Los alojamientos rurales de Córdoba rozan el lleno como refugio ante el calor a un precio más asequible que la costa
Los alojamientos rurales de la provincia de Córdoba rozan actualmente el lleno y es raro que haya alguna vivienda con piscina que esté vacía. Es la solución que muchos han buscado como refugio ante la ola de calor que no parece tener fin y que está al alcance de los bolsillos por precios más baratos que unas vacaciones en la costa.
Así lo ven desde la Asociación Empresarial de Turismo Provincia de Córdoba (Emcotur), consultada por este periódico, que señalan que los alojamientos rurales “están casi al 100%, sobre todo los que cuentan con piscina”, explica su presidente, Antonio Ramos.
La situación es similar en las distintas zonas de la provincia y sí se ha observado que las reservas, como en los últimos tiempos, suelen hacerse con poco tiempo de antelación.
Lo que destacan desde Emcotur es que los alojamientos rurales en la provincia se adaptan a los presupuestos familiares mucha veces mermados con la actual inflación. De entrada, la distancia para llegar a ellos es menor y los precios de los propios alojamientos también son más bajos que en otros lugares de vacaciones como la costa.
Aunque sí se ha notado que en cierto tipo de alojamientos, las reservas son ahora por menos días. “En las casas rurales sí se cogen por temporadas más largas, pero en hoteles se hacen reservas por menos días”, dice Ramos. “Reduciendo algo los días, se reduce el gasto”.
“Estamos alcanzado el 100% prácticamente”, reitera el delegado de Alojamientos Rurales de la entidad. “La gente quiere descontectar e ir a un sitio más económico”. Porque asegura que en los precios se mantienen los del año pasado, con una media de 30 euros por persona y noche, dependiendo de si se alquila una vivienda completa o una unidad compartida, o bien se acude a un complejo con varios alojamientos o a un hotel rural.
“Hemos procurado mantener los precios y se han mantenido respecto al verano anterior. Hemos asumido los gastos”, defiende, para poder llenar los alojamientos. “La gente tiene un presupuesto para vacaciones. Y da para lo que da, así que se reduce la estancia algo, pero sigue saliendo más económico” que otros destinos.
Sobre el horizonte de futuro sí hay más “incertidumbre”, advierten. Y es que ya sea por la situación económica actual y la que se avista para el otoño, la cuestión es que “se están retrasando, flaqueando algo las reservas para otoño, cuando en otros años a estas alturas ya se movían bastante”, dice Ramos.
En todo caso, apuntan, la constante de reservas de última hora que se ha impuesto de un tiempo para acá, es lo que también prevénpara el otoño. “La gente necesita salir y una forma económica de hacerlo es el turismo de cercanía, con un viaje más barato y el alojamiento también”.
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