Gaudí Vallellano
En 1904 Antoni Gaudí modeló con sus propias manos el original en cera de un mosaico hidráulico hexagonal, en el que “confluyen dos de las constantes de su obra: la vertiente geométrica y la simbólica”. Un pavimento que se entiende al ver siete baldosas unidas: “los perfiles de seis lados nos recuerdan a las celdas de un panal de abejas, a los caparazones de las tortugas o bien a la piel de un cocodrilo, las figuras en bajo relieve que aparecen en las baldosas, una estrella de mar, una caracola y un alga, evocan la sinuosidad del movimiento marino.” Esa temática marina está relacionada con el lugar para el que fue diseñado ese suelo: la casa Batlló. Motivos desconocidos hicieron que esa loseta se instalara finalmente en algunas habitaciones interiores de la casa Milá, La Pedrera.
La casa Escofet 1886 fabrica un pavimento exterior con estos mismos motivos gaudinianos. De hecho, Barcelona homenajeó al artista pavimentando su mítico Paseo de Gracia con esta baldosa. En 1997, cuando una reforma conllevó la sustitución de parte de este suelo, había barceloneses y turistas que cogían de los contenedores algunas de estas baldosas creyendo ser “testigos de un crimen de lesa majestad”. En 2001, Barcelona repitió la operación, por aquello de las zanjas y las reformas.
Esta industria catalana ha tenido en su catálogo dos baldosas con este dibujo: la original, de 25cm, fabricado a partir de 1997 y otra que se ideó en los 70’s, que mide 40cm y que dejó de fabricarse a principio de los 80’s.
Cuento todo esto porque sin información y sin memoria no hay manera de cuidar la ciudad. Y la ciudad de Córdoba necesita un cuidado, en concreto en la Avenida del Conde Vallellano, cuyo pavimento es precisamente este último, inspirado en el diseño de Gaudí y que, como ya denunciaron otros, cada vez que se rompe se sustituye por un pegotón de cemento o por unas baldosas cuadradas. Si sigue desapareciendo, cualquier día me ven hurtando de los contenedores una pieza como quien cree ser “testigo de un crimen de lesa majestad”. No creo que haya muchas ciudades de España que puedan presumir de tener un paseo de las dimensiones de Vallellano, con un pavimento tan bello y de tan insigne autor. Que alguien haga algo por mantenerlo. Si no, pronto estaremos contando a la gente que hubo un tiempo en el que el embaldosado de esa avenida estaba diseñado por Gaudí y nadie hizo nada por preservarlo.
Fuentes: Parte de la información y las imágenes de catálogo han sido facilitada por la propia empresa Escofet, otros datos fueron extraídos de El País, una carta al director del Diario Córdoba, y este blog PDlP Arquitectura
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