Pocos los que están y muchos los que llegarán
Después de una temporada complicada, la limpieza está asegurada. Entre directivos, cuerpo técnico y jugadores, va a haber muchas caras nuevas el próximo curso, si bien habrá algunos irreductibles como Pepillo que seguirán al pie del cañón. Sin embargo, toda esta limpieza carece de autor y herramientas, pues aún no está esclarecido quiénes ocuparán dirección deportiva, banquillo y vestuario; todo, además, a expensa de lo que se decida desde Baréin, que aún no ha aprobado nada en claro desde que se consumó el descenso a Segunda RFEF. Es el cuento de nunca acabar. De hecho, ni los jugadores con contrato en vigor tienen asegurado continuar.
Después de la salida de Mohamed Djetei y Alberto Del Moral, uno con dirección a Albacete y otro a Villarreal, sólo quedan nueve jugadores con pleno derecho a continuar la próxima temporada. Es la situación de Farrando, Bernardo, Berto Espeso, Mario Ortiz, Djak Traoré, Nahuel, Samu Delgado, Edu Frías y Javi Flores. De ellos, sólo Bernardo y Nahuel Arroyo, fichaje en el mercado de invierno y una de las pocas buenas noticias en clave blanquiverde, ven vencido su contrato en 2023, mientras que el resto de sus compañeros lo hacen hasta 2022. De esta manera, se avecinan curvas en el mercado de fichajes de 2021, si bien esto ocurre en el peor momento. Las consecuencias de la pandemia y la condición de equipo recién descendido a Segunda RFEF hacen que esta ventana sea, a la vez, austera pero abundante. Es en este sentido donde podría entrar en juego personal experto conocedor de la Segunda División B y Tercera División.
De la lista anteriormente mencionada, hay dos asteriscos que son reseñables a día de hoy y cuya situación colea desde que se certificó la caída de división y se hicieron las primeras cuentas de con quién contar y con quién no en el curso 2021-22. Esos son Edu Frías y Javi Flores. Con amplio protagonismo en la temporada, con mayor o menos frecuencia y con mayor o menor impacto en el equipo, tienen su contrato con fecha de caducidad en el 30 de junio de 2022, por lo que, en principio, su continuidad, al menos por vínculo contractual, está asegurada. Sin embargo, algunos condicionantes en ese documento podrían impedir que siguieran en Segunda RFEF, puesto que desde el club entienden que no tendría valor dicho contrato en la cuarta categoría del fútbol español.
Tiempo de más fichajes en la peor época
Coronavirus y descenso son un cóctel explosivo en clave blanquiverde; sobre todo, si se habla de caras nuevas para la primera plantilla. Incluyendo la temporada de Primera División, donde se comenzó la cuesta abajo y sin frenos, se ha hecho una media de casi 13 fichajes por cada mercado de verano (12'83), por lo que los aficionados cordobesistas tienen que aprenderse más de diez nombres nuevos cada etapa estival que pasa en el Córdoba desde el ascenso a la máxima categoría. En Primera se acometieron hasta quince fichajes, misma cantidad que se dio en la 2015-16 para hacer una limpia después del descenso. Doce y doce fueron las incorporaciones en las dos siguientes temporadas, con salvación incluida venida de lo realizado en invierno. En la que menos se hicieron fue en la 2018-19, la del descenso a Segunda B, con ocho, pero ello se compensó tras la caída con hasta 18 fichajes que llegaron a la disciplina cordobesa. En la continuación del periplo califa en la división de bronce, se hizo una decena, sumando además la llegada del joven portero gibraltareño Jaylan Hankins.
En cualquier caso, todo queda a expensas de lo que suceda en la cúpula directiva y también a ras de césped. El que tiene que mover la primera fecha para desencadenar el efecto dominó es la propiedad de Baréin, quien aún no ha certificado ni cortado ninguna presencia la próxima temporada, por lo que la duda reposa incluso sobre los que ahora ocupan la directiva del Córdoba CF. Esa decisión primera afectará a todo el desarrollo del club en todas sus estructuras, con el primer equipo masculino que tendrá sólo a nueve jugadores disponibles a partir del 1 de julio de este mismo año.
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