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“Ha ardido todo en diez minutos, antes he pasado y no había fuego allí”

Juan Velasco

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Faltaban unos minutos diez minutos para las 14:30 cuando Antonia ha pasado por el mirador de Asuán, una zona semiurbanizada en la Sierra de Córdoba. Venía de trabajar (es cuidadora de Ayuda a Domicilio en varias casas de la zona) y volvía a casa en coche. A los pocos minutos, el whatsapp ha comenzado a sonar, con mensajes que se repetían en varios grupos.

Y, mientras comprobaba las notificaciones, el olor a quemado comenzaba a impregnar el aire de la zona, proveniente justo de la carretera que unos minutos antes había atravesado con su coche. Al mismo tiempo, una columna de humo comenzaba a atisbarse desde toda la ciudad de Córdoba, ubicada en las faldas de la sierra.

“Ha ardido todo en diez minutos, antes he pasado y no había fuego allí. Venía de trabajar y no había nada allí”, contaba Antonia a su hermana Lola por teléfono a las 15:08. Lola la había llamado mientras viajaba por la autovía del Sur, a unos 20 kilómetros de distancia del incendio, y desde donde se veía a la perfección la enorme columna de humo gris.

Si estaba asustada, por la voz no se le colaba el nervio a Antonia, cuya vivienda está a escasos dos kilómetros del mirador donde se ha iniciado el fuego. “Hay un grupo de emergencias que dice que la evacuación tiene que ser por Los Villares. El 14% lo van a cortar”, explicaba a su hermana, antes de enviarle los vídeos y fotos de los primeros compases de un incendio que, a la hora de publicarse estas líneas, han ido pasando de teléfono en teléfono por las redes sociales y apps de mensajería.

Y tenía razón. La carretera del desnivel del 14% ha acabado siendo cortada por los bomberos. Para entonces, el susto en Córdoba era mayúsculo. En la zona que ha comenzado a arder, entre Asuán y Las Dos Columnas, la población se multiplica en verano, buscando el fresco que aporta la vegetación arbórea y las piscinas de las parcelas. Contando con la barriada de Santa María de Trassierra (ubicada a unos pocos kilómetros del punto donde se ha desatado el fuego), la población que se vería afectada por las llamas podría superar fácilmente las 10.000 personas.

Nervios y civismo en la Piscina de Asuán

Eso sin contar a quienes suben a bañarse a la Piscina de Assuan, un complejo deportivo y acuático inaugurado en 1975 como la mayor piscina de Córdoba, y que dio nombre a la zona (se le llamó Assuan como la presa ubicada en la ciudad egipcia del mismo nombre y que entonces era la mayor del mundo). Este miércoles, ha habido que evacuar a medio millar de bañistas.

Y se ha hecho de forma paulatina y con mucho civismo, según cuenta a este periódico David, encargado de la piscina, un negocio familiar que hoy ha vivido un susto que en la zona ni se recordaba. “Mis padres me han dicho que llevamos 35 o 40 años sin ver algo así”, relataba el encargado, que reconoce que ha vivido con cierto nerviosismo los primeros compases del incendio.

“Me puse nervioso cuando vi la humareda, porque se veía cerca. Pero pronto lo que me pasó es que me preocupé por los clientes, que son los que nos dan de comer”, rememoraba David, que ha destacado que la mayoría de los bañistas han entendido la situación y el desalojo ha sido modélico.

Una vez evacuados los bañistas, David se ha quedado en la piscina. Él y su familia viven allí, así que lo que ha hecho ha sido poner a disposición del Infoca el agua de la piscina y de un aljibe. La cooperación entre vecinos de la zona, como David, y los operativos de lucha contra el fuego ha sido clave para atajar las llamas.

Claro que esta zona es precisamente famosa por su grupo de pronto auxilio, los Voluntarios de las Siete Fincas, más de medio centenar de personas que trabajan codo con codo con los bomberos del Centro Operativo Provincial de Los Villares (COP) en su trabajo de extinción y de prevención de incendios.

Están activos en toda la sierra y este miércoles han estado a pie de incendio trabajando hotanto con los vecinos (calmándoles y dándoles información) como con los bomberos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) de la ciudad de Córdoba, que fueron los primeros en llegar, y los del Plan Infoca, quienes, gracias a la proximidad, han atajado con celeridad las llamas que, si no han llegado a desatarse en las primeras horas, ha sido porque el viento soplaba por debajo de 20 kilómetros por hora.

La regla para que un incendio sea catastrófico es el 30-30-30 (más de 30 grados de temperatura, menos del 30% de humedad y vientos de más de 30 kilómetros por hora). Afortunadamente, el viento hoy soplaba a favor cuando los aviones del Infoca comenzaron a sobrevolar el cielo de Córdoba a las 15:00.

La figura y el sonido de las aeronaves ha templado los nervios de toda una ciudad que, a la hora del telediario, si miraba por la ventana, veía una intensa columna de humo, si miraba el televisor, veía a toda España sufriendo las consecuencias de los incendios forestales en plena ola de calor, y si miraba el móvil, tenía imágenes y vídeos del fuego en la Sierra de Córdoba.

Antonia no volvió a escribir en el grupo de la familia hasta las 17:48. Había pasado tres horas desde que se bajó del coche oliendo a humo. Entonces, hizo una captura de pantalla de la información del Infoca en Twitter que decía que el fuego estaba estabilizado. La acompañó de tres palabras. “Va todo bien”.

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