El Parador de la Arruzafa prepara su reapertura con una ocupación del 24% para julio
El Parador de la Arruzafa, en Córdoba capital, se prepara para reabrir sus puertas el próximo 25 de junio, tras reforzar sus protocolos de higiene y distanciamiento para garantizar la seguridad de sus clientes frente al coronavirus, y lo hace con la previsión, por ahora, de contar con una ocupación para este mes de julio del 24 por ciento.
En concreto y según han precisado a Europa Press fuentes de Paradores, para julio se han cerrado ya reservas en el Parador de la Arruzafa que garantizan la citada ocupación del 24 por ciento, mientras que para el posterior mes de agosto las reservas realizadas aseguran, por ahora, el 20 por ciento de ocupación.
En cualquier caso, en Paradores dan por hecho que estas cifras mejorarán, teniendo en cuenta que la reapertura de los establecimientos de la cadena hotelera pública está prevista para el próximo 25 de junio y que lo hace ofreciendo habitaciones desde 65 euros, por el alojamiento para dos personas y estancias desde el 25 de junio y hasta el 31 de julio.
Además, el Parador de la Arruzafa, edificado sobre las ruinas del palacete de verano de Abderramán I, con magníficas vistas a la ciudad, piscina y rodeado por un jardín que atesora las palmeras más antiguas de Europa, aplicará, como el resto de la cadena pública, procedimientos estrictos de higiene y distanciamiento, con los que Paradores aspiera a convertirse en el destino turístico más seguro, velando por la seguridad de sus clientes y empleados, que son 67 en el caso del Parador de Córdoba.
Estos nuevos protocolos de seguridad se aplicarán, tanto en las zonas de trabajo, como en las áreas que utilizan los clientes. Así en la recepción se procederá al 'check in' telemático, habrá mamparas de protección en los mostradores, se reducirán al máximo los documentos y se pondrá disposición de los clientes mascarillas y gel hidroalcohólico.
En las habitaciones se procederá a una desinfección profunda con productos viricidas antes de la entrada de cada cliente. Además se reforzará la limpieza en superficies con contacto frecuente, como mandos a distancia de la televisión, pomos de puertas, grifos o mandos de ducha, y habrá un precinto de desinfección en los dispensadores del baño y el teléfono, mientras que las sábanas y las toallas serán lavadas a altas temperaturas.
En lo que se refiere a gastronomía en los 'buffet' para desayunos se primarán las raciones individuales con una oferta caliente a la carta, habrá mayor distancia entre las mesas y desinfección de las cartas antes de cada uso, mientras que las vajillas se lavarán a más de 80 grados y se estucharán los cubiertos tras cada lavado, como garantía de higiene.
En la piscina se procederá a una desinfección exhaustiva de todas las instalaciones con productos biocidas, se depurará el agua siguiendo estrictamente la normativa y se reducirá el aforo en la instalación.
De esta forma, Paradores busca señalarse como “un destino de confianza”, que ha “reforzado” sus “protocolos de higiene y limpieza para que clientes y empleados cuenten con las máximas garantías de seguridad con un trato personalizado y la calidad que caracteriza a Paradores”.
El hecho de que la mayoría de los establecimientos de Paradores se sitúe en lugares apartados, lejos del turismo masificado, así como el tamaño de sus hoteles, casi todos medianos o pequeños, facilita el establecimiento riguroso de los controles de seguridad e higiene, para convertirlos en un lugar turístico seguro donde poder pasar las vacaciones.
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