La Santa Faz prepara el estreno de su nuevo paso de palio para 2018
La hermandad de la Santa Faz prepara ya lo que será su estreno más importante en la Semana Santa de 2018: el nuevo paso de palio de María Santísima de la Trinidad. En concreto, estrenará techo y bambalinas, de las que la delantera irá ya bordada; respiradero frontal en orfebrería y una modificación y enriquecimiento de los varales. Todo el conjunto tendrá nuevas dimensiones, por lo que ha sido necesario la realización de una nueva mesa.
El diseño del conjunto, de estilo rococó, ha corrido a cargo del cordobés Rafael de Rueda, diseñador muy presente en los estrenos que en los últimos tiempos están realizando algunas hermandades cordobesas como Sentencia, Resucitado o esta de la Santa Faz. Por su parte, el bordado está siendo ejecutado en hilo de oro por el ecijano Jesús Rosado sobre terciopleo de color azul plomo. Así serán todas las bambalinas, nuevas, aunque solo la delantera irá bordada en su parte exterior e interior el año próximo. Será “con una exquisita interpretación de variados puntos, destacando las cartulinas y la hojilla”, según informó la hermandad de la Trinidad en una nota.
En la bambalina es destacable la cartela central, enmarcada por rocallas y en la que aparece la coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad como Reina y Señora de la creación. Esta escena va bordada en sedas y está inspirada en el lienzo del pintor cordobés Antonio del Castillo que se conserva en el convento de Jesús Nazareno. Dos jarras de lirios en plata bordadas al aire flanquean dicha cartela haciendo alusión a la visión de Santa Gertrudis la Magna, que llamaba a la Virgen “Lirio Blanco de la Trinidad”, al ser Hija del Padre, Madre del Hijo y Esposa del Espíritu Santo. Una gran corona cierra el conjunto en la parte superior.
El interior de la bambalina lleva escrito en su parte central “Bendita sea tu Pureza” y todo el perímetro de las bambalinas está rematado por su parte inferior con un original fleco consistente en el tejido de una red de bellotas de oro de la que penden borlas en seda y oro y espejuelos. Por su parte, el techo de palio, que se presentará el próximo año aún liso, irá en color rojo cardenal.
Una de las piezas más llamativas del nuevo conjunto será el respiradero frontal, que por primera vez será de orfebrería en el paso de palio de la Virgen de la Trinidad. Para su realización se ha utilizado metal en unas partes plateado y en otras dorado y esmaltes en los colores de la cruz trinitaria: azul y rojo. La combinación de piezas con terminación en oro y plata se ha elegido por ser muy propia de la orfebrería cordobesa y de las piezas de Damián de Castro, artista que trabajó para la parroquia de la Trinidad, sede canónica de la Santa Faz, en el siglo XVIII.
En el respiradero destaca la cartela central, enmarcada en rocallas de un cincelado muy valiente que le da gran volumen, en rayos rectos y flamígeros que salen exentos del respiradero en su parte superior e inferior. Ésta recoge un relieve de una escena no muy corriente en el paso de una dolorosa como es la Adoración de los Reyes a Nuestro Señor Jesucristo, que es Divino y Humano en presencia de su Bendita Madre en Belén. Dicho pasaje está basado en la escena que Pedro Duque Cornejo tallara en el siglo XVIII para la sillería del coro de la Catedral de Córdoba.
Por otro lado, los varales presentarán una mejora y enriquecimiento. Rafael de Rueda ha diseñado un cambio en la disposición de tubos y el cincelado de tan sólo tres nuevas piezas, lo que da a los varales una visión completamente distinta de la que tenían. También aquí, como el respiradero, se combinan los colores de la plata y el oro y se utilizan, como motivo decorativo y singular, esmaltes en los colores rojo y azul. Por último, la nueva mesa que se ha hecho necesario realizar debido a las nuevas dimensiones de todo el conjunto está siendo realizada en madera y metal por el ebanista cordobés Juan Pérez Sánchez.
El nuevo paso sustituirá la próxima Semana Santa al que se ha estado utilizando hasta este mismo año y que fue estrenado en el año 1995 con diseño de Fray Ricardo de Córdoba y realizado en aplicación por el taller San Rafael y el de la propia hermandad.
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