“Nos vamos a levantar”
Y ahora, ¿qué? “A seguir dándole, a pensar en el lunes y hacerlo bien en el próximo partido”, dijo en la zona mixta Miguel Flaño, capitán y portavoz de una plantilla que sigue torturada por los malos resultados. La derrota ante el Granada compensó, en negativo, todo el subidón que provocó el éxito en Tenerife. También, como sucedió en el Heliodoro, en el fondo y en la forma. Los blanquiverdes cayeron derrotados tras desperdiciar una ventaja en el marcador, reeditando episodios sufridos en tres de su cuatro últimos partidos. Además, con una pájara de tres minutos en los que se les vino todo abajo.
“No valen lamentaciones ni excusas, porque esto es lo que hay”, arguyó el central del Córdoba, quien insta al grupo a “ilusionarse día a día” para “sacar lo mejor” de cada uno “desde la máxima exigencia”. Para Flaño, “cada uno debe individualmente apretarse más todavía para no conceder nada”. El jugador recalcó que en la segunda parte ante el Granada “se vio a un equipo que empujó y que insistió hasta el final”, pero todo quedó en “una oportunidad perdida que duele y fastidia”. ¿Una receta? “Nos vamos a levantar, insistir y mejorar porque tendremos nuestras opciones”, advierte.
Los números lanzan un mensaje inquietante. El Córdoba suma 21 puntos después de 26 jornadas y tiene en el horizonte otros dos duelo de rivalidad andaluza: ante el Almería en el estadio de los Juegos Mediterráneos y frente al Málaga en El Arcángel. “Cada entrenamiento va a ser bueno para la próxima semana. Tenemos que trabajar unidos para lograr la victoria”, dijo, a modo de declaración de intenciones para el futuro, el carrilero zurdo Álex Menéndez, que debutó en El Arcángel en un choque que le dejó sensaciones satisfactorias en lo personal pero amargas en lo colectivo. El asturiano admite que fue una experiencia “dura para todos”, pero apeló a olvidar pronto lo sucedido y centrarse en lo que viene.
El cordobesismo sufrió la enésima decepción del curso. El estadio registró,con 14.242 espectadores, su mejor entrada de la temporada. El abatimiento generalizado fue palpable. Las últimas dos derrotas como anfitriones, ante el Albacete y el Granada, han sido un golpe bajo a la ilusión que se empezaba a generar al calor de los fichajes invernales y los tres puntos agarrados en Tenerife. “Ni la semana pasada éramos un equipo totalmente nuevo, ni ésta hemos hecho tantas cosas mal”, dijo en la sala de prensa un abatido Curro Torres. Habrá fin de semana de reflexión y quién sabe si de cambios. Faltan 16 partidos. El club, por su parte, sigue en su papel de motivador de ánimos decaídos con todas las estrategias a su alcance. Luego, en el campo, está la verdad.
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