El paro registrado en la capital sube en 864 personas

La ciudad de Córdoba fija su cifra de demandantes de trabajo con desempleo registrado en 42.208 vecinos, casi la mitad de la provincia

Casi la mitad de los parados registrados en Córdoba viven en la capital. Y su número creció en enero. Córdoba ciudad vio cómo en el último mes otras 864 personas se registraban en las listas oficiales del desempleo. De esta forma, se han alcanzado en enero 42.208, volviéndose a las cifras de noviembre. Este marco temporal indica el regreso al paro de aquellas personas que terminaron sus contratos navideños, fundamentalmente en la hostelería y en el comercio.

El paro se sigue cebando especialmente con la mujeres de la ciudad. Más de la mitad del paro registrado corresponde a mujeres (23.321). Y ellas vuelven a superar por mucho a los hombres en los datos de demandantes de empleo, llegando a las 27.610 inscritas, por los 22.163 hombres que lo están.

Los partidos y los sindicatos han hecho sus propias valoraciones, siempre fijándose en las cifras a nivel provincial. El coordinador de Economía y Empleo del PSOE de Córdoba, Manuel Aguilar, ha destacado este martes que “a pesar del incremento en el número de parados registrado en el mes de enero” en la provincia cordobesa, donde hay 1.924 desempleados más que en diciembre pasado, “los datos interanuales siguen siendo positivos”.

Por su parte, el parlamentario andaluz del PP por Córdoba Miguel Ángel Torrico ha destacado este martes que “en Córdoba hay menos parados que al inicio de la legislatura del presidente Mariano Rajoy”, momento en el que la provincia registraba “un incremento del desempleo en tasa interanual del 9,21 por ciento, mientras que ahora, al final de la legislatura, la tasa interanual de desempleo desciende a un ritmo del 6,66 por ciento”.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, de Córdoba considera que hay que huir del mensaje conformista en relación al hecho de que el mes de enero sea siempre un mes negativo en relación al paro. El sindicato indica que “pese a que es habitual que el paro crezca en enero, no podemos resignarnos a este hecho como si fuera una plaga bíblica”.