¿Quieres mejores respuestas para tu negocio o en tu vida?
En el artículo de la semana pasada -“Tus respuestas determinan la calidad de tu vida”-hablamos de tres preguntas cuyas respuestas te dan mucha información de la calidad de tu vida y te invitan a cambiar lo que no te gusta. Si no lo has leído te recomiendo que lo hagas ahora.
Tanto en el mundo laboral como en lo personal, cuando no tenemos los resultados deseados solemos preguntarnos sólo los “por qué”.
- ¿Por qué me ha pasado esto?
- ¿Por qué he tenido este resultado?
- ¿Por qué no estamos vendiendo más?
- ¿Por qué la competencia tiene mejores resultados que nosotros?
- ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí?
- ¿Por qué no consigo…?
Y un largo etcétera…
¿Estás de acuerdo? Y está bien. Nos preguntamos “¿por qué?” porque queremos respuestas y así es como nos enseñaron a pensar, sólo buscando respuestas en los “por qué”. Pero para tener las mejores respuestas hay que hacer las mejores preguntas. Si haces preguntas poco importantes, tus respuestas serán poco importantes. Si haces malas preguntas, tus respuestas serán malas. Si te haces preguntas inteligentes no dudes que así serán tus respuestas.
Usando los “¿por qué?” de los ejemplos anteriores, en vez de preguntarte sólo por qué, empieza a incluir otro tipo de preguntas que puedan darte más y mejor información.
- ¿Cómo he conseguido este resultado? ¿Qué estrategia he seguido?
- ¿Qué otras opciones o estrategias puedo realizar?
- ¿Para qué me sirve este resultado? ¿Para qué me sirve esto que me ha pasado?
- ¿Qué he aprendido de este resultado? ¿Cómo puedo mejorarlo?
- ¿Qué hace mi competencia para conseguir esos excelentes resultados?
- ¿Qué hacen ellos que no hago yo? ¿Qué solucionan ellos mejor que yo?
Puedes comprobar que las respuestas a estas últimas cuestiones te dan mucha más información y de mayor calidad.
Decía Einstein…
"Si quieres resultados distintos no hagas siempre lo mismo".
Esta semana pasada, en una conferencia sobre Coaching Nutricional que realicé para un centenar de mujeres de todas las provincias españolas, les hice una pregunta…
¿A quién le gustaría mejorar su estado físico, su salud y su bienestar general?
Como puedes imaginar, todas levantaron la mano. ¿Tú la hubieras levantado? Seguramente sí. ¿Quién no querría mejorar su estado físico y bienestar general? ¿Verdad?
La siguiente pregunta que les hice fue…
¿Qué has hecho distinto o que has incorporado nuevo en tu vida en los últimos 6 meses para mejorar tu salud o tu estado de forma?
Sólo dos personas levantaron la mano y habían hecho algo distinto para mejorar su estado físico en los últimos 6 meses. Una se había puesto en manos de un profesional de la nutrición porque necesita perder peso y la otra se había apuntado a un gimnasio al que asiste 2 o 3 veces por semana para estar en forma.
Las otras 98 tienen el deseo, pero no han hecho para conseguirlo. ¿Cuántas personas conoces a las que les gustaría conseguir algo y no hacen nada? Haz la prueba. Pregunta a tres personas de tu entorno por algún deseo, sueño u objetivo que les gustaría cumplir. Y cuando te respondan, pregúntales que han hecho en los últimos meses para alcanzarlo. Te sorprenderás.
Es muy común querer mejores resultados de los que tenemos. ¿Quién no quiere tener mejores relaciones? ¿Quién no quiere que su negocio sea exitoso? ¿Quién no quiere ser más productivo? ¿Y más feliz? Todos. ¿No es cierto?
La cuestión es: ¿Qué estás haciendo para conseguirlo? ¿Qué preguntas diferentes te estás haciendo? ¿Qué cosas diferentes estás haciendo?
Te propongo algo, no quiero que te creas lo que te digo sin más, como te advertí en el primer artículo que escribí en METAmorfosis.
Puedes cuestionarlo, analizarlo, someterlo a debate y luego decide por ti mismo qué hacer. Mi propuesta es la siguiente…
Elige algo que quieras mejorar o cambiar desde hace tiempo. Algo que llevas retrasando y demorando de forma recurrente. Escoge algo sencillo para empezar.
Empieza por detectar cuáles son los pensamientos que tienes al respecto de ese objetivo o sueño. ¿Qué te preguntas? ¿Qué te respondes? ¿Desde cuándo te estás haciendo las mismas preguntas? Escribe en un cuaderno las preguntas y las respuestas que te has hecho hasta ahora.
En la siguiente hoja, anota el resultado personal o profesional que quieres obtener. Describe con todo lujo de detalles qué te gustaría conseguir. ¿Lo tienes? ¡Perfecto!
Ahora empieza a escribir preguntas que hasta ahora no te habías hecho. Descubre otras formas de conseguirlo, busca otras opciones, respuestas diferentes. Cuando creas que ya no hay más, esfuérzate por descubrir alguna más. Es cuestión de foco.
Te dejo algunas preguntas interesantes que te pueden ayudar a encontrar tus respuestas.
¿Quién tendrías que ser para conseguir eso que quieres?
¿Qué conocimientos, capacidades y habilidades tendrías que tener para conseguirlo?
¿Qué o cuáles te faltan? ¿Cómo podrías conseguirlas?
¿Qué beneficios obtendrías al conseguirlo? ¿Qué estás perdiendo por no tenerlo ahora?
¿Estás dispuesto/a a seguir por más tiempo sin esos beneficios?
¿Qué otras cosas ganarás además si lo consigues? ¿En que mejorará tu vida?
¿Qué voy hacer que hasta ahora no he hecho? ¿Cómo lo voy hacer? ¿Cuándo?
Estas y otras preguntas de tu cosecha propia te darán respuestas para conseguir lo que desees.
Ahora es tu momento y recuerda: el conocimiento no es poder. Lo importante no es lo que sabes, sino lo que haces con lo que sabes.
Platón decía… El que aprende y aprende y no practica lo que aprende, es como el que ara y ara y nunca siembra.
Es momento de hacer lo que hay que hacer para conseguir lo que quieres conseguir.
Que tengas una semana extraordinaria.
Salud y éxitos.
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