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Durand exporta el sonido del Berlanga a Londres, Toulousse y Barcelona

El productor cordobés Durand, desde su estudio.

Juan Velasco

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Para el productor cordobés Durand, estos días están siendo especiales. Tras dos años editando canciones en sellos internacionales, el inminente lanzamiento de Exuvia en el sello catalán Factor City, uno de los más relevantes de la escena electrónica en España, ha venido acompañado de un puñado de interesantes reseñas en medios generalistas como Radio 3 (a través de Siglo XXI) y de los portales más relevantes del sector (Clubbingspain y DjMag, entre otros).

De alguna manera, todo ha cuadrado de la forma que para él tiene más sentido: a través de la música. El lanzamiento lo ha pillado en plena reorganización de su estudio doméstico y en una etapa de cambio personal, a la que hace referencia el propio título del disco. “La exuvia es el exoesqueleto que dejan los artrópodos después de la muda. Es un proceso de cambio y el título alude a eso y al momento que estamos viviendo, en el que todo parece ciencia ficción”, explica Durand a este periódico desde su estudio, ubicado en su propia casa.

En él se refugia a menudo cuando su negocio y su familia le permiten un respiro, que siempre dedica a la música. Desde hace poco más de dos años lo hace componiendo. Antes, lo hacía como promotor, dj y gerente de Berlanga, un club cuyo cierre dejó huérfanos a una parte de los aficionados a la música electrónica en la ciudad, pero que a Durand, de alguna manera, le empujó hacia el estudio. Aquella otra muda, cuyo esqueleto sigue visible en la calle Alfaros, le llevó a producir y a publicar sus primeros temas.

Los últimos que ha compuesto se publican el martes, pero este domingo estrena en este periódico un pequeño vídeo de Efímero Iceberg, realizado por el artista cordobés Rebote, el que fuera su socio en Berlanga, y que toma como fuente de inspiración el cambio climático.

Así, entre el espacio y la tierra, la música de Durand ha ido poco a poco tomando cuerpo, de EP en EP, hasta llegar a Exuvia, un disco compuesto durante el confinamiento y editado, por primera vez, en un sello nacional. “Factor City es un referente. Llevan veinte años y sacan cosas que ya están filtradas. La verdad es que me piden bastantes cosas de fuera, pero me hacía mucha ilusión sacar un EP aquí”, indica el productor, que ha editado su música en sellos como Nein Records (una discográfica a caballo entre Berlín y Londres) y Esthétique (Toulousse).

¿Y a qué suena esa música? Durand no se siente nada cómodo con las etiquetas y, aunque acepta que se la catalogue como cosmic dark disco, considera que sus influencias son más de estilos como el EBM, la música industrial y la new wave, los mismos con los que solía adornar sus sets en Berlanga y que le conectan con otro de los productores bandera nacidos en Córdoba: Javi Redondo.

“Es cierto que predominan sonidos más sucios, líneas de bajo muy potentes y sintéticas, modulaciones poderosas. Pero yo no considero que mi música sea dark disco o no me parece que sea muy encasillable en ese sonido”, reconoce el productor, que defiende, en cualquier caso, su búsqueda de un sonido con la suficiente entidad como para ganarse un hueco en la escucha doméstica y en los clubs. Sea cuando sea que estos abran.

Llegado este punto, Durand rememora sus días como gerente del añorado club Berlanga, el último gran club de música electrónica de Córdoba, que cerró sus puertas en 2018. “No creo que hubiésemos podido abrir ahora. Con los recursos del mismo negocio en sí, imposible. Yo estaría desvistiendo santos para vestir otros. Muchos garitos han caído y seguirán cayendo”, reflexiona con una mezcla de añoranza y resignación ante la actual situación.

Situación que seguirá agravándose mientras sigan escuchándose declaraciones como las que hizo la semana pasada el ministro de Cultura, José Manuel Rodriguez Urives, distinguiendo veladamente entre las salas de conciertos y los clubs de música electrónica. “Lo que dijo el ministro es una mamarrachada importante. Lo que ocurre es que, como no tienen ni idea, pues a partir de un rango de edad asocian las discotecas y los clubs a niñatos y a cosas como lo que ocurrió con estos dos idiotas de Málaga (Les Castizos)”, apunta el productor cordobés, muy crítico con la consideración de la política e incluso la propia sociedad hacia la cultura.

“En España estamos a años luz de otros países europeos a la hora de considerar la música electrónica como cultura”, concluye Durand, que reconoce que durante el confinamiento vivió días de un “bloqueo enorme por todo lo que estaba pasando”. Afortunadamente aquellos días son historia y además han dejado una exuvia con la que el productor cordobés podrá marcar un punto y aparte en su trayectoria.

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