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La Junta destina 4 millones de euros al sector del toro bravo para compensar pérdidas por la Covid

Toros bravos en el campo.

Redacción Cordópolis

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La Junta de Andalucía ha anunciado este martes la puesta en marcha de un plan estratégico dotado con un presupuesto de cuatro millones de euros para la concesión de ayudas en régimen de concurrencia no competitiva a las explotaciones de cría de ganado bravo de Andalucía, con el objetivo de compensar a sus titulares por las pérdidas sufridas debido a las limitaciones impuestas durante la crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus Covid-19 y evitar así la desaparición de esta actividad.

El plan diseñado por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible estima un pago por animal elegible (aquellos de la especie bovina registrados en el Sistema Integrado de Gestión Ganadera de Andalucía a 14 de marzo de 2020 como hembra de raza 'lidia', mayor de 42 meses y que haya parido un ternero de la raza 'lidia' en los últimos 12 meses), con una modulación por la que podrá incrementarse un pago básico con complementos adicionales que permitan canalizar las ayudas hacia las explotaciones que hayan soportado mayores pérdidas. El importe de la ayuda inicial sería de 250 euros por animal elegible, el cual puede ser incrementado hasta en 400 euros adicionales y se concederá a un máximo de 120 animales por beneficiario.

Según ha explicado en rueda de prensa el consejero de Presidencia y portavoz del Ejecutivo andaluz, Elías Bendodo, la crisis sanitaria ha perjudicado al sector con importantes pérdidas económicas ocasionadas por la parálisis de fiestas, festejos y eventos asociados al sector, así como por el incremento de costes ligados al incremento de animales en las fincas, lo que está poniendo en peligro el valioso patrimonio genético, la labor medioambiental del toro bravo y el tejido rural asociado a esta ganadería.

Fruto de ello se incluyó a este sector entre los destinatarios a las ayudas excepcionales por el Covid (medida 21 del PDR), cuyo objetivo ha sido subsanar los problemas de liquidez que ponen en peligro el mantenimiento de esta actividad ganadera, lo que ha supuesto que reciban ayudas por un total de 1,2 millones de euros.

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible es consciente de la necesidad de seguir trabajando para evitar la desaparación de las explotaciones y fomentar la conservación de esta raza y sus encastes en Andalucía, por lo que desde el pasado mes de julio ha mantenido reuniones con representantes del sector con el objetivo de buscar soluciones y poner en marcha medidas específicas que den respuesta a las demandas de estos ganaderos.

Según subraya la Junta, la ganadería brava contribuye al desarrollo rural de Andalucía en términos económicos y sociales, aportando enormes beneficios medioambientales. Se trata de un sistema de producción ganadera muy particular, en el que se gestiona la ganadería de manera sostenible, al emplear una raza autóctona muy rústica y bien adaptada a las condiciones de las dehesas. Además, constituye un elemento modelador y conservador del paisaje, en perfecta armonía con el medio ambiente.

Plan integral de fomento del toro bravo

Por otro lado, el Consejo de Gobierno ha aprobado el impulso definitivo al Plan Integral para el Fomento del Toro Bravo. El Gobierno andaluz dio los primeros pasos para la elaboración de este documento para el fomento del toro bravo tras varios encuentros entre representantes de las consejerías de la Presidencia, Administración Pública e Interior; Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible; Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local; Educación y Deporte, y Cultura y Patrimonio Histórico, con objeto de dar respuesta a las demandas de los ganaderos que han mostrado su preocupación en representación de las asociaciones y uniones de criadores de toros bravos y con el apoyo de Asaja.

Según la Junta, el plan demuestra su “compromiso con el sector y su importancia como generador de riqueza” y persigue crear un espacio de trabajo para abordar de una manera integral la defensa y promoción del toro bravo desde diferentes vertientes, como la social, económica, cultural o educativa.

Entre las primeras cuestiones que se abordaron se encuentran las diferentes líneas de ayudas y subvenciones impulsadas por la Consejería de Agricultura a través de fondos propios y otros procedentes de la Unión Europea, así como su apuesta por la armonización de una política de apoyo a la ganadería del toro bravo como raza autóctona e identitaria de la comunidad autónoma, desde una perspectiva de tratamiento ecológico de este tipo de explotaciones y vinculada al estudio de proyectos de absorción de CO2.

Visitas guiadas y tutas turísticas vinculadas al toro

Desde el punto de vista de la promoción turística, la Consejería de Agricultura ha ofrecido su apoyo a la canalización de los posibles productos de interés que el sector pueda elaborar para acercarlos a los operadores turísticos.

En este sentido, entre los que sugieren los empresarios ganaderos, se encuentran las visitas guiadas y experimentales a las fincas y las dehesas para conocer de primera mano la realidad del mundo del toro bravo, único en su especie. También la creación de rutas turísticas que incorporen comercios relacionados directamente con el toro bravo, que pasan por el arte, la gastronomía o la ecología.

En colaboración con la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico se continuarán acometiendo los expedientes de declaración de BIC referida a las infraestructuras que merezcan tal nivel de protección arquitectónica y su puesta en valor mediante la divulgación cultural, así como contribuir a la elaboración, junto con la Consejería de la Presidencia, de una red de municipios taurinos y a la creación de unos Premios Andalucía de Tauromaquia con carácter anual.

Según la Junta, los ganaderos y Asaja han planteado la necesidad de establecer medidas que contribuyan a paliar la crisis económica que azota al sector, debido a la pandemia del coronavirus, entre las que destacan la armonización de la política sanitaria animal, la revalorización del factor ecológico como algo inherente a la ganadería brava y su entorno natural, la promoción del consumo de carne de ganado bravo como producto sostenible o las ayudas para la digitalización de las ganaderías y sus proyectos medioambientales.

La Consejería de la Presidencia, Administración Pública e Interior ha adquirido el compromiso de analizar la posibilidad de autorizar la celebración de espectáculos públicos en fincas ganaderas con carácter excepcional y de acuerdo con las prescripciones normativas de seguridad correspondientes sobre la base del actual Reglamento Taurino de Andalucía y en conexión con el nuevo decreto por el que se regulan los festejos taurinos populares.

Del mismo modo, y para acometer proyectos educativos con objeto de dar a conocer de primera mano la cría de esta especie y los valores que atesora el mundo rural, podrían contar también con la colaboración de las Escuelas Taurinas de Andalucía, cuya regulación se encuentra actualmente en tramitación.

La producción ganadera cuenta con peculiaridades que la diferencian del resto de explotaciones ganaderas, sobre todo en lo que se refiere a la orientación productiva y al ciclo de vida de los animales, que en el caso del ganado bravo es mucho más prolongado de lo normal. Asimismo, la estructura de las explotaciones es muy singular, dado que en ellas se asumen todas las fases productivas sin que exista especialización de alguna de las etapas del ciclo, de manera que los costes e ingresos generados a lo largo de toda la cadena de producción recaen sobre el mismo productor.

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