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La plaza de Capuchinos ha acogido el concierto-homenaje que le ha realizado Antonio Gómez El Turry al genio del flamenco Enrique Morente. Esta íntima versión de Misa Flamenca ha resonado en este escenario del Festival de la Guitarra de Córdoba, ante un público que no ha conseguido llenar el espacio.

El cante de El Turry en un Kyrie inicial ha crujido la noche cordobesa y ha dado paso a una escena de puros ritmos flamencos con palmas rápidas que se pierden ante el ojo del espectador.

Esta misa la ha cerrado El Credo, una letra impregnada del tradicional dolor y aguante cristiano, que ha recibido los vítores de los asistentes. Con ello, se han adentrado en una fusión entre poesía y flamenco que ha traído a Córdoba las raíces gitanas de este género, muy presentes en los trabajos de Morente.

La interpretación de Aleluya le ha valido el aplauso del público, que ha agradecido que cada componente del cuadro flamenco versione individualmente esta conocida letra. Sobre el escenario, además de El Turry, han estado Rubén Campos, a la guitarra; Joan Masana, al contrabajo; Miguel Cheyenne, a la percusión; David Moreira, al violín; y Álvaro Gallego, Aroa Fernández e Irene Molina, a los coros.

Todos ellos, vigilados por la figura del Cristo de Los Faroles, han culminado con éxito su paso por este festival con Eco de Morente, una pieza original de Antonio El Turry, que ha demostrado una vez más que la influencia de la figura del cantaor sigue presente a día de hoy.

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