El juicio por la macroestafa de coches termina en acuerdo
El principal acusado, que se enfrentaba a 39 años de prisión logra tras la conformidad que la pena quede en nueve años |
Tras más de dos horas de negociación, los representantes legales de los 10 acusados de formar parte de una red de estafadores que implicaba a coches alemanes de alta gama, han llegado a un acuerdo con el Ministerio Público y los abogados de las aseguradores. Así han puesto punto final a un juicio que comenzaba este jueves.
La Fiscalía pedía un total de 73 años de cárcel para todos ellos, aunque el principal acusado se enfrentaba él solo a una condena de 39 años. Tras el acuerdo de conformidad, este enjuiciado, ha aceptado condenas que suman más de nueve años. Ni el principal acusado ni ninguno de los nueve han sumado penas de más de dos años. Todos han sido condenados al pago de las responsabilidades civiles.
Los diez personas estaban acusadas de estafa, simulación de delito, falsedad en documento oficial y delito de estafa en grado de tentativa por manipular el número de bastidor de varios vehículos de alta gama, doblar la matrícula y simular el robo para cobrar la indemnización de la compañía aseguradora.
El juicio llegó tras una compleja investigación de la Guardia Civil, que coordinó a sus comandancias de Ciudad Real y de Córdoba para llevarla a cabo. La investigación arrancó en mayo de 2012, cuando agentes del instituto armado de Ciudad Real alertaron a sus compañeros de Córdoba al localizar un BMW de la serie 7 que podía tener manipulada su documentación administrativa y números de bastidor incorrectos. El coche pertenecía a J. P. L., al que la Fiscalía Provincial de Córdoba pide 39 años de cárcel.
Según la calificación de la Fiscalía, J. P. L. trazó una compleja trama por la que hacía contratos de compraventa falsos y simulaba siniestros para cobrar posteriormente el seguro. De hecho, llegó a cobrar solo en un parte más de 80.000 euros por parte de las aseguradoras. Posteriormente, hacía desaparecer el vehículo, al que previamente le había doblado las matrículas y falsificado el número de bastidor, todo ello en connivencia con un taller de Córdoba y con varias personas más que actuaban como intermediarios.
La Fiscalía ha localizado hasta cinco operaciones supuestamente fraudulentas, tras una laboriosa investigación de la Guardia Civil. Por ello las penas son tan elevadas, ya que se multiplican los presuntos delitos de estafa (seis años de cárcel) por cada uno de los hechos.
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