El detector de mentiras
Podría decirse que no lo hace del todo mal. Que no es una banda. Que no se le puede reprochar falta de esfuerzo. Que perdió por un gol en el que la pelota rebotó en la pierna de un defensa. Que no lo mereció. Podrían decirse muchas cosas sobre este Córdoba afligido y destartalado. Que si esto es psicológico o que hay que tirar de gestión mental o de paciencia para que ocurra algo distinto. La cuestión es que el Córdoba sigue sin ganar un partido oficial en 2017 -ya van siete- y que su tendencia al desastre es evidente: ha sumado 13 puntos de los últimos 51. Sólo dos victorias en las últimas diecisiete jornadas. Una horrorosa hoja de servicios que le ha metido en una espiral diabólica. Carrión sigue buscando remedios. En el Anxo Carro hizo debutar a tres: Markovic -que no jugaba un partido de Liga desde junio del año pasado-, Bergdich -al que no había concedido un solo minuto hasta ahora- y Sergio Aguza, que se puso la camiseta de titular después de un par de sesiones de entreno. Javi Lara, que acaba de aterrizar en Córdoba, es el amo del cotarro. Entran y salen chavales del filial, hay cambios de dibujo, de posiciones... Carrión lo intenta todo en un periodo que tiene toda la pinta de una pretemporada. Pero jugando con fuego real. El Córdoba se ha convertido en esto. No hay mejor detector de mentiras que un vistazo a los números. Las notas se reparten en junio, pero los blanquiverdes no dejan de suspender parciales.
Hay que ver con qué facilidad se lanzan al basurero tópicos y milongas como las fases de adaptación, las transiciones progresivas y todo ese tipo de argumentos que persiguen, básicamente, montar una justificación para los auditorios más ingenuos, aquellos que encuentran un raro alivio cuando escuchan que “esto es muy largo”. La necesidad obliga. Con los rivales directos en los puestos de descenso mordiendo, el puesto de Carrión en entredicho y una batería de bajas estremecedora, el Córdoba se tiró a la piscina del Anxo Carro con un once experimental y desesperado, en el que encontraron cabida dos presencias llamativas. Sasa Markovic salía como titular para disfrutar -es un decir- sus primeros minutos en el campeonato de Liga. Al pivote serbio lo llaman algunos -esforzándose por reprimir la sonrisa y/o las lágrimas- el “mejor refuerzo del invierno”.
La otra novedad lo era de modo absoluto. Sergio Aguza seguramente tendrá dificultades para dirigirse a sus compañeros por su nombre. Apenas los conoce. Lo que sí conoce ya el catalán es que el Córdoba anda buscando un efecto inmediato. El ex del Alcorcón se unió a Markovic para acompañar en el centro del campo al capitán Luso. Era la primera vez que actuaban juntos en su vida. Acaban de ser presentados, como quién dice. Y arriba, sin delanteros puros -Rodri y Piovaccari se quedaron en casa, sancionados-, Carrión se la jugó con Juli porque el alcoyano es “un futbolista muy bueno y, como tal, puede jugar en esa posición”, dijo ya en las vísperas. A Juli le dieron fuerte y flojo. Una buena ración de patadas y cogotazos confirmaron que, al menos esta vez, la picardía no podía con la contundencia física y las consignas rudas de los zagueros lucenses. No hubo manera. A este Córdoba reinventado le aguarda un laberinto en la Liga.
Ya sin el cordobés Alfonso Pedraza -el de San Sebastián se marchó cedido al Leeds por el Villarreal-, el avezado técnico Luis César Sampedro montó un once en el que se estrenaba como titular Fede Vico -antaño ídolo del cordobesismo, rentable venta y ahora futbolista en fase de redención- y en el que asustaba otro ex blanquiverde, Joselu, que anda pavoneándose en la cima del ranking de goleadores de Segunda y con algún Primera -se habla del Málaga- rondándole. El cuadro local, más armado, trató de ser consecuente con su propio sello. Es un conjunto dinámico, que da y recibe. No hay equipo en la categoría con mayor producción goleadora en los primeros tiempos. Los rojiblancos guerrean bien, saben pegar donde duele. Su fútbol no es de alta escuela, pero les viene funcionando.
Bajo una impresionante manta de agua, el Córdoba salió con cierto brío. Tuvo más la pelota y hasta llegó al área de José Juan. A los cinco minutos lanzó dos saques de esquina seguidos y en una acción embarullada generó angustia al rival con un par de disparos que salieron rebotados. El Lugo cargó el juego por la banda de Jordi Calavera, que trajo en jaque a Cisma y probó a Kieszek a los diez minutos con un tiro raso que, con el agua, adquirió una velocidad endiablada. El polaco resolvió bien. Como también un disparo posterior de Fede Vico, que trató de sorprenderle al verle fuera de sitio después de que Caro cortara un buen envío hacia Joselu. El Lugo empezó a crecerse, pero los blanquiverdes despachaban un buen trabajo defensivo.
A la media hora, el Lugo ya mandaba más. Fede Vico se montó una internada por su banda, dejando atrás a Pedro Ríos y Antoñito, pero su centro no encontró rematador. Poco después se asoció con Joselu y el onubense lanzó una andanada desde fuera del área que se marchó arriba. Los rojiblancos pusieron una marcha más y el Córdoba se contuvo, aunque no se escondió. Markovic se sacó un buen disparo tras revolverse dentro del área que detuvo José Juan y Pedro Ríos, en un contraataque, lanzó ya muy presionado por los defensas y su tiro salió desviado junto al palo. También se desvió, pero hacia adentro de la portería, un pelotazo que mandó desde muy lejos Joselu Moreno y que sorprendió a Pawel Kieszek tras tocar en la pierna de Héctor Rodas. El 1-0 lo celebró como un poseso el pichichi de Segunda. No hace falta que nadie le recuerde que el destino natural de los mejores artilleros en esta categoría está en Primera División. Minuto y medio después, Ignasi Miquel estuvo a punto de batir de cabeza a Kieszek. El Córdoba no lo estaba haciendo mal, pero acabó pasando momentos críticos, con Caro y Rodas achicando balones. El intermedio llegó como un alivio para los de Carrión.
A la vuelta, el Córdoba se plantó con Moha Traoré en sustitución de Markovic. Un delantero de potencia física para cazar algún balón en condiciones rematables y reparar la avería. El Lugo regresó con la idea de matar a su rival con prontitud. Una falta botada por Campillo y un tiro lejano de Sergio Gil asustaron a Pawel. Apareció el Córdoba en el 55': una falta a Aguza al borde del área la sacó Javi Lara -quien monopoliza todas estas jugadas- y envió al balón al corazón del área, a donde llegó en carrera Domingo Cisma para cabecear ligeramente desviado. Y de nuevo la tuvo el Lugo en un remate de Calavera que se estrelló en el palo tras tocar en Caro. En la siguiente acción, Miquel remató al larguero aunque el árbitro invalidó la jugada por una falta a Kieszek.
Javi Lara se infló de colgar balones al área, pero no pasaba de ahí. Con el Lugo gobernando bien la situación y el Córdoba coleccionando amagos, Carrión sacó al césped a Zacharya Bergdich en sustitución de Luso. Los primeros minutos del marroquí desde que se produjo el cambio en el banquillo. La reacción no llegaba. Y el Lugo rozaba el segundo. Caballero se quedó solo delante de Pawel y Caro, jugándose el penalti o el gol en propia puerta, se tiró al piso por detrás y mandó la pelota al saque de esquina. Lo corto del marcador hacía albergar alguna esperanza al Córdoba, que pudo empatar en un latigazo de Bergdich a pase de Javi Lara que se salió fuera. Con diez minutos por delante, los cordobesistas se lanzaron ya a pecho descubierto. Guille Donoso se encontró con un balón franco dentro del área, pero se hizo un lío y ni siquiera llegó a armar el disparo tras un buen servicio de Aguza. Con cambios para perder tiempo y algunas entradas bruscas terminó otro partido decepcionante del Córdoba, que con tres derrotas en las tres últimas salidas ha perdido la ocasión de reparar el daño por sus pésimos números en El Arcángel. Si como anfitrión presenta un balance de descenso y como visitante se transforma en un equipo del montón, las cuentas no le salen. La ley de la compensación es así de simple y de dura.
FICHA TÉCNICA
LUGO, 1: José Juan, Jordi Calavera, Carlos Hernández, Miquel, Leuko, Seoane, Sergio Gil (Carlos Pita, 82'), Iriome, Fede Vico (Caballero, 63'), Campillo y Joselu (Manu Rodríguez, 90').
CÓRDOBA, 0: Pawel Kieszek, Antoñito, Caro, Héctor Rodas, Domingo Cisma, Luso (Bergdich, 65'), Aguza, Pedro Ríos (Guille Donoso, 76'), Markovic (Moha Traoré, 46'), Javi Lara; y Juli
ÁRBITRO: Prieto Iglesias (Comité Navarro). Amonestó con tarjeta amarilla al local Jordi Calavera y a los visitantes Antoñito y Domingo Cisma.
GOL: 1-0 (40') Joselu.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 24 del campeonato nacional de Liga 1|2|3, disputado en el Estadio Anxo Carro de Lugo ante 2.423 espectadores.
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