Tricornios de metro y medio
La Guardia Civil vuelve a realizar una jornada de puertas abiertas para centros escolares
Un día al año, el patio de la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba enloquece. Decenas de personas, algunas de las cuales no alcanzan ni el metro y medio de altura, corretean histéricas de aquí para allá. Gritan, ríen, lo tocan todo. Son niños. Niños que se suben y bajan a los coches de la Guardia Civil, encienden las sirenas, las luces de emergencia, tocan el claxon y siguen gritando. Bienvenidos a la jornada de puertas abiertas para escolares de la Guardia Civil.
“Es bueno que se familiaricen con la labor que hacemos”, explica el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Córdoba, Francisco Fuentes Delgado. El máximo responsable del cuerpo policial en la provincia sostiene que esta forma de acercarse de los niños al material y la labor de los guardias civiles “también es una forma de que miren con confianza el papel de los agentes”.
Después de apretar todos los botones, vestir todos los trajes antidisturbios, escuchar las explicaciones de los agentes, de los especialistas en investigación científica y en otras ramas de la Guardia Civil, los chavales fueron testigos de un par de simulacros de intervención. Por un lado, ese en el que los perros entrenados para detectar droga demuestran sus capacidades. Y por otro lado, el momento en el que se escenifica el ataque a una autoridad y los agentes reducen al agresor. “Eso es de las cosas que más les gustan a los chavales”, asegura Fuentes Delgado.
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