Nuevo incidente violento en la prisión de Córdoba

El sindicato CSIF ha expresado su preocupación, a través de una nota de prensa, y condena firmemente un nuevo incidente violento que ha ocurrido este jueves en el módulo 9 de la prisión de Alcolea. Ante este nuevo altercado, el sindicato reclama a los responsables del establecimiento que extremen las medidas de seguridad para que sean acordes a la realidad actual que vive la prisión a fin de que no se ponga en riesgo la integridad de los profesionales. 

La central sindical informa de que todo comenzó cuando se procedía a la apertura de las celdas del citado módulo, cuando un recluso con múltiples antecedentes muy violentos sacó un pincho carcelario y empezó a enfrentarse a otro interno. Los funcionarios allí presentes lograron solventar la situación sin más incidentes, resultando magullado uno de los trabajadores durante la resolución del episodio violento. A continuación, uno de los reclusos que había participado en el incidente fue transportado al departamento de aislamiento del centro y el otro al de ingresos tras haber sido atendidos ambos en la enfermería.

CSIF, sindicato mayoritario en la prisión de Alcolea, recuerda que el pasado 23 de abril manifestó en una reunión informal con el subdirector de Seguridad de la prisión la enorme preocupación existente entre la plantilla penitenciaria por los numerosos incidentes violentos que se han producido en las últimas semanas en el centro y se avisó de la peligrosidad del interno que empezó el altercado de este jueves con un arma blanca para su correcta clasificación o, en su caso, traslado a otro establecimiento.

El sindicato agrega que, “una vez más, se suceden incidentes regimentales graves por las decisiones nada acertadas de los directivos de la prisión, en los que, afortunadamente, no han sucedido males mayores gracias únicamente a la profesionalidad del personal penitenciario”.

Finalmente, la central sindical recalca que “seguimos exigiendo el reconocimiento de la figura de agentes de la autoridad para los funcionarios, así como medios actualizados, una completa formación continuada y un endurecimiento de las sanciones a los internos que agredan a un trabajador de la prisión”.