González y su cruzada: “No se me pasa otra cosa por la cabeza”

El presidente del Córdoba insiste en colocar el objetivo en el ascenso a Primera División porque hay “un equipo magnífico”

Llegó al lado de Cordero, el nuevo director deportivo del club, y volvió a dejar su impronta ante la jauría mediática. Podría parecer que el Córdoba convocó a los medios para presentar una solución a un problema -el equipo lleva 9 puntos de 30 y ha salido del sexteto de cabeza-, pero la comparecencia pública del presidente no destiló victimismo. Viene un nuevo empleado, un jefe, pero no lo hace para dar órdenes sino para ayudar y sumar. Aquí no hay problemas, sino un “equipo magnífico” que es “mejorable”. Y, por supuesto, “lo vamos a hacer”. Vendrán más jugadores. Lo harán para conseguir un objetivo. ¿Cuál? Pues el que ustedes saben.

“A mí no se me pasa por la cabeza no conseguir ese objetivo. Nosotros estamos en la posición que estamos. Fíjese que en las últimas diez jornadas creo que somos los que menos puntos hemos sacado, excepto el Sabadell, y estamos a dos puntos del play off. Hay equipos que tienen rachas, buenas y malas, durante el campeonato y si nosotros hemos pasado esa racha ya, pues nos queda todo el camino por delante. Por lo tanto, nosotros seguimos pensando que ese objetivo es el que tiene que ser y además es alcanzable”. Lo ha dicho González en la presentación de Cordero, que asume los planes del presidente como propios -se ha comprometido por lo que queda de temporada y dos más-. El presidente reeditó su habilidad para ver oportunidades en la crisis. “Pero no porque lo diga yo. Yo lo hablo con los jugadores, con el cuerpo técnico y están todos en la misma posición. Nadie ha venido en petit comité a decirme: 'Joder presi, macho, esto es imposible…' Todo lo contrario”.

Una de las cualidades más fascinantes de Carlos González es su capacidad para encender la llama de la ilusión en los escenarios más complicados. Su testarudez resulta realmente conmovedora. Va a tope con su verdad y responde contra todo lo que considera un ataque. En el fútbol, un negocio de instintos básicos y mensajes sencillos, su talante le sirve tanto para ganarse adhesiones inquebrantables como para prender la chispa del conflicto. Sabe jugar fuera del campo. Lo del verde queda para otros, cuyo porvenir profesional depende de los resultados. Él está en otra liga, donde la duración de las temporadas se mide por el nivel de cumplimiento de las expectativas personales. Lleva ya treinta meses en el cargo. Y el Córdoba está vivo.

El empresario tinerfeño afincado en Madrid resaltó las cualidades del equipo. “El que hay es el mejor”, dijo, parafraseando lo que minutos antes había expresado Cordero. Ambos saben, y no esconden, que habrá refuerzos. Pero el Córdoba actual no es una banda. Eso, que quede claro. “Según todos los técnicos a nivel nacional tenemos una magnífica plantilla. No sé qué club de Segunda División tiene en el centro del campo a Caballero, Uli Dávila, Pacheco, Abel, Luso, Pelayo y López Silva. Eso en el centro del campo. No sé qué equipo de Segunda División lo tiene. Podrán tener dos jugadores que destaquen un poco más que los nuestros, que yo no lo creo. Esa duda la podremos tener, pero tantos jugadores de esa calidad no hay ningún equipo que los tenga. Luego podemos hablar de otras. Tenemos a Xisco, que yo creo que es el mejor delantero de Segunda. O sea, que nosotros creemos que tenemos un magnífico equipo”, ha indicado.

González llegó para dejar sus mensajes. A saber. Que el Córdoba lleva malos resultados pero tiene un magnífico equipo. Que es mejorable y que el club va a hacer fichajes en el mercado invernal con el apoyo de Pedro Cordero. Que Pablo Villa se juega su futuro “por los resultados, como todos”. Que el Córdoba tiene “una magnífica relación con el Ayuntamiento, una magnífica relación con la Diputación, una magnífica relación con nuestros patrocinadores, una magnífica relación con casi todo el mundo que quiere tenerla”. Que el objetivo de subir a Primera “sigue intacto”. Y que el domingo, todos a El Arcángel. Llega el Tenerife. Será una final. Más para unos que para otros.