Las desconexiones condenan al Córdoba Femenino
Mazazo a la moral. El Córdoba Femenino no peleará en la fase de ascenso a Primera Iberdrola tras un descalabro mayúsculo en el Campo de La Salud de Tenerife. Lo que tuvo que entrar no entró y lo que no debió encajar lo encajó. Cuando no tenía que perder, perdió. El Granadilla Tenerife B, con quien peleaba por un puesto entre los cuatro primeros, se encomendó a su vigor físico para superar por amplios períodos del encuentro a un Córdoba Femenino desdibujado aunque con algunos trazos de melancolía. De que se pudo hacer más pero también de que no se hizo más porque no se pudo.
Con Curbelo y Natalia Mills como principales novedades en el once, el Córdoba Femenino inició con buenas sensaciones el encuentro, con destellos de la atacante panameña -debutante en el día de hoy- por banda izquierda. Era dominio con la pelota pero sin ver de cerca a la guardameta Nay Cáceres. Eso sí, solo un disparo de Celia Ruano arriba inquietó a la venezolana. Pasado el ecuador del primer tiempo, en cuanto pisó el acelerador el filial del Granadilla, se le vieron las costuras al Córdoba. Ainhoa puso por delante a las suyas al contraataque tras centro de Katie Murray y la jugadora canaria, en el segundo palo, remachó el 1-0. Apenas tuvo tiempo para reaccionar tras el abrelatas, pues Aithiara se internó por banda, Curbelo rechazó su disparo pero Ainhoa, de nuevo, hizo el segundo de las tinerfeñas ajustando al palo. La goleada estuvo a punto de certificarse, pues García Hernández, la colegiada canaria del encuentro, anuló un tanto a las locales por posición antirreglamentaria. En la última jugada de la primera mitad, apenas dos minutos después del tanto anulado, Encarni recortó diferencias con un soberbio cabezazo tras centro de Sofía Schell. Había lugar para la esperanza.
Sin embargo, el guion del partido no cambió demasiado. Patricia Curbelo, en su segundo partido de la temporada, despejó con reflejos un chut de Aithiara dentro del área cuando todo estaba dispuesto para el tercer gol local. La 7 canaria la tuvo de nuevo más tarde pero su disparo, con dirección a portería, rebotó en Aina Torres para irse a córner. La tensión reinaba en el ambiente en La Salud, con todos conscientes de la importancia de los pequeños detalles. En un mal endémico blanquiverde durante la campaña, el Córdoba Femenino cortocircuitaba en el tercio central que no le permitían llegar con claridad a la portería de Nay Cáceres.
Con la salida de Juani Torres -en su debut- por Ocón, Ariel Montenegro dispuso en el campo un 4-2-4 claro para buscar balones largos, con la contrapartida del peligro del Granadilla B con contragolpes. Con 2-1 en el marcador y llegando casi a la media hora de la segunda mitad, Juani Torres tuvo un gol en sus manos, pero su vaselina ante el arco local se fue por arriba, lamiendo el larguero. Con el Córdoba volcado al ataque, Encarni, que pocas veces suele errar sobre el césped, falló en la protección de un balón, Wilmary lo aprovechó y puso la puntilla hacia el minuto 80 de partido. Minutos más tarde, la jugadora venezolana, con pasillo central hasta Curbelo por la situación del partido, culminó su doblete y mandó al Córdoba a pelear por no descender. Fue un accidente a punto de suceder y que, finalmente, sucedió. Un proyecto ambicioso que peleará por mantener la categoría.
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