El coronavirus (III): El Resiliente e Internet
Lo primero y más importante: espero que estés bien. Tengo amigos cercanos afectados y ahora más que nunca la salud es lo importante, creedme. Por eso, deseo que estéis bien.
Muy a mi pesar, tercera entrega de este capítulo. Muy a mi pesar porque bajo ningún concepto me gusta estar escribiendo sobre este tema. Porque esto supone que seguimos con este problema, que ya no es un problema al uso. Es la mayor catástrofe de la Humanidad desde la II Guerra Mundial, según lo han catalogado ya los expertos, por cómo está afectando a la economía y a la globalización (salvando por supuesto, todos los temas genocidas y demás temas asociados).
Pero yendo a nuestro terreno, a nuestras #minimicropymes, a ti, autónomo como yo: esto es un auténtico desastre que jamás ninguno lo hubiéramos imaginado.
Esta semana he experimentado diferentes etapas. Desde las llamadas de clientes contándome sus miedos, otros avisándome de la cancelación de servicios, hasta auténtico miedo y pavor por la salud de mis familiares más cercanos (este es sin duda mi mayor miedo).
Entre todas estas situaciones, los días se hacían eternos, y sobretodo, parecía que el mundo se acababa. Uno de esos días, mi mujer me dijo que tenía que cambiar de actitud, que no podía seguir estando como estaba viéndolo todo tan mal. Sin reírme, teniendo mal carácter, y un largo etcétera que también os habrá pasado. No sé cómo llegué a un concepto que desconocía, que resulta que ahora le escucho a un montón de gente y que encima, poco más que soy el tonto del grupo por no haber sabido de su existencia: La Resiliencia.
Pues sí, apareció ante mí. Ya os digo, no recuerdo como. Total que me puse a investigar y me di cuenta que acababa de encontrar mi tabla de salvación para afrontar (si, afrontar, porque la solución no la tengo) esta situación.
Según Wikipedia, “la resiliencia es la capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a las situaciones adversas”. Pero la definición que más me gusta es que la resiliencia es “un proceso dinámico que tiene como resultado la adaptación positiva en un contexto de gran adversidad”.
Así que me senté, leí y leí, escribí y escribí, durante dos días y casi dos noches enteras. Para poner mi mente a tope, mis ideas y creatividad al máximo de su potencial. En este ejercicio, surgió una idea: porque lo crear un perfil en redes en el que volcar mis pensamientos, experiencias y situaciones, para que todo aquel que lo desee pueda verlo y oírlo, y si ayudo a alguien que se encuentre en mi situación, pues estaré muy feliz.
Así que cree en Instagram @el_resiliente_es y me puse a escribir, y a grabar vídeos, donde cuento cómo estoy viviendo esta situación del
COVID-19, y que estoy haciendo.
Y os he de ser sinceros, me está ayudando mucho a mi, pero cuando me escriben personas dando las gracias o haciendo algún comentario, es cuando más me reconforta. Saber que nos estamos ayudando unos a otros en esta situación.
Se están viviendo auténticas demostraciones de solidaridad. Solidaridad personal pero también mucha profesional. Muchos profesionales ayudándole entre sí, porque todos juntos, saldremos de esta situación.
Pensad que esto es una cadena, si yo ayudo al de enfrente, seguro que él podrá hacer lo mismo por otro.
Sed Resilientes, sobre llevad la adversidad. Os dejo unos consejos:
1. Esto es temporal. Asúmelo y se consciente.
2. Ha pasado. A ti y a todos. No es resignación, es asumir la realidad.
3. Empieza ya a buscar soluciones. Las que sean, pero búscalas.
4. Sobretodo: PIENSA EN ÚTIL!!! No sirve de nada pensar en negativo, regodearnos en la pena, nada de nada. Se útil para ti!
Piensa.
Para despedirme, no quiero entrar en política de verdad. Pero no he escuchado a nadie, absolutamente a nadie, decir que las medidas del gobierno están siendo las adecuadas para esta situación. No valoro a toro pasado, no voy a entrar que se tenía que haber hecho una cosa u otra. No. Pero lo que si digo, porque lo estoy viviendo en primera persona y en mi alrededor con compañeros empresarios, es que las medidas no son las que necesitamos. Y como decía uno “yo no quiero que me paguen, pero tampoco que me cobren cuando no estoy pudiendo trabajar”
Un saludo a todos y como diríamos en esta época de cuaresma: “fuerza para arriba”
¡Ah!! ¡Y ánimo, que Internet va bien y consumimos muchos megas! (Tiene cojones)
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