Antonio Colinas: “Si no hubiese venido a Córdoba no sería poeta”
Antonio Colinas nació en La Bañeza (León) a finales de los años cuarenta, pero se hizo poeta en Córdoba, en los sesenta. Colinas, que este viernes dialoga con Joan Margarit dentro del festival internacional de poesía de Cosmopoética, confesó en un café con la prensa en el Musa que se hizo poeta en esta ciudad. “Si no hubiese venido a Córdoba no sería poeta”, llegó a afirmar.
Colinas vivió tres años en la ciudad, donde conoció y leyó a los poetas cordobeses Ricardo Molina y Pablo García Baena, conoció a los clásicos y en clase, además, profundizó en la literatura. En definitiva, Córdoba fue una ciudad que le inspiró y evocó, y convirtió en poeta, allá por los años sesenta. “Aquí escribí mi primer poema”, dijo, durante el café con la prensa.
Antonio Colinas, premio Nacional de Literatura en 1983, asegura que “para mí la poesía es un proceso que domina la vida”. “Es otra forma de vida. La poesía metamorfosea lo cotidiano, la realidad, la enriquece. A la vez encontramos una vía de conocimiento a medida que avanzamos en el tiempo. Vamos descreyéndonos de teorías. Ser poeta es una manera de ser y estar en el mundo”, arrancó.
“Para mí el poema ideal es aquel en el que el poeta siente y piensa a la vez. La poesía trabaja desde el hermetismo, desde el racionalismo. Desde ese punto de vista es una práctica muy límite. Es la palabra nueva”, sentenció.
“Nunca digas en un mal poema lo que puedes decir en un ensayo excelente. Me siento más cómodo escribiendo un artículo que no un poema”, agregó también, a preguntas de los periodistas, un escritor que además ha traducido al castellano a Nobel de la literatura como Salvatore Quasimodo.
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