Victoria Riva, la bailarina mexicana que llegó a Córdoba Ciudad de las Ideas y se quedó
Dejar México para ir a Granada y finalmente acabar becada en Córdoba Ciudad de las Ideas con un proyecto de danza. Esto es muy resumidamente la historia de Victoria Riva (México 1976). Estudió Danza contemporánea en Inglaterra y en 2012 creó en su ciudad natal su compañía Ser o Cero Danza. Según ha contado a Cordópolis, llegó a Granada pero “no estaba haciendo nada” y fue entonces cuando se enteró de las becas artísticas de la plataforma cordobesa.
Susana Aguilar y Luisa Galán son dos amigas que Victoria hizo cuando estudiaba en Inglaterra, las mismas que le dieron a conocer Córdoba Ciudad de las Ideas y por las que aplicó. Finalmente, fue una de las primeras elegidas entre los más de 700 solicitantes que hubo. “Fue muy emocionante porque participé pero no sabía cuanta gente participaba. Cuando me llamaron y me dijeron que mi proyecto había sido seleccionado dije ¿estas segura?. Me dio mucha alegría porque podría montar la obra y trabajar en la danza”, recuerda Victoria.
La bailarina de las olas es el proyecto con el que la mexicana ha participado en Córdoba Ciudad de las Ideas y el nombre de la obra que ha trabajado y que pretende presentar en el mes de octubre. Durante su beca, Victoria ha estudiado la vida de Isadora Duncan, bailarina y coreógrafa estadounidense. Y es que la mexicana comparte su filosofía: “Me identifico con su defensa de que la danza sea para todas las personas y no para el que tenga habilidades motrices”, detalla.
La igualdad en el mundo de la danza es lo que también Victoria ha trabajado durante su proyecto, aplicado a los niños. Para ello, durante el curso ha realizado talleres en diferentes colegios. El proyecto final es representar la obra y “subir a niños del público al escenario a bailar en distintas escenas”. Una tarea que no es nada fácil pero que ayudará a “que tengan la experiencia de bailar y que no solo vean danza, sino que la hagan y se promueva también la contemporánea”.
Además, para ello, la bailarina mexicana ha realizado un máster y ha desarrollado una metodología “para manejarlos en escena y que hagan caso cuando estás en directo”, explica. En la obra participará también su hija, de 11 años, y el de una de sus compañeras para ayudarles con los niños que suban del público.
La obra que ha montado con sus dos amigas, también profesoras del Conservatorio de Danza Luis del Río, será su final del proyecto. Según cuenta, prevén estrenarla en el mes de octubre y, además, quiere moverla también “como una obra de igualdad para adultos, para todo el público, que a los adultos también se nos olvida a veces que podemos disfrutar y reírnos”.
En cuanto a los niños, el público en quien ha focalizado su trabajo, la artista cree que “a veces, al estar en una etapa de formación y desarrollo, no puede decir lo que siente porque no tiene las palabras exactas Sin embargo, a través de la danza se le da una salida aunque sea por un momento”. Un aprendizaje que ha intentado transmitir a través de sus talleres y de una manera lúdica.
En Córdoba, Victoria ve una ciudad que apuesta por la danza, pero en la que “parece que hay poco interés por parte de la población infantil” y en la que hay que “empezar a mostrar otras cosas” aparte del flamenco “que es lo que siempre ha habido”. “Hacen falta cosas, apostar más por el movimiento artístico”, indica.
A pesar de ello, la ciudad ha conseguido quedarse con un trocito de la artista y le ha hecho venirse hasta aquí con su familia para quedarse a vivir. Ahora, la unión México-España la tiene que mantener y para ello está intentando entrar en Iberescena, “otras ayudas para que haya interculturalidad entre dos países y poder trabajar con mis amigas de aquí y con la gente con la que trabajaba en mi país en una nueva obra que podamos presentar en los dos sitios”, concluye.
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