El Córdoba, del cuchillo a la cucharilla de postre
El conjunto blanquiverde destaca, junto al FC Barcelona y el Real Madrid, en el ranking de los que menos faltas cometen en la Liga
“Necesitamos los puntos mucho más que los demás y esto se tiene que notar en el campo. Las posibilidades se agotan porque va quedando menos. Necesitamos un cambio de actitud y rápido”. Lo dijo Borja García en la zona mixta de La Rosaleda, minutos después de que el Córdoba prolongara su espantosa cadena de derrotas en la Liga. Ya van ocho seguidas. Jamás se había visto nada igual. Desde hace meses -desde la llegada de Djukic, con especial insistencia- se escuchan en las comparecencias públicas de los protagonistas términos clásicos en estas situaciones. Se habla de actitud, de intensidad, de pelea pero... ¿qué ocurre después?
Barcelona: 261 faltas en 27 partidos, con un promedio de 9'6. Real Madrid: 286 infracciones, a 10'5. Córdoba: 361 faltas, con una media de 13'3. Los dos máximos favoritos al título de Liga y el colista destacado de la Primera División componen el podio de equipos que menos faltas cometen. Ése es el dato. Interprétenlo como quieran, aunque parece evidente que esa estadística no está acorde con el talante luchador y agresivo que se pregona desde El Arcángel. Si, además, se repara en que un alto porcentaje de las tarjetas recibidas ha sido por protestar... Ahí va otra referencia. Los equipos que más faltas hacen en Primera son el Espanyol (16'3 de promedio), el Sevilla (16'2) y el Deportivo de La Coruña (15'4).
“Si me voy a Segunda, me voy con guerreros”, dejó claro el técnico serbio aquel día en el que el cordobesismo quiso ver un punto de inflexión hacia otro nivel. En el Nou Camp, tras un apabullante 5-0 -y un comportamiento inaceptable en profesionales, pidiendo camisetas-, nació el lema del “cuchillo entre los dientes”. Ese Córdoba esforzado, bregador y rocoso que quería nacer se quedó a medias. Y ahora, en casi nada. Del cuchillo en la boca a la cucharilla de postre. El equipo, enquistado en la última posición y diana de todas las desgracias, no refleja sobre el césped la rebeldía que se le puede suponer en estas circunstancias. Lo hace en desaplicaciones y lagunas mentales, pero no en otro aspecto que, por lo general, retrata el nivel de entrega de un equipo: la comisión de faltas. Ahí, el Córdoba está al nivel de los más grandes. Comparte podio entre los que menos hacen junto al Real Madrid y el Barcelona, que seguramente no necesitan meter tanto el pie por su excelsa calidad técnica. Djukic lo expresó con claridad meridiana en Málaga: “No somos el Barcelona, que pueda ir a la alegría. Si nos vamos al ataque nos van a meter cinco”.
Y EL REY DE LAS FALTAS ES... FLORIN
El Córdoba sólo tiene a un futbolista dentro de los 50 primeros de la Liga en el ranking de faltas cometidas. ¿Que quién es? Pues, miren ustedes por dónde, es el hombre que mejor representa la actitud de la que todos hablan dentro de este lánguido equipo. Florin Andone, el chaval de 21 años que ha debutado en Primera sin pasar por Segunda, el tipo que hablaba con lágrimas en los ojos ante las cámaras de televisión después de perder ante el Getafe, ocupa el puesto 45 de una lista que lideran Krychowyak (Sevilla), Jonathas (Elche) y Stuani (Espanyol). Florin tiene computadas, según las estadísticas oficiales de la LFP, un total de 35 faltas en los diez partidos que ha disputado. Su promedio, 3'5, convierte al rumano en el líder absoluto de Primera División. El medio polaco del Sevilla, líder del club de la dureza -lleva además diez amarillas y una roja- ha cometido 66, pero su media es de 2'7. El Córdoba es, entre los equipos “humanos” del fútbol español -los dos grandes aparte-, el que menos faltas hace y tiene en sus filas al jugador que más comete de media: Florin, un joven con ficha del filial que actúa como delantero. Paradojas blanquiverdes.
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