Crecí en los 70 bajo la influencia de la Señorita Pepis, un set de maquillaje para niñas del que arranca un amor interminable por el rojo de labios y el khol enmarcando la mirada. Las tendencias y la moda, la cosmética y el sublime arte del perfume me interesan con una pasión que solamente los adictos sabemos reconocer. Y sí, somos cientos de miles de personas -por cierto, muy distintas en edad y características sociales- para quienes la moda es una motivación, un bálsamo, un acicate, un exquisito pasatiempo. Ahora que Internet y las redes sociales han incendiado el mundo con la revolución fashionista, por qué no echar más leña al fuego desde las páginas de CORDÓPOLIS.
Boquitas pintadas
El título es el de la novela del escritor argentino Manuel Puig, Boquitas pintadas, que suena a tango de Alfredo Le Pera y Carlos Gardel y funciona como acertada envoltura de un folletín magistral. Literariamente innovadora y al alcance del infinito público que aprecia lo mejor cuando es comprensible, es para mí una obra magnética, elegida como lectura del verano.
Engancha, Boquitas pintadas, engancha; puede que tanto como las series vistas en la soledad de las pantallas de uso individual. La novela de Puig posee lo necesario y más: el mundo interior de tres mujeres y su relación con un donjuán que ha muerto, Juan Carlos Etchepare.
La historia parece que ella sola se cuenta. Nada más empezar, lees las cartas (sin respuesta) que Nené envía a la madre del finado Juan Carlos y te enredas sin remedio en la trama.
Siempre existen autoras y autores a quienes darles una vuelta en librerías y bibliotecas. La literatura es el gran almacén al que recurrir en busca de nutrientes. ¡Qué bien poder hacerlo por el módico esfuerzo de rellenar una ficha de préstamo o de adquirir unos libros!
Manuel Puig, más conocido por El beso de la mujer araña, escribió también, entre otras obras, La traición de Rita Hayworth, su primera novela y la más autobiográfica, que narra la historia de un chico cuyo único contacto real con el mundo es la ficción de las películas, y finalista del Premio Biblioteca Breve de Seix Barral con el que se alzó Marsé gracias al énfasis de Vargas Llosa en perjuicio del argentino (si se tira de este hilo, entre la nómina del Boom y orillados como Puig hay su miga).
Por cierto, esta abundancia de labios y una diva de Hollywood no pueden pasar sin su correspondiente recomendación de lipstick. Los productos de mi semana son: una nueva barra de labios fija de REVLON, cuya calidad triplica al precio, y el lanzamiento del labial de brillo húmedo de MAC Cosmetics.
Una última curiosidad: circuló sin pruebas que Borges había calificado Boquitas pintadas como “un libro de MAX FACTOR”, lo que no deja de ser una burrada dentro de las ocurrentes polémicas habidas entre unas y otras plumas.
Nota: Las menciones a marcas y productos no llevan aparejada ninguna contraprestación
Sobre este blog
Crecí en los 70 bajo la influencia de la Señorita Pepis, un set de maquillaje para niñas del que arranca un amor interminable por el rojo de labios y el khol enmarcando la mirada. Las tendencias y la moda, la cosmética y el sublime arte del perfume me interesan con una pasión que solamente los adictos sabemos reconocer. Y sí, somos cientos de miles de personas -por cierto, muy distintas en edad y características sociales- para quienes la moda es una motivación, un bálsamo, un acicate, un exquisito pasatiempo. Ahora que Internet y las redes sociales han incendiado el mundo con la revolución fashionista, por qué no echar más leña al fuego desde las páginas de CORDÓPOLIS.
0