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La pareja desahuciada el viernes regresa a su casa

FOTO: ALBERTO ALMANSA

Manuel J. Albert

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La dueña de la vivienda afirma que esta tarde se encontró la puerta abierta. “Si quieren volver los del juzgado, que vuelvan”, afirma

Lourdes Castro y su pareja, José Manuel Mengíbar, han vuelto a su casa del Campo de la Verdad. La misma de la que fueron desahuciados el viernes pasado. Lourdes ha explicado a este periódico que había recibido la llamada de una vecina diciéndole que “había movimiento en la puerta de mi casa, como si hubiese gente que intentase entrar. Cuando hemos llegado la puerta estaba abierta pero no nos habían robado nada. Así que nos vamos a quedar. Porque para que se quede vacía, nos quedamos nosotros dentro. Todas nuestras cosas están aquí”, afirmaba por teléfono. “Y si quieren volver los del juzgado, que vuelvan”, sentenció Lourdes.

La pareja pasará esta noche en su casa -“tenemos luz y agua”- y esperan que mañana lleguen los dos hijos de Lourdes, que han estado durmiendo en casa de un familiar desde que se produjo el desahucio. La plataforma Stop Desahucios tenía convocada para esta misma noche una concentración de protesta en la puerta de la vivienda.

La causa del desalojo se encuentra en el impago del préstamo de 72.000 euros que la familia pidió en 2005 al banco de Santander para reformar su casa. Solo pudieron hacer frente a los primeros 12.000 euros. Después, llegó la crisis y la depresión económica. Lourdes, de 35 años y con dos meses de embarazo de su tercer hijo, perdió su trabajo como cajera en una gran cadena de supermercados. Y su pareja, de 39, que había trabajado toda su vida alternando empleos de peón albañil, camarero, reponedor o repartidor, lleva años en el paro. La familia de cuatro miembros vive de los 426 euros de ayuda que el Estado paga a Lourdes.

El desahucio se produjo el viernes a las 10.05, cuando Lourdes regresaba a su casa tras dejar a sus dos hijos de ocho y 11 años en el cole, y a su pareja en un curso de formación. En la puerta de su vivienda le esperaban tres funcionarios del juzgado de Primera Instancia Número 2 de Córdoba acompañados de varios policías. Le dijeron que recogiera sus cosas, solo lo imprescindible, que no llamase a nadie y que desalojase su casa. Apenas si le dejaron sacar siete bolsas de plástico con algo de comida y ropa. El resto, sus muebles, sus electrodomésticos y el resto de pertenencias, se quedó dentro. El juzgado llegó a cambiar la cerradura de la casa para impedir el retorno.

El desahucio se ejecutó sin previo aviso. La Plataforma Stop Desahucios en Córdoba presentó el lunes una demanda contra el Juzgado de Primera Instancia número dos de Córdoba por cómo se ejecutó el pasado viernes el desahucio de una familia en una vivienda del Campo de la Verdad.

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