El paro en Córdoba capital subió levemente mientras baja en la provincia

El mercado laboral en la ciudad de Córdoba registró en junio un ligero incremento del desempleo, interrumpiendo así la tendencia a la baja que se había mantenido en los últimos meses. Según los datos del Observatorio Argos de la Junta de Andalucía, el número total de personas en demanda de empleo en la capital ascendió a 26.792, lo que supone un aumento de ocho personas respecto a mayo, cuando se contabilizaron 26.784 demandantes.

Aunque el repunte es leve, llama la atención por ser el primero tras una primavera marcada por una mejora sostenida en las cifras de empleo. La evolución a la baja en los registros de abril y mayo había alimentado expectativas de continuidad en esa tendencia positiva.

En contraste, el conjunto de la provincia de Córdoba ha vivido un comportamiento opuesto. Según ha publicado este miércoles el Ministerio de Trabajo, junio cerró con el mejor dato de paro desde 2008, lo que pone de relieve la recuperación del empleo a nivel provincial. La bajada del desempleo fuera de la capital se ha debido, en gran medida, al inicio de campañas agrícolas, contrataciones en el sector servicios y refuerzos estacionales en la administración y sanidad pública.

Este contraste entre la capital y el resto de la provincia podría estar relacionado con distintos factores estructurales del mercado laboral cordobés. Mientras en muchos municipios rurales la temporalidad agrícola impulsa el empleo durante el verano, en la ciudad la oferta laboral muestra una mayor estabilidad, aunque también una recuperación más lenta tras los picos de contratación en Semana Santa y ferias.

En lo que va de año, Córdoba capital ha mejorado sus cifras de empleo de forma moderada, pero constante, especialmente en los sectores de la hostelería, el comercio y los servicios personales. Sin embargo, este leve repunte de junio podría ser un indicador de cierta ralentización, o simplemente un ajuste puntual tras las campañas previas.

A falta de conocer la evolución del verano, las miradas están puestas ahora en cómo responderán los sectores turísticos, culturales y educativos durante los meses de julio y agosto, tradicionalmente marcados por una menor actividad laboral en determinados nichos.