Las exhumaciones de las fosas de Córdoba recuperan 880 cuerpos

Los trabajos para exhumar a las víctimas del golpe de 1936 y la represión franquista que yacen en las fosas del cementerio de La Salud en Córdoba se paralizan durante el verano y, en este año y ocho meses desde que comenzaron el 23 de octubre de 2023, han recuperado un total de 880 cuerpos, de los que hasta el momento se han certificado como víctimas represaliadas los restos de 141 personas. Ese es el balance que se hace tras esta última semana de junio en la que han finalizado las tareas y se han preparado las zonas de trabajo para que el calor les afecte lo menos posible, hasta retomarlas en septiembre.
Hasta ahora, todas las víctimas de la represión han sido localizadas en el cuadro de Virgen de los Dolores -explica a Cordópolis el coordinador de los trabajos, Daniel Quiroga-. Fue justo en ese cuadro donde en octubre de 2021, los sondeos previos hallaron los restos de al menos trece personas, asesinadas y arrojadas unas encima de otras, confirmando la aparición de una gran fosa común de represaliados de la Guerra Civil en este cementerio. Esos sondeos mostraron certeza sobre la realidad que documentos, testimonios orales y escritos, además de pruebas fotográficas, habían descrito: más de 4.000 personas fueron represaliadas y asesinadas durante la Guerra Civil y el franquismo en Córdoba, y arrojadas en su día a fosas comunes de los cementerios de La Salud y San Rafael.
Y precisamente en el cuadro de Virgen de los Dolores es donde se quiere centrar la tarea que quedará a partir de septiembre y durante los cuatro meses que habrá por delante hasta que el actual contrato en vigor para realizar los trabajos expire con el final de 2025. En dicho cuadro queda por excavar una zona, pegada al cuadro de Santa Bárbara de enterramientos militares, y ahí se acometerán las labores con dos objetivos: excavar y exhumar por completo la zona y, de otro lado, comprobar si esta gran fosa continúa por debajo de la de los enterramientos de militares.
Trabajos en otras zonas del cementerio
En paralelo, se trabaja también en el cuadro de San Plácido, donde los sondeos previos dieron inicialmente resultado positivo en 2019 al buscar otra fosa común, pero donde todos los cuerpos extraídos hasta ahora no han certificado que se traten de víctimas represaliadas, sino de enterramientos por apilamiento de ataudes de las denominadas fosas de caridad. Todos esos restos permanecen custodiados también, junto a los extraídos de Virgen de los Dolores.
Los trabajos en San Plácido continuarán también en septiembre, si bien dado ese resultado, la hipótesis que baraja el equipo de especialistas que trabaja en La Salud es que las fosas de represaliados puedan encontrarse en otros espacios de la zona alta del cementerio, como los cuadros de San Dimas o La Anunciación. No hay documentación y solo la excavación confirmaría o no esta tesis, si bien con el actual contrato limitado no se podrá llevar a cabo un sondeo en esas zonas.
Hasta este parón veraniego, los trabajos también se han llevado a cabo en el cuadro IV, al este del de Virgen de los Dolores, pero ahí el sondeo y la excavación han dado resultado negativo hasta en cuatro niveles, por lo que se procede a su cierre.
Fin del convenio y trabajos por hacer
De momento, el convenio y la financiación de las cuatro administraciones -Gobierno, Junta de Andalucía, Diputación Provincial y Ayuntamiento de Córdoba- señala que los trabajos llegarán hasta finales de 2025. Pero los especialistas ya advirtieron que la dimensión de las fosas de La Salud requerirá de prorrogar la tarea y el Ayuntamiento ha asegurado que ya se trabaja con el Gobierno de España para un futuro convenio que dé continuidad al actual que vence en 2025 y se puedan contratar nuevos trabajos de exhumación para completar la actuación en el cementerio.
Mientras, en paralelo a la recuperación de los cuerpos de las fosas, los restos de cada individuo y los objetos que aparecen junto a ellos son analizados pormenorizadamente por antropólogos, arqueólogos y conservadores.
De los restos se extrae así el perfil biológico más ajustado posible de cada víctima -sexo, edad, estatura, enfermedades, etc-, así como de los detalles y objetos que dan información sobre esa persona.
Esa caracterización queda documentada y será complementaria para la prueba de ADN que, finalmente, se realice en el laboratorio encargado para ello en la Universidad de Granada y certifique la identificación de las víctimas en los casos que pueda comprobarse con sus familiares.
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