La música atemporal de El Barrio hace vibrar a Los Califas

En un caluroso 16 de junio, la plaza de toros Los Califas acogió a un cantautor de letras y sentimientos atemporales. José Luis Figuereo, El Barrio, demostró desde el minuto uno que la unión que tiene con su público no se olvida con el tiempo.

En cuanto las filas de gente desaparecieron de la puerta del recinto y el público buscó con éxito su asiento, un reloj de arena se dibujó en el escenario, hecho que denotaba que la velada estaba a punto de empezar. Un público heterogéneo que deseaba que los minutos pasaran y que José Luis Figuereo Selu apareciera. Solo hizo falta una pequeña luz en el escenario para que los asistentes chillaran a todo pulmón el nombre del artista. La espera no se hizo muy larga y unos minutos pasadas las diez de la noche, un bonito texto, y una intro instrumental dieron comienzo al espectáculo por todo lo alto. 

Con Amores maníos, uno de sus temas más recientes, empezó lo que sería este viaje por las letras del artista. El cantautor que vestía con ropa oscura y su inseparable sombrero que tanto le caracteriza no pudo evitar hacer referencia a otro objeto que predominaba en la plaza de toros. Aunque algunos asistentes iban acompañados de sombreros, la mayoría sostenía un abanico ya que como Selu presagió “me parece a mí que va a hacer calor”, y no se equivocó ya que las temperaturas superaban los 30 grados.

La cita con El Barrio fue un mix de sensaciones donde predominaban las letras de su último trabajo como El último adiós, A veces… y de momentos que hasta el mismo cantautor pedía permiso a su público para llevar a cabo “me vais a disculpar pero voy a cantar un poquito por bulería”. La unión con su público estuvo presente durante las más de dos horas que duró el encuentro, incluso aprovechó la ocasión para concienciar sobre “ayudar a los artistas” en la “compra de sus discos”.

Tras una breve salida y un cambio de vestuario, esta vez por una camiseta donde se podía leer “soy curandero”, José Luis Figuereo regaló a su público un tema con la guitarra.

Poco después y cuando se estaba acercando el supuesto final del concierto llegaron los minutos más ansiados y latentes de esta cita musical. Fue el momento donde los fans de El Barrio volvieron a escuchar temas como El danzar de las mariposas  o el inolvidable Pa´madrid. Una canción que todos los asistentes se sabían de memoría.

Hubo una ocasión donde el público se comenzó a dividir, fue el instante donde la plaza de toros rogaba una última canción. Algunos asistentes gritaban “Quiéreme” otros decían “canta nuestro himno”. En este momento el cantautor decidió que “queda la que nos enseña a ser como somos, la que nos une en un solo sentimiento”. Pasadas las 24:00 de la noche, El Barrio cantó Somos los barrieros y Córdoba se despidió de Selu, esperando que la próxima cita no tarde mucho tiempo en llegar.