43 personas decidieron la negativa de Ganemos a los presupuestos

La asamblea de este domingo de Ganemos, en la que se decidió votar no a los presupuestos municipales de 2017, ha hecho temblar una vez más el frágil equilibrio político en el que se sustenta el gobierno municipal de Córdoba. La decisión va a dar más de un dolor de cabeza en Capitulares y reverdece el debate sobre si un sistema asambleario como el de Ganemos, con un poder de convocatoria capaz de atraer a 43 afiliados un domingo por la mañana a un centro cívico del Sector Sur para tratar un tema tan árido, puede cuestionar el futuro económico y político de una ciudad.

“Han votado 43 personas pero son muchas más de las que toman las decisiones en el resto de los partidos políticos”, señala el concejal de Ganemos Alberto de los Ríos, presente ayer en la reunión. “En el encuentro del domingo se ha reflejado un sentir y un malestar que creemos que es mayoritario en el conjunto de Ganemos”, prosigue el edil.

En la asamblea se propusieron tres votos: una negativa total a aprobar los presupuestos, una aprobación de los mismos y una negativa condicionada a un cambio de dirección por parte de los socios de gobierno para tener más en cuenta la voz de la agrupación de electores. “Solo cinco personas votaron por la negativa total y ninguna por la aprobación. El resto apoyó la negativa con condiciones. En cualquier caso, siguen siendo más personas que lo que suelen votar en las direcciones de los partidos locales o, desde luego, en los grupos municipales”, insiste De los Ríos.

No obstante, el concejal apunta a que Ganemos explora vías para dar capacidad de decisión al grueso de sus bases, que suman más de 2.000 personas, en este tipo de votaciones. “Nuestra página web está preparada para desarrollar consultas electorales de este tipo y yo soy un gran defensor de implementarlas”, amplía el concejal. Asimismo, De los Ríos también explica que en el futuro va a estudiarse tomar este tipo de encuentros en días laborables y por la tarde para tratar de atraer a más simpatizantes, reduciendo algo la duración de las asambleas.