Imagina un equipo
El Córdoba pierde ante el Granada (0-1) con un gol de penalti en una noche tórrida y sobre un césped infame | Los de Oltra muestran cohesión pero poca pegada | El árbitro, clave
La predisposición a ilusionarse es una de las características invariables de las noches de presentación. Se han marchado -o se han vendido- los referentes futbolísticos, han llegado un puñado de fichajes que sobre el papel no levantan pasiones y en el aire calentón y pastoso de El Arcángel flota la sensación de que al Córdoba lo va a pillar el comienzo de la Liga con el equipo en obras. ¿Y qué? Es verano y todo puede ser maravilloso. Oltra habla de un grupo bien reforzado, compacto y solidario. Encaja pocos goles. Llega a la cita con su gente sin haber perdido ante nadie. Y se ha cruzado con equipos de Holanda, Turquía y Bélgica. Y con el correoso Jaén. Quizá Antoñito sea capaz de que el cordobesismo olvide los problemas que ha causado el flanco derecho de la defensa en años anteriores -muchos-, Rodri se redima como goleador -de momento, ya ha cogido el dorsal 9-, Alfaro sea el futbolista que solía ser al mando de Oltra, Edu Ramos se convierta en el faro que guíe desde el centro del campo y el polaco Pawel Kieszek dé prestancia a la portería. Quizá todo eso suceda. Quizá los que quedan del curso pasado, heridos en su orgullo por un desenlace frustrante de una (otra más) extraña temporada, sean capaces de enfocar su rabia y de inocular ese veneno de la ambición en sus nuevos compañeros. Han cambiado muchas caras. Hasta las camisetas son distintas. Quienes no cambian son los que se sientan en la grada, como cada año, esperando que suceda algo que le conmueva. Y que sea para bien.
Oltra -muy aplaudido por la afición- empleó a seis debutantes en el once inicial del primer partido en El Arcángel. A este Córdoba le falta algún hervor, eso está claro, pero el valenciano sigue demostrando que sabe combinar bien los ingredientes de los que dispone para que el resultado no resulte chirriante. Ante el Granada, una formación de Primera, también repleta de novedades y en pleno proceso de asimilación del estilo de Paco Jémez, los blanquiverdes no desentonaron y enseñaron algún buen detalle ante un auditorio que miraba con ojos cariñosos. El fútbol de verano sirve para lo que uno quiera usarlo. Hay coartada para cualquier resultado adverso, por muy duro que éste sea, y los futbolistas actúan de un modo peculiar. Muchos de ellos están ganándose el puesto. Son recién llegados y quieren agradar o han encontrado una vía desde las secciones inferiores del club y ansían abrirse camino como profesionales.Algunos se matan en el campo. Otros, los que se sienten -o son- imprescindibles, se dejan llevar. Como Pau Gasol en los amistosos. Luego, cuando hay que batallar con fuego real, es otra cosa.
El pleito fue bastante tedioso. Las incursiones de Juli y Pedro Ríos se aplaudieron con ganas. Rodri estuvo bullicioso y hasta intentó hacer un remate de espaldas a la portería tras acomodarse el balón, pero su disparo en tijera no le salió bien. El Granada se mostró más parsimonioso de lo que se podía esperar y eso enervó a veces a Paco Jémez, que trató de corregir desde la banda y de aplicar una ración extra de entusiasmo a sus hombres, con irregulares resultados. El técnico cordobés, que se fotografió en las vísperas con todo el que se lo pidió, se tomó el partido como una práctica más. Sin competición de por medio se apagan muchos resortes pasionales. Oltra, en camiseta y pantalón corto -en lugar de su habitual traje-, lo vivió con algo más de tensión. No dejaba de ser un partido de presentación en casa y había muchos ojos escrutando los movimientos. Con un once que tiene bastante pinta de acercarse al habitual, el Córdoba dio bien la cara ante un adversario que a día de hoy milita en una categoría superior. Hubo pocas ocasiones de gol, algo que puede leerse como un buen desempeño de las defensas o una versión pobre de las delanteras. Esto es pretemporada, ya saben. Cada cual metaboliza el fútbol de garrafón como puede o le conviene.
Los locales tuvieron más llegadas al área y un arco más variado de vías para llegar hasta Oier. Buscaron las bandas, los pases interiores y las paredes. El Granada se dejó ver menos. Unos cuantos disparos lejanos que blocó bien Pawel y muy poco más. Dentro del sopor general, el Córdoba dio los mejores sobresaltos.
Después del intermedio siguió la misma tónica de languidez, con cambios en ambos equipos, hasta que llegó el momento en el que todo se alborotó. El árbitro señaló penalti en el área del Córdoba y expulsó a Domingo Cisma al apreciar que había golpeado a un rival. La grada se encrespó y David Barral, con un disparo a media altura, batió a Pawel y lo celebró como si hubiera firmado una salvación de categoría. La afición, claro, se mosqueó bastante y empezó a protestarlo todo. Con uno menos, Oltra tuvo que recolocar la retaguardia sacando a Samu y moviendo a Alfaro a la banda izquierda. Como avanzado metió al joven Vera, un chico de Santaella que viene sobresaliendo en el filial.
Hasta el final ocurrió poco más. Cambios, algunas protestas de la grada y un aplauso final más por solidaridad y cariño que por lo que se pudo ver o intuir en una calurosa noche de verano en la que el Córdoba, el renovado equipo de Oltra, evidenció que le quedan tareas por cumplir. Después del penalti y la expulsión, el partido fue pura farfolla. El Córdoba tuvo alguna ocasión más, pero el Granada se protegió bien y todo quedó ahí.
FICHA TÉCNICA
CÓRDOBA CF, 0: Pawel, Antoñito (Caro, 80’), Deivid, Héctor Rodas, Domingo Cisma, Luso (Bijimine, 73’), Edu Ramos (Borja Domínguez, 46’), Pedro Ríos (Vera, 61’), Juli (Pineda, 80’), Alfaro (Guille Donoso, 73’) y Rodri (Samu de los Reyes, 61’).
GRANADA CF, 1: Oier, Tito (Foulquier, 46’), Fran Rico (Rubén Pérez, 46’), Javi Márquez (Jean Carlos, 77’), Ponce (Toral, 58’), Boga (Sergi Guardiola, 77’), Gabriel Silva (Barral, 58’), Isaac Cuenca (Brian, 58’), Saunier (Lombán, 46’), Uche (Aly Malle, 71’) y Machís (Pawel, 71’).
ÁRBITRO: Jorge Figueroa Vázquez (Comité Andaluz).
GOL: 0-1 (60’) David Barral, de penalti.
INCIDENCIAS: Encuentro de presentación del Córdoba CF, disputado en el Estadio Municipal El Arcángel ante unos 8.000 espectadores.
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