Cabra recuperará su particular ‘Dama de Elche’: una escultura que lleva 90 años en Córdoba
Tras el Mithras Tauroktonos, la escultura más representativa e importante de todas las halladas en el término municipal de Cabra es una representación del Río Nilo descubierta al norte del término municipal en 1935. El mármol luce desde entonces en la colección estable del Museo Arqueológico de Córdoba. En Cabra han sido siempre multitud las voces que han reclamado el regreso de la pieza a la ciudad, junto al Mithras Tauroktonos. Ahora, 90 años después la pieza regresará. Aunque, eso sí, seguirá perteneciendo al Museo Arqueológico.
El alcalde de Cabra y senador del PP, Fernando Priego, ha preguntado al Gobierno por una de las grandes demandas del municipio: lograr el regreso de la escultura. “La escultura romana representación del Río Nilo es un bien cultural de titularidad estatal asignado a la colección estable del Museo Arqueológico de Córdoba (N.º de inventario CE007170)”, ha respondido el Ejecutivo. Es decir, la pieza nunca será del Ayuntamiento de Cabra, pero existe una alternativa.
“Conforme al artículo 8.2 del el Reglamento de Museos de Titularidad Estatal y del Sistema Español de Museos, aprobado por el Real Decreto 620/1987, de 10 de abril, el depósito de bienes asignados a museos estatales en instituciones de titularidad no estatal se realizará mediante contrato que tendrá el carácter de administrativo especial y se formalizará en documento administrativo”. Es decir, el Museo Arqueológico de Córdoba tiene que firmar un contrato de cesión al de Cabra. Y eso es algo que ya está en marcha desde que “el Ministerio de Cultura y Deporte envió al Museo Arqueológico de Córdoba, el 17 de noviembre de 2021, el contrato para que incluya las condiciones técnicas y proceda a su envío al Ayuntamiento de Cabra para su firma”, según consta en la respuesta parlamentaria.
La escultura fue hallada de modo casual en algún lugar del norte del término municipal de Cabra, en el entorno del arroyo de la Chicona. Popularmente se le conoce como el Nilo de Igabrum (el nombre que recibía la antigua población romana en lo que hoy es Cabra). Es una pequeña escultura de mármol, cuya base mide 45 centímetros de longitud y 20 de anchura máxima; fragmentada en dos partes, ha perdido la parte superior de la figura, así, le falta la cabeza, parte del tronco y casi todo el brazo derecho.
La escultura, eso sí, es un misterio. La inscripción de su base ha dado rienda suelta a todo tipo de teorías. “Tito Flavio Víctor lo regala al gremio illychiniariorum del Prado Nuevo”, detalla. El arqueólogo municipal de Cabra, Antonio Moreno, ha asegurado que “la respuesta a quiénes eran estos illychiniarii ha sido también largamente debatida, existiendo varias propuestas. Entre los principales investigadores de la pieza, García y Bellido los identifica como los fabricantes de lucernas (Lychnus tiene el significado de lámpara o antorcha), y por su parte, Blanco considera que se trataría de unos panaderos especializados; para otros serían los fabricantes de las mechas de esas lucernas. Quizás la interpretación más sugestiva pudiera ser la que considera que este collegio tuviese un carácter principal religioso, ligado al culto de Isis de modo que los illychiniarii fueran los portadores de lámparas en los rituales de la diosa (lychnapsia) de un modo similar a los colegios de dendrophoroi o portadores del tronco de un árbol en las procesiones de Magna Mater y Attis”.
Con la llegada de esta cultura y la del Mithras Tauroktonos, prevista para 2022, Cabra tendrá en el municipio a sus particulares damas de Elche.
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