El bautismo a palos de Romero en San Sebastián
El árbitro Velasco Carballo aliñó el estreno en Primera del técnico con un festival: ocho amarillas y tres expulsiones, dos de ellas con roja directa | El Córdoba acaba con ocho: “No merecimos esto”
No va a olvidar jamás esta primera vez. A José Antonio Romero le tocó digerir un atracón de sensaciones contrapuestas en Anoeta. La mayoría, amargas. “No somos merecedores de este tratamiento con excesividad del reglamento. Ha sido totalmente fortisimo y excesivo para el trabajo que ha realizado el equipo”, dijo en la sala de prensa del estadio donostiarra. Con el gesto demudado, embargado por la decepción, el habitual tono comedido del veterano entrenador blanquiverde se transformó ante la nube de cámaras. “No lo merecimos”, insistía. Se refería a todo: a la derrota por 3-1, que deja al Córdoba hundido como colista, y especialmente a la labor de Velasco Carballo. El madrileño mostró un total de ocho tarjetas amarillas y dos rojas al equipo blanquiverde, que nunca había padecido un castigo similar en la máxima categoría. Terminó con ocho jugadores sobre el campo después de las expulsiones de Pantic (minuto 6, roja), Íñigo López (minuto 80, por doble amonestación) y Dani Pinillos (minuto 93, roja).
La acción que le costó la roja a Pantic lo condicionó todo. Velasco le echó por “derribar a un adversario malogrando una manifiesta ocasión de gol” de Agirretxe, según consignó el colegiado en el acta. Iban seis minutos de partido. La salida de Íñigo López se fraguó en seis minutos: en el 74 vio amarilla “por protestar, de forma ostensible, una decisión mía”. La segunda, en el 80, fue por detener con las manos un avance de Yuri “no estando el balón a distancia de juego”. Lo de Pinillos llegó en el añadido, cuando el lateral, según Velasco explica en al acta, se dirigió “al árbitro asistente diciendo: 'Me cago en tu puta madre' y acto seguido se golpeó varias veces la cara con la palma de la mano”. Las tarjetas amarillas a Juan Carlos y Héldon fueron por pérdida de tiempo, las de Krhin, Cartabia y Zuculini por protestar y la de Bebé por una entrada a un contrario. Todo un carnaval de amonestaciones a los blanquiverdes. Por parte de la Real sólo vio la cartulina Jon Ansotegui, por una falta.
A Romero le toca ahora recomponer el grupo en lo anímico y en lo futbolístico. Tiene por delante un tiempo extra, ya que la semana siguiente hay parón por las selecciones. Si no prospera algún recurso, el Córdoba no podría contar con Íñigo López ni Pantic, los dos centrales en Anoeta. Otros dos, Crespo y Bouzón. Están lesionados, aunque el sevillano podría retornar. En el horizonte está el Atlético de Madrid, vigente campeón de Liga. “Somos un equipo humilde, llevamos muy poco tiempo en Primera, yo acabo de estrenarme y el tratamiento ha sido excesivo”, dejó dicho en Anoeta un hombre que se bautizó a palos en la máxima categoría del fútbol español.
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