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Un busto de Calígula encontrado en Córdoba, vendido y expuesto en Alemania

Busto de Calígula encontrado en Córdoba y adquirido por un museo alemán.

Alfonso Alba

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Calígula es uno de los emperadores más famosos y, a la vez, con peor fama del Imperio Romano. La leyenda sobre que hizo cónsul a su caballo ha trascendido generaciones a lo largo de casi dos milenios. Su breve mandato, de apenas cuatro años, hace pues aún más inusual que en algún punto del vasto Imperio Romano existan retratos de su persona. Pero los hay. En Córdoba, en plena Guerra Civil y durante las obras de construcción del Banco de España en el Bulevar del Gran Capitán, fue hallado un busto en perfecto estado de Calígula. Tras una azarosa vida, ese busto ha acabado saliendo de España hace apenas tres años. Y con destino a otro país de la Unión Europea: Alemania.

Según ha divulgado en su blog de este periódico el profesor de Arqueología de la Universidad de Córdoba Antonio Monterroso Checa, el busto salió de España en el año 2017. La Fundación Cultural de Länder, la Fundación de Arte Ernst von Siemens y la Asociación de Amigos y Patrocinadores de la Glyptoteca de Munich lograron llegar a un acuerdo con una empresa de venta de arte antiguo de Barcelona, a donde había llegado el busto de Calígula. Con un precio que no ha trascendido, el busto fue vendido a estos filántropos alemanes, que desde 2017 los exhiben en la Gliptoteca de Múnich, un histórico museo creado en el siglo XIX en la capital bávara.

Pero, ¿cómo en el siglo XXI ha salido de España una obra de arte de un valor incalculable? La ficha de la empresa donde se ha vendido el busto de Calígula señala a quien pertenecía: a los herederos del constructor del edificio donde apareció. “La información proveniente de la familia dice que esta pieza vino de lo que es ahora el Banco de España en Córdoba, avenida Gran Capitán 7”, asegura la etiqueta comercial de este busto. El edificio fue construido entre 1936 y 1939 por Secundino Zuazo Ugalde, que murió en 1943. Tras su fallecimiento, y según la relación que hace la casa comercial, el busto pasó a manos de Carlos Erroz Urchulutegui y su esposa Maria Teresa Erroz Urchulutegui, nacida como Esparza Guinea. Esta mujer murió en 2008, y por herencia el busto fue a parar a manos de Eduardo Erroz Esparza, Isabel Erroz Esparza, Cristina Erroz Esparza, Enrique Ruiz-Gimenez Erroz, Teresa Ruiz Giménez-Erroz, Jose Carlos Ruiz-GImenez Erroz y Carlos Erroz Esparza en 2008. Ahora está ya en manos del museo de Múnich.

El busto ha sido vendido con la correspondiente licencia y sin que el Gobierno español haya ejercido derecho de tanteo alguno sobre el mismo. Su hallazgo, según consta en su ficha, es posterior al año 1911. Hasta entonces, en España todo el patrimonio histórico y artístico se podía vender, de ahí que haya pórticos y hasta rejas de catedrales españolas en Estados Unidos. La promulgación de la Ley de 7 de julio de 1911 y su correspondiente Reglamento de 1912 supuso un paso trascendental en el ámbito tutelar del Patrimonio Arqueológico, especialmente en los fondos privados, “al intentar equilibrar el carácter absoluto del derecho de la propiedad privada con los intereses generales que representaban en su identidad los bienes arqueológicos. No cabe duda que, aunque hubo luces y sombras en su aplicación, representó un paso trascendental para convertir a los bienes arqueológicos en dominio público”, según resume el profesor de la Universidad de Sevilla, José Fernando Gabardón de la Banda. Posteriormente se promulgó otra ley de protección del patrimonio, más estricta aún, durante la II República, en 1933. No obstante, su venta se ha producido en 2017, con la ley de patrimonio actual, en la que se tiene que detallar claramente el origen de la obra.

Según consta en la descripción de la pieza que ha hecho la propia empresa comercializadora, el busto de Calígula está bien conservado y jamás ha sido publicado. “Se deduce que es dicho emperador por comparación con los retratos de monedas acuñados cuando lo nombraron emperador en el 37 a.C. cuando se sucedió la muerte de Tiberio”, señalan. “Calígula se muestra aquí con la corona civica, indicando su estatus como emperador y salvador de la ciudadanía de Roma”, resumen. Ahora lo podrán ver los alemanes. Y los cordobeses que vivan o vayan de turismo a Múnich.

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