Ganemos se distancia del cogobierno
La asamblea ciudadana de Ganemos celebrada el pasado 27 de julio ha cambiado el paso a la agrupación de electores, que ha regresado del verano con un discurso distinto. De momento, los concejales Rafael Blázquez y Vicky López marcaron este viernes distancias con el cogobierno, principalmente con el área de Hacienda, que dirige Izquierda Unida y la concejala Alba Doblas.
Con el arranque del curso político tras el parón veraniego llegan también las negociaciones clave del año: las tasas y ordenanzas fiscales, primero, y los presupuestos municipales, después. Hasta ahora, los cuatro concejales de Ganemos han votado a favor de todos los proyectos del cogobierno. Así, han aprobado ya los presupuestos de 2016 y 2017. Los primeros, con menos roces. Los segundos, más complicados, con una firma a última hora que incluyó el inicio de la municipalización del servicio de ayuda a domicilio. El curso para aprobar los presupuestos del 2018 ha arrancado peor que los anteriores.
Para empezar, Ganemos ha planteado al cogobierno una medida difícil de asumir para aprobar las ordenanzas fiscales: que haga lo posible por que la Iglesia Católica pague el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) por sus 433 propiedades. La concejala de Hacienda respondió taxativamente: “Ya quisiéramos”. Doblas recomendó a los concejales de Ganemos que le hagan la petición al Gobierno y al Congreso de los Diputados, ya que el Ayuntamiento no puede revisar las exenciones fiscales a la Iglesia, algo que le impide la Ley.
Para continuar, los concejales de Ganemos han denunciado que no tienen comunicación alguna con el cogobierno sobre el proyecto de redacción de las ordenanzas fiscales. Alba Doblas lo ha negado también de manera contundente. Así, ha dicho que hasta el 27 de julio, el día en que se produjo la asamblea, hubo una comunicación fluida con la concejala María de los Ángeles Aguilera. “Se habla con Ganemos de las ordenanzas fiscales desde antes de mayo, hay intercambios de correos, propuestas de calendario y de todo”. De hecho, “ya van varias reuniones”, ha agregado la edil, quien espera que la aprobación provisional de las ordenanzas sea en el próximo Pleno.
Ganemos podría, por primera vez, abstenerse o incluso votar en contra en este punto. De hacerlo, el cogobierno necesitaría la abstención del PP. De lo contrario, se vería forzado a prorrogar el proyecto de ordenanzas fiscales del año pasado. Desde el cogobierno consideran que un probable rechazo de Ganemos no es ya tan dramático como habría sido al principio del mandato. El actual proyecto de ordenanzas incluye pocas modificaciones al anterior, como las exenciones para los propietarios de patios en concurso. Más allá de eso, la congelación de impuestos como el IBI o tasas de Emacsa y Sadeco no pondría en riesgo la estabilidad presupuestaria municipal. Incluso, aseguran las fuentes, una prórroga de los presupuestos municipales tampoco sería dramática.
La distancia de Ganemos con el cogobierno sería más estética que efectiva. Sus votos son clave para facilitar la aprobación de iniciativas en el Pleno, pero con unos presupuestos y ordenanzas aprobados, el PSOE e IU pueden gobernar el Ayuntamiento desde la Junta de Gobierno Local que se reúne todos los viernes. Por muchas mociones que pierda el equipo de gobierno en el Pleno, su estabilidad no estaría en riesgo siempre que controlen la Junta de Gobierno. De hecho, son varias las mociones aprobadas en este mandato a las que aún no se les ha dado cumplimiento. Y muchas más las que fueron aprobadas en mandatos anteriores sin que llegaran a concretarse.
Además, fuentes consultadas por este periódico señalan como normal esta distancia entre Ganemos y el equipo de gobierno. La agrupación de electores está cada vez más próxima a la tesis de la líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, que descarta gobernar o ayudar a gobernar al PSOE bajo ningún concepto. IU, mientras tanto, tiene que hacer equilibrios ante quien está llamado a ser su futuro socio de cartel electoral en los comicios de 2019. La coalición de izquierdas negocia ya con Podemos una candidatura conjunta, con problemas como los del Ayuntamiento de Córdoba, donde Ganemos ya está apretando el acelerador y puede atropellar precisamente a algunos cargos de IU.
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