Ilusión, ganas y nervios al ver de nuevo a los Reyes Magos en las calles de Córdoba
Dos años más tarde, las calles de Córdoba se han inundado de la ilusión de los más pequeños por ver a los Reyes Magos a escasos metros. Acompañados de sus padres o abuelos, los niños y niñas de la ciudad han esperado ansiosos la llegada de sus majestades desde Oriente.
Este 2022, Melchor, Gaspar y Baltasar han podido recorrer las avenidas principales de la capital, saliendo desde la Plaza de Santa Teresa. Así lo han hecho para evitar las aglomeraciones ante el importante aumento de los contagios por Covid en la sexta ola. Además, los Reyes han preferido dejar los caramelos y juguetes para llevarlos a cada casa durante la noche, como otra medida de seguridad para evitar más aglomeraciones. Aunque ha sido una decisión que ha tenido más o menos aceptación entre los cordobeses.
Rafael e Inma han esperado con sus hijos, Rafa y Ainoa, de 6 y 8 años frente a la taberna El rebate. Allí veían una cabalgata diferente, pero que ayuda a “lo más importante”, según ha expresado, “a que la ilusión de los niños no se pierda”. De 7 y 4 años, Adrián y Paula, veían pasar a los Reyes Magos junto a su madre, Vanesa, quien ha propuesto que “al menos podrían haber dado una bolsa de caramelos a cada niño”.
Carmen, que ha disfrutado junto a sus nietos de la Cabalgata, también ha echado en falta los caramelos. “Debería de haber habido, porque es la ilusión de los niños”, ha indicado, aunque asegura que, finalmente, ambos han acabado comprendiendo la medida tomada. A pesar de no haber habido dulces, los pequeños han disfrutado sin quitar ojo de las doce carrozas que han conformado la Cabalgata, en la que este año también se ha notado la disminución de asistentes en cada una, que ha estado al rededor de los ocho participantes.
Pero además de las carrozas, los pajes y los Reyes Magos, las familias han disfrutado además de los tres pasacalles y la banda de que las han acompañado. Las mariposas del primer pasacalles han fascinado a los asistentes, de igual manera lo han hecho los ángeles de otro de los pasacalles. “Anda, mira que van en patinete”, se ha escuchado esta tarde en las calles de Córdoba. Los cohetes han anunciado el inicio de la Cabalgata arrancando aplausos entre el público.
Antonio Manuel y Natalia han podido ver este miércoles a su rey favorito, Melchor, a quien Antonio Manuel ha pedido “una casa de Pepa Pig” y “coches y dinosaurios”, ha detallado la madre ayudando al pequeño a contar lo que ha incluido en la carta. Su hermana, ha pedido, según ha explicado, “unas zapatillas y unas rodilleras” para sus clases de baile moderno.
El desfile ha proseguido a un ritmo levemente acelerado por la Avenida de Cádiz, el Puente de San Rafael, Avenida del Corregidor, Avenida Conde Vallellanos hacia el Paseo de la Victoria, donde sobre las 18:45 cientos de niños acompañados de sus padres se han trasladado para no perderse el paso de los Reyes.
El itinerario, que este año ha pasado por las avenidas más amplias de la ciudad para evitar la acumulación de personas, ha proseguido por la Avenida Cervantes, Avenida América y Avenida Piconeros. Un recorrido en el que las otras protagonistas han sido las mascarillas, que también han estado presentes sobre las carrozas. Esta ha sido otra de las medidas en las que se ha hecho hincapié para poder disfrutar de la visita los Reyes este año.
Luna, lleva esperando “desde ayer”, según ha confesado su madre, Almudena, a que llegue esta noche para que los Reyes puedan traerle el bebé reborn y la tablet que ha pedido este año. Y es que, indiferentemente de si el rey favorito es Baltasar, como en el caso de Luna, Gaspar o Baltasar, todos esperan que se hayan acordado de los regalos que pidieron.
A escasas horas de que los más pequeños abran los regalos en sus casas, han mostrado su nerviosismo y entusiasmo por ver otro año más, o conocer, en algunos casos, a los encargados de dejar sus juguetes bajo el árbol. Y es que ni los superhéroes, que en patines han saludado a los niños; ni la Patrulla Canina, los dragones o los personajes de Rompe Ralph se han querido perder la rápida visita que Melchor, Gaspar y Baltasar han hecho por Córdoba.
Finalmente, las 12 carrozas han continuado por la avenida de los Piconeros, donde finalizarían en la Glorieta Ciudad de Nüremberg. Ahora, como ha explicado la pequeña Luna, de 9 años, quien particularmente ha escrito otra carta para los Reyes, el proceso es simple: “Antes de dormir, hay que ponerle los vasos de leche y agua” para que repongan fuerzas y sigan repartiendo ilusión en cada casa.
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