Antonio José dibuja una “noche perfecta” y se la entrega a su Córdoba
Una voz a solas y un talento a voces. El 15 de junio era un día marcado en el calendario. Córdoba se reunía con uno de sus artistas locales más queridos. Antonio José volvía a su tierra. Por primera vez en la Plaza de Toros Los Califas. Un sueño cumplido por ambas partes.
Al igual que en anteriores conciertos, la pista fue vestida con asientos. En la primera fila, una mujer no paraba de derramar lágrimas. A la par que abrazaba a su acompañante. Esto demostraba que llevaba tiempo esperando este concierto.
Con un traje de color morado, el de Palma del Río pisaba con fuerza el escenario. Ante la mirada de un público que necesitaba de la voz del cantante para aliviar esta noche de junio. Los aplausos se podían contar de cien en cien y los “Antonio” de mil en mil. Hoy no estás sola fue la canción elegida para comenzar esta velada llena de sorpresas. Le siguieron Me olvidé y Sin Buscarte. Miles de globos comenzaron a bailar al son de sus éxitos.
“Córdoba, es un placer poder estar aquí con vosotros y con vosotras. Poder disfrutar de esta plaza en la que tantas veces he soñado cantar. Donde he venido a ver a tantísimos artistas que hoy son amigos y compañeros a los que quiero y admiro. Es un placer cantar, no solo en esta plaza en la que tantos compañeros han pasado, sino en una plaza no solo emblemática para nosotros sino para España. Así que poner mi voz aquí y que se quede impregnada en estos muros, la verdad es que es un sueño que hoy voy a poder hacerlo realidad. Ustedes sois testigos de ello. Espero que no pase mucho tiempo en el que vuelva a venir a mi tierra. Espero que esta noche la espera haya merecido la pena. Así que bienvenidos una vez más al tour ”El Pacto“ y abridme ese corazón. Abrídmelo porque hoy la vamos a pasar en grande”, explicó con emoción el artista. Me quedo contigo y Me haces falta también tuvieron su momento en este debut.
La noche iba de cumplir sueños, y no solo del artista, sino de los asistentes que escogieron una pancarta para hacerle llegar sus peticiones al cordobés. Ni la distancia, ni los focos pudieron impedir que Antonio José leyera los carteles. Algunos deseos los cumplió al instante, otros los dejó pendientes para el transcurso de la noche. Uno que se cumplió casi al final de la velada fue el de cantar con un asistente el himno del Córdoba. La familiaridad y el cariño con el que el artista hablaba con su público dejó ver el lado más tierno del cordobés que, aunque incitó al público a abrir su corazón, acabó haciéndolo él mismo.
Cuando la cita llevaba solo una hora de júbilo. Los focos del escenario dejaron, por un momento, de iluminar. El público quedó expectante a que volviera su paisano. Un piano en su faceta más íntima comenzó a sonar sobre las tablas de Los Califas. El cantante entró de forma disimulada por detrás con un cambio de look. Adentrando al público en un tramo de la cita mucho más romántico. Sonó Tu boca. Una escena íntima que puso el vello de punta a los espectadores. De su boca salieron unas letras de amor y de su corazón una fuerza que iba in crescendo a juego con el piano. Se dibujó una escena de cuento en Los Califas y un silencio introdujo a un Antonio José que se dejó la piel para conquistar a su público. Esta vez a capela. La Plaza de Toros logró ponerse en silencio para escuchar una voz a solas y un talento a voces.
La cercanía del artista se volvió a sentir cuando le dedicó una canción a su abuela. “Ella es una de las mujeres de mi vida”. Sonó El plan. Si la distancia no había sido un problema para él, tampoco la localización. El artista no tuvo problema en bajarse de las tablas para abrazar a su público e incluso compartir anécdotas con él. Sobre las 23:20 invitó a un espectador al escenario. Un chico que se apropió del micrófono y que saltó emocionado a los brazos del cantante. Cercano, amable, cuidadoso y empático. Antonio José estaba en su tierra y los asistentes iban a disfrutar de él como si estuvieran entre amigos.
De brindarle una canción a su abuela, a cumplirle un sueño a su primo. “Ahora quiero presentar a una persona que yo espero que esta noche nunca se le olvide en la vida. Es una persona que yo le auguro un grandísimo futuro, sobre todo por el maravilloso corazón que tiene. Y, para colmo, es mi primo. Quería compartir con él esta noche y compartirla en el escenario con una canción que para mí significa mucho”.
Pero esto no quedó aquí, Antonio José se convirtió en el “hada madrina” de una mini fan, ya que esta le regaló una varita mágica. “Porque hoy tiene permiso… ha pasado una rachilla mala, pero con tesón, fuerza, positividad, valentía porque todo eso representa…” El cantante invita a la mini fan al escenario y junto a su primo interpretan Lo que hará mi boca. Antonio José es un artista real y comprometido con su público. El pacto es algo que se hace de a dos. Y, por su parte, está más que cumplido.
Y como empezó esta crónica, termina esta cita. Una de las últimas canciones que sonó en los Califas fue La noche Perfecta. “Gracias por escuchar y entender mi música. A este chaval, a este niño, a este hombre que desde Palma del Río soñaba con ser cantante. Gracias de corazón, mi Córdoba. Te quiero y te llevo siempre dentro”. La cita entre Córdoba y Antonio José llegó a su fin, dando por hecho que ambos se hacían mucha falta. Todos te renuevan el pacto.
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