Viene el autobús, aplástese contra la pared, gracias
Vecinos de las calles Jesús del Calvario y Frailes protestan a causa la invasión de las aceras por vehículos de la línea 1
En teoría, solo iban a pasar microbuses ecológicos, los mismos que estaban pensados para adentrarse en el casco antiguo de Córdoba, ampliando la red de transporte público de Córdoba. La realidad es que los autobuses a gasoil, más grandes y ruidosos, han hecho suya estas estrechas calles que unen las iglesias de San Lorenzo con la de los Padres de Gracia. Hace menos de un año, por ambas calles no pasaban autobuses, por la estrechez de alguno de sus puntos.
Y donde el paso es más angosto, también viven familias. Por eso, hay vecinos que asoman primero un ojo antes de atreverse a sacar un pie. Porque, literalmente, los coches de línea circulan a un paso de su puerta, especialmente cuando se trata de los de mayor tamaño.
Las protestas empezaron hace meses, nada más cambiarse el trazado de las líneas. Los primeros en alzar la voz fueron los vecinos del Patio Vesubio, quienes colgaron dibujos infantiles en la fachada de su edificio, quejándose de la situación y de los riesgos a los que se enfrentaban.
Nada ha cambiado desde entonces. La circulación sigue igual de fluida que siempre. Y el paso de los autobuses grandes es cotidiano. Pero ayer, algunos vecinos, ya hartos, decidieron llamar a los medios de comunicación para mostrar a lo que se enfrentan diariamente cuando circulan por su propia calle. Acudieron varios periodistas y una cámara de televisión. Y esperaron.
El circuito habitual de autobuses se volvió, de repente, mucho menor. “En una hora han pasado dos autobuses, cuando lo normal es que pasen cada 12 minutos”, dijo Galileo Florindo, coordinador local de IU y vecino de la calle Cristo (perpendicular a Jesús del Calvario) que acudió como político y afectado para apoyar la reivindicación. Además, los dos únicos vehículos que circularon fueron microbuses ecológicos. “Esto no es lo normal”, decían los vecinos.
Los vecinos están recogiendo firmas para solicitar al Ayuntamiento que tome medidas. Se quejan de que no pueden pasar, de los ruidos, la contaminación y el deterioro del firme, remodelado hace un par de años para convertirlo en plataforma única y dar prevalencia al peatón, pero por donde coches, motos y autobuses campan a sus anchas, mientras los transeúntes se aplastan contra la pared.
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