El olivar cordobés, también afectado por la borrasca Bernard
Los efectos de la borrasca Bernard no solo dejan estragos en la capital cordobesa, sino que el campo también ha sufrido unos daños que tardarán años en arreglarse. La falta de agua en los últimos meses ha endurecido la situación de la aceituna en Córdoba, recolecta que ya estaba en entredicho antes de que el viento llegase para dificultar aún más el problema. De hecho, el vendaval hubiera sido aún peor si llegase en tres semanas aproximadamente, tal y como ha apuntado el agricultor más famoso del campo andaluz, Tomy Rohde, en sus respectivas redes sociales.
En primera instancia, el influencer ha comprobado su terreno y en un vistazo inicial ha podido estimar la caída entre dos y tres kilogramos de aceitunas por olivo. Una cifra que parece irrisoria, pero que si se multiplica por el número total de árboles “son muchos kilos” tal y como recalca Tomy. Por otro lado, el agricultor advierte que si llega a existir agua, junto al viento, “al reblandecer el suelo, arrancaría los olivos de cuajo o los tumbaría”. Además, Rohde ha grabado un video de su extensión y también se puede comprobar como cinco postes de luz están en el suelo a causa de las ráfagas de aire.
Para conocer aún más testimonios, CORDÓPOLIS se ha puesto en contacto con Eutimio Sánchez, agricultor con un terreno en el Pico de la Perdiz y que reconoce a este periódico que ha sufrido “muchos daños” con 20 o 25 olivares rotos y con muchas aceitunas en el suelo. De hecho, el profesional del campo también ha podido comprobar el estado de las extensiones de sus compañeros de cooperativa y se encuentran en la misma situación. Además, el olivar cordobés ya se encontraba en una situación delicada debido a la gran sequía que le azotaba y la borrasca Bernard solo trajo consigo seis litros de precipitaciones durante la noche del domingo.
Por otro lado, Eutimio ha hecho un balance de los daños materiales y ha explicado que unos diez kilos de aceitunas por olivo se han caído al suelo, más las ramas que se han roto y se suelen recuperar en 20 años hacen que sean, por el momento, incalculables este agravio en cuanto a dinero se refiere. Esto, sumado a que “no tiene nadie seguros agrícolas, solo puntuales” porque “son bastante caros” y que “nadie sabe nada de soluciones” obliga a movilizarse para saber “los daños reales”. “La precariedad que tenemos... Tenemos pocas ayudas y esto nos ha destrozado. Tenemos una condición muy difícil”, ha culminado.
0