación afirma que ninguno de estos dos centros privados activa el protocolo de actuación ante alerta por toxi-infección alimentaria (T.I.A.), vigente desde 2019.

Facua, además, dice que otra familia acude ese día a comer a La Sacristía y, tras consumir montadito de pringá, muestra en los días siguientes diarreas y vómitos.

Lunes 6 de enero

La mujer de 63 años fallece tras permanecer 36 horas ingresadas en el Hospital de la Cruz Roja. La causa de la muerte, según la familia, es un cuadro de shock séptico“, equivalente a una ”infección multiorgánica“ causada por una ”bacteria“ sin especificar. Tras su muerte, es incinerada, con lo que tampoco se le practica la autopsia.

Martes 7 de enero

Este periódico pregunta a fuentes de la Delegación de Salud y Consumo de Andalucía si tenían información sobre una intoxicación múltiple en un restaurante de la capital cordobesa. La respuesta ante este requerimiento es la siguiente: “No tenemos constancia de nada, estamos recopilando información al respecto. Oficialmente, no hay nada”.

Viernes 10 de enero

Uno de los afectados que asistió a la comida y que fue hospitalizado, envía una comunicación por correo electrónico a la Delegación de Salud y Consumo, en la que denuncia la posible intoxicación, adjuntando, entre otras cosas, el parte médico.

Son las 16:29 de la tarde. Nadie en la Delegación ve en ese momento el comunicado. Según la versión del Gobierno Andaluz, el email llegó a una “hora en la que el registro estaba cerrado”. Al ser viernes, tendrán que pasar dos días hasta que se comprueba la bandeja de entrada.

Lunes 13 de enero

El lunes por la mañana, la Delegación de Salud y Consumo inicia la investigación a raíz de la denuncia interpuesta el 10 de enero. Es en ese momento, cuando activa oficialmente el protocolo de actuación ante alerta por toxi-infección alimentaria (T.I.A.).

Según explicó la jefa de servicio de Salud Pública de la Junta de Andalucía en Córdoba, Mari Cruz Gallego, sólo se podrían haber iniciado las pesquisas a partir de una denuncia oficial. Además, desde la Junta aclararon que “normalmente, el circuito habitual que siguen estos casos, que sí cuenta con un sistema de alerta 24 horas, es la declaración de un sanitario que haya atendido varios pacientes”. Pero esta alerta tampoco se había dado.

Una vez acticvo el protocolo, comienzan a realizarse encuestas epidemiológicas que arrojan el siguiente resultado: de 72 personas que acudieron a dos eventos distintos el 4 enero en La Sacristía, un total de 44 confirman que, en los días posteriores, presentaron “dolores abdominales y diarreas”. Todos tenían en común el consumo de un mismo alimento: los montaditos de pringá.

Miércoles 15 de enero

Los inspectores de Salud y Consumo acuden al restaurante La Sacristía a recabar muestras. El protocolo obliga a cualquier negocio hostelero a guardar muestras una semana, de manera que, para cuando llegaron los especialistas, ese plazo se había rebasado en cuatro días.

A pesar de ello, según informó Mari Cruz Gallego, en La Sacristía quedaba una muestra de la pringá en estado de congelación. Era una pringá de elaboración propia y pudo ser recabada por los investigadores.

Ese día, por la tarde, la Delegación de Salud y Consumo confirma públicamente el brote, facilitando los primeros datos a los medios de comunicación.

Jueves 16 de enero

Las muestras son enviadas el jueves 16 de enero al laboratorio de salud pública de la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria. “Han salido zumbando”, dice coloquialmente la jefa de servicio de Salud Pública de la Junta de Andalucía en Córdoba, que comparece ante los periodistas.

Mari Cruz Gallego pide prudencia hasta que lleguen los resultados y defiende que, debido a ello, no se va a comunicar ni el nombre del restaurante donde podría estar el origen, ni tampoco se va a proceder a su cierra cautelar.

A media mañana, el secretario general de Facua, Rubén Sánchez, da públicamente el nombre del restaurante investigado: La Sacristía. Para entonces, los medios de comunicación de toda España ya lo conocían y estaban apostados en la puerta del local, provocando que el propietario llegara incluso a llamar a la Policía Nacional para pedir su desalojo.

A última hora de la tarde del jueves 16 de enero, La Sacristía emite un comunicado a través de su abogado, defendiéndose de las acusaciones, poniendo en duda la versión de Salud, al asegurar que, el mismo día 4 de enero, había servido los montaditos de pringá a clientes de su restaurante sin que nadie enfermara por ello.

Viernes 17 de enero

A primera hora de la mañana, la familia de la mujer fallecida contesta al comunicado de La Sacristía con uno propio, en el que acusa al propietario del restaurante de mentir, y anuncia que no van a hacer más declaraciones sobre el asunto.

A media mañana, Facua ofrece una rueda de prensa en la que cuenta que han contactado con ellos tres familias que comieron en el mismo establecimiento y que, sin tener relación con el cumpleaños, también sufrieron diarreas y vómitos tras comer montadito de pringá.

Además, la asociación de consumidores anuncia denuncias administrativas contra los dos hospitales privados que, a su juicio, no activaron correctamente el protocolo y retrasaron la investigación sanitaria.

Y, finalmente, a última hora de la mañana, la Fiscalía de Córdoba anuncia que abre una investigación para determinar los hechos, que ha conocido a través de la prensa, abriendo así un capítulo judicial que puede alargar todavía más la resolución de la investigación abierta.

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